30 años | 20 de marzo de 1986

Municipio vendería locales del Mercado de Rahue Alto

El alcalde Luis Urzúa consideró la solicitud de los locatarios del Mercado Municipal de Rahue Alto, ubicado en el segundo y tercer sector de la población García Hurtado de Mendoza, para adquirir los puestos que actualmente arriendan. Los 17 locales serán previamente arreglados antes de aprobar la venta de estos bienes públicos.

20 años | 20 de marzo de 1996

Agricultores permanecen en estado de alerta

Agricultores locales se encuentran en estado de alerta ante el inminente ingreso de Chile al tratado comercial Mercosur. Según anunció el presidente de Fedeagro, Juan Klagges, el acuerdo resultaría perjudicial para los cultivos tradicionales y el subsector carne, por lo que el próximo paso sería una paralización total del sector.

10 años | 20 de marzo de 2006

Precio de la bencina subirá ocho pesos

En cerca de ocho pesos subirá la bencina de 97 octanos en Osorno, mientras que la de 95 lo hará en 2 pesos. Según se informó, a partir de hoy la bencina de 93 octanos bajará su valor en 5 pesos, al igual que el gas licuado, que bajará 10 pesos por kilo. El petróleo diesel mantendrá su precio y la parafina disminuirá en 7 pesos.

Bastó que la temperatura empezara a descender en las primeras horas de la mañana y en las noches para que las enfermedades respiratorias comenzaran a hacer mella en la salud de los habitantes de Osorno, en particular en los menores de edad, que han acudido en masa a los centros de salud -llevados por sus padres- en busca de atención médica. Si bien se trata de un fenómeno que de acuerdo a los expertos es propio de este período, por la conjunción de la oscilación térmica de la estación y del regreso a clases de los alumnos a los colegios, las familias tienen que permanecer atentas a los síntomas de los niños en virtud de este denominado "brote de resfríos" que se ha desatado en la ciudad, y que puede ser la antesala de lo que ocurrirá durante el invierno.

Una de las causas de esta repentina aparición de contagios radica en el hacinamiento de los estudiantes en sus salas de clases. Si uno de ellos llega enfermo, es suficiente para que los gérmenes se esparzan en el medio ambiente. Por supuesto que no hay razón para alarmarse, como lo han explicado claramente los profesionales médicos, pero sí debiera motivar a los padres a sumarse a la campaña de vacunación contra la influenza que ya está en marcha y que pretende reducir las posibilidades de que la población de mayor riesgo -menores de edad, embarazadas, adultos mayores y pacientes de enfermedades respiratorias- sea afectada por un virus que mal cuidado, puede resultar muy complejo de atender.

En este sentido, es inquietante que a dos semanas de dictarse el fallo de la Corte Suprema que obliga a los padres osorninos a someter a su guagua al plan nacional de vacunación, aún se esté a la espera de trámites administrativos para el cúmplase definitivo. Las temperaturas continuarán bajando, la contaminación atmosférica se tomará las calles, aumentará el número de infecciones respiratorias, y el pequeño sigue todavía sin ser inoculado, a pesar de haber un dictamen judicial del máximo tribunal del país.

Tanto el sistema de salud como los organismos de protección de menores debieran ser más proactivos en este tema.

Como se trata de un tema extraordinariamente complejo, un terreno fértil para equívocos y confusiones, es necesario, entonces, volver al origen y recordar que el proyecto del Gobierno apunta a despenalizar la interrupción del embarazo en tres causales acotadas: i) cuando está en peligro la vida de la madre; ii) cuando hay inviabilidad fetal letal; iii) en caso de violación.

El primer caso está justificado en virtud del llamado principio de doble efecto, atribuido, en sus orígenes, a Tomás de Aquino: buscando salvar a la madre, se compromete la vida que se gesta en su vientre; no hay aborto propiamente hablando.

El segundo caso merece ser admitido porque dice relación con el significado del sufrimiento: ¿en qué sentido podría honrar el valor de la vida obligar a una mujer a llevar en su vientre un feto sin cerebro o destinado con certeza a morir apenas nazca? En ambos escenarios resulta claro que los legisladores deben conceder a la mujer la posibilidad de elegir acerca de la continuidad del embarazo. No se impone nada a nadie; se proporciona la ocasión de decidir en conciencia.

El tercer caso es completamente diferente a los dos anteriores y merece, por ello, un tratamiento distinto. Es indiscutible que anidar una vida que es el resultado de un acto de fuerza no puede ser exigido bajo amenaza de cárcel. Dicho de otra forma, penalizar a una mujer que se ha practicado un aborto, luego de haber sido violada, es una completa barbaridad. Pero es igualmente irrebatible que la vida humana que se gesta en su interior -vida humana inocente y no simple cadena de aminoácidos- posee una dignidad propia que supera la oprobiosa acción que la originó y, por tanto, debe ser protegida y resguardada.

El punto es que una creencia genuina como ésta, debe ser capaz de orientar el comportamiento de las mujeres sin necesidad de llamar en su auxilio a la coacción estatal. Y la clave parece estar en un adecuado y completo programa de acompañamiento, que haga a la futura madre inclinar su voluntad en favor de la vida y la misericordia, justo lo que, cruelmente, se le negó a ella en su día. Incluyendo, claro, la opción de entregarlo luego en adopción si así lo estima conveniente.

Y es que, por difícil y terrible que pudiera ser apostar por la vida en esta dramática situación, el camino restante carece por completo de sustento moral: esparcir la sangre de un inocente sobre la tragedia de una mujer violentada sexualmente.

Xavier Echiburú