Responsabilidad y empatía
El portonazo diario y la nota sobre un árbol caído en alguna comuna metropolitana fueron desplazados de los noticiarios durante esta semana, una noticia terrible y de alcances globales se imponía, narrándonos las desventuras de cientos de inocentes que sucumbieron ante una serie de atentados en la capital francesa. Una trágica crónica que fue tema obligado en las mesas de nuestros hogares, mientras tanto las redes sociales hacían de las suyas. Revisar esta serie de plataformas que alguna vez fueron el mundo "underground" de los medios de comunicación masivos resultó toda una experiencia.
El blanco, azul y rojo colmaron las biografías y páginas de inicio, el hashtag #prayforparis se imponía en twitter mientras CNN hacía de las suyas a la antigua, el resultado: banderas francesas por todas partes, facebook daba la opción de "presionar el botón y brindar tu apoyo", una noble movida pero que despertó vacilaciones, ¿Por qué no se dio un fenómeno similar con banderas sirias, afganas, nigerianas, iraquíes, malienses, yemeníes, o cualquier nación asolada por el terrorismo, la inestabilidad política, la guerra civil o la intervención extranjera?
Nos acostumbramos a pensar que Europa es un paraíso y que Medio Oriente y África son el infierno en la Tierra, efectivamente no es común un ataque suicida en Alemania, Francia, Italia o Reino Unido y si lo es para millones de personas en el "lado feo del mundo", se torna familiar escuchar de coches cargados con explosivos "allá" pero no "acá" (curioso, siendo nosotros latinoamericanos). Solidaridad noble pero fruto de un botón.
Pasaron los días y nos percatamos que poner sólo la bandera francesa resultaba algo injusto con el resto del mundo, así que se dio vuelta la tortilla a un nivel peligrosamente ignorante. Comenzaron a llover los estados de apoyo explícito a ISIS, repito ¡Explícito! La lógica fue ahora mostrar empatía a las víctimas de los bombardeos de represalia en lo que pareció malentenderse como una guerra franco-siria.
No aspiremos a ser expertos en Relaciones Exteriores en tres días, menos de un contexto geopolítico que se inicia en la segunda guerra del Golfo y cuyas causas estructurales se remontan siglos, si usted va a manifestar apoyo hágalo hacia las víctimas, hacia la tolerancia, hacia la paz, etc. pero no hacia un país, facción o grupo religioso del cual ni siquiera conoce el nombre de su líder, doctrina o modos de acción. Todas las buenas intenciones no cambian el hecho que un piloto francés tenga mayor impacto que una foto de perfil, facebook no es la Corte Mundial y nosotros no somos agentes de Naciones Unidas sino personas con el wi-fi encendido.
Erich Vejar Barría
Soberanía
Para hacer soberanía hay que preocuparse de ir poblando todos aquellos lugares que se tienen abandonados. No hay que descuidar nuestros territorios extremos y dejarlos a la mano de Dios.
Los chilenos ya tenemos la dolorosa experiencia de haber perdido territorios desde un escritorio.
Un ejemplo de nuestra negligencia se puede ver en un pequeño gran detalle: en la frontera norte, la garita de vigilancia fronteriza del Perú, comparativamente con la nuestra, es un hotel cinco estrellas frente a una vivienda básica.
Jorge Valenzuela Araya
Ruta al Congreso
La historia política del país ha mostrado un preferido acceso al Congreso desde agresivas reivindicaciones callejeras, siempre lideradas por alguien de fácil y convincente expresión en diferentes grupos sociales. Deseo referirme de nuevo y en especial a los dependientes del Estado, cuyas labores se prestan para presionar sin consideraciones -como la reciente del Registro Civil- aparentemente terminada y con ganas de reiniciarla.
En forma natural dichos dirigentes se van renovando generacionalmente, hombres y mujeres, como líderes de estos grupos humanos, demostrado que en el fondo ellos pretenden su propio surgimiento hasta situarse en cómodos y convenientes sillones parlamentarios, varios de quienes aprovechan la modernidad para "volarse" cibernéticamente mientras cumplen sus horarios, levantando su mano para aprobar la ley de turno.
Estos elocuentes y ambiciosos "emprendedores" se nutren de las huelgas incondicionalmente - sin las cuales no podrían sobrevivir - y aunque alcancen sus propósitos al sentarse como parlamentarios, siempre dejarán un pie en la calle "por si las moscas", como lo ha confirmado Camila, sinceramente...
Las huelgas tienen su origen desde filosofías de izquierda que invariable y persistentemente intentan defender a las clases asalariadas de la explotación empresarial, como si la humanidad pudiera surgir prescindiendo de la iniciativa privada. Es evidente que si los empleados públicos eligen la presión de la calle es porque sus remuneraciones han perdido el ritmo de las compensaciones del costo de vida, situación que depende de la capacidad de un gobierno para dirigir bien su desarrollo. El actual va equivocado.
David Benavente