¡Pensiones fantásticas!
Es doblemente doloroso que el mismo sistema que no logró gestionar un trasplante para León, termine ahora cobrando una cuantiosa deuda. "Es hora de asumir que la desigualdad y pobreza que existen en nuestro país es reflejo del modelo".
Amuchos chilenos nos impactó la noticia sobre las pensiones fantásticas que superan los $5.000.000. Da rabia y duele ver una vez más la brutal desigualdad que mantenemos en nuestro país. Mientras algunos trabajan 20 años para lograr percibir una pensión de este nivel, otros trabajan toda una vida para obtener una pensión asistencial, que no supera los $94.000.
Somos el país más desigual de Latinoamérica (0,5 según el índice Gini), eso lo sabemos, pero cuando analizamos las diferencias entre las personas más vulneradas, como aquellas que viven en los campamentos de nuestro país, y aquellas que perciben más ingresos, sobre todo en el caso de las pensiones, el panorama es desolador. Aún hay más de dos mil familias que viven en campamentos en nuestra región, la media mensual de los hogares llega a los $210.000, con un promedio de 41 horas semanales de jornada laboral. A esto se suma que un 38,9% de los que trabajan en los hogares no tiene contrato de trabajo y quedan fuera de todos los beneficios sociales.
Es hora de asumir que la desigualdad y pobreza que existen en nuestro país es reflejo del modelo que sostenemos. No pasa por el esfuerzo individual que pone cada persona, tenemos una estructura que reproduce la pobreza, que aumenta cada día más la brecha de desigualdad en todos los ámbitos de nuestras vidas. Que tiene sueldos de hambre, pensiones de pobreza, un modelo inhumano, que tiene a miles de niños creciendo sin las condiciones necesarias para desarrollarse integralmente, niños que terminan muertos en instituciones estatales. Jóvenes que ven truncados sus sueños y que son un problema en los establecimientos escolares por la cantidad de conflictos sociales que cargan a su temprana edad. Ancianos trabajando después de haber entregado los mejores años de su vida al desarrollo del país. ¡Hasta cuándo vamos a justificar con titulares falsos la pobreza y desigualdad!
No puedo sino sentir indignación ante este escenario, pero desde el compartir con tantas familias que se encuentran en campamentos y voluntarios, sé que aún podemos transformar el país. El sueño compartido de un Chile justo y sin pobreza nos moviliza. Estamos convencidos que a través de un trabajo territorial, con bases fuertes de organización e incidiendo juntos en políticas públicas, cambiaremos la cara del país.
Giovanna Moreira, directora
regional de Techo-Chile