Osorninos llevan ayuda a lugares aislados gracias a sus cuatrimotos
Desastre. El grupo de motoqueros accedió a las zonas próximas a la erupción del Calbuco, donde entregaron forraje y agua. Ahora quieren volver, para llevar alimento a las mascotas y prestar asistencia a los pequeños campesinos.
Paula Pino vibra con la pasión por las motos. De hecho pertenece a un grupo junto al cual se organizan para realizar paseos y actividades orientadas a fomentar esta afición, como también a colaborar en obras de ayuda.
Así, sin mucho meditarlo y luego de ver lo que estaba sucediendo en los faldeos del Calbuco y sus alrededores tras la erupción ocurrida el pasado miércoles 22, no lo pensaron dos veces y decidieron ir en ayuda de aquellas personas que se encontraban aisladas en zonas remotas de la provincia de Llanquihue.
Exactamente a las 18 horas del miércoles 22, el macizo ubicado en la provincia de Llanquihue liberó su furia mediante una gigantesca nube de ceniza, que se ha esparcido a lo largo de la zona sur del país, alcanzando incluso la Región del Bío Bío y las provincias argentinas de Río Negro y Neuquén.
En el caso de la provincia de Osorno, las comunas de Puerto Octay y Puyehue son las más afectadas por la capa de material volcánico.
Debido a la erupción, miles de personas de los alrededores, como por ejemplo los sectores de Ensenada, Ralún, petrohué, Río Blanco, entre otros, debieron desplazarse hasta casa de familiares y albergues, dejando atrás sus viviendas, animales, huertos y sus proyectos de vida.
"Se nos ocurrió que con las motos (cuatrimotos) podíamos llevar alimento a aquellos lugares donde los vehículos de no alcanzaban a llegar", dice la integrante del grupo denominado ATV Osorno.
Para Paula y sus siete acompañantes, el objetivo era poder auxiliar a aquellos ganaderos más humildes que por problemas de conexión o falta de recursos, no podían desenvolverse por sí mismos en la emergencia.
Por lo mismo este grupo de ocho amigos tomó seis motos en las que cargaron fardos y alimentos para mascotas, y partieron para Ensenada y los sectores más aislados.
Incluso antes de partir se les unió un grupo de tres motoqueros chilotes, quienes llevaban en sus vehículos alimento para mascotas. "Claro que ellos partieron para el sector de río Correntoso en aquella oportunidad", detalló.
Sin saber con certeza si podrían ingresar con sus vehículos, Paula indicó que este primer viaje consistió más que nada en una prueba para saber si era posible realizar este tipo de actividad, ya que ignoraban cómo estaba realmente el acceso a la zona.
Una vez que llegaron a Ensenada, los Carabineros de la Tenencia de Ensenada no les pusieron inconvenientes y accedieron a la zona. Y es que según propias palabras de los uniformados, en el sector residen personas que lo perdieron todo debido a la erupción.
Siguieron la ruta hasta llegar a un predio donde el dueño de casa había sufrido una lamentable situación pues quedó aislado tras caer el puente que conecta a su casa con el camino; muchos de sus animales murieron debido al derrumbe del establo donde los mantenía seguros; y no tenía forraje ni agua para darle a los pocos que sobrevivieron, como tampoco para sus corderos, cerdos y gallinas.
Junto a los Bomberos del balneario de Las Cascadas -comuna de Puerto Octay-, Paula y su grupo lograron rescatar a algunos animales desde el galpón en donde estaban atrapados y le entregaron la ayuda que habían llevado con esfuerzo y voluntad.
A juicio de Paula, la experiencia vivida la marcó fuertemente, ya que según dice, en estos sectores casi inaccesibles de la cordillera, existen un sinfín de personas que viven en las mismas condiciones en las que encontraron a este pequeño agricultor, por lo que ya están dispuestos como grupo a realizar un nuevo viaje para llegar a más afectados por la furia del Calbuco.
"Cuando llegas ahí es desolador e impactante. Es un panorama muy triste y hacia donde mires ves todo gris, incluso los árboles. Lo peor es que no sabes la profundidad de la ceniza en algunos casos. Allí los animales y las personas sufren en busca de agua, porque la poca que hay en el lugar se volvió tóxica", indicó la mujer, conmovida ante los efectos del proceso eruptivo que dejó a miles con sus hogares destruidos y sus fuentes de ingreso en el piso.
Campaña
Debido a esta experiencia, Paula señala que para la próxima salida se han "aliado" junto a la Agrupación de Amigos por los Animales, quienes se juntan en la plazuela Yungay con el fin de captar las donaciones de los transeúntes, con las cuales se espera llevar alimento a las mascotas.
Actualmente se encuentran coordinados para recepcionar lo que el otro grupo logre reunir, mientras los motoqueros programan la siguiente salida solidaria, donde aprovecharán que las cuatrimotos pueden acceder a lugares más complejos.
"La idea es que con camionetas carguemos lo recabado y desde el punto que no puedan avanzar, lo haremos con las motos, debido a que existe una gran cantidad de personas que se encuentra en una situación precaria".
Por último, Paula señaló que del viaje llegaron cansados y tristes, pero aún así están dispuestos a volver "la otra semana y la siguiente y hasta que esto se acabe y sea necesario...", señaló Pino.
Convocatoria
Con un furgón estacionado frente a la Gobernación, Alexander Caripán se puso a esperar el sábado la donación de personas anónimas, que quisieran colaborar con los damnificados por la erupción del Calbuco. Previamente, eso sí, la tarde anterior contactó a los más de mil conocidos que tiene en sus redes sociales como Twitter y Facebook. El problema, dice, es que a la convocatoria llegaron sólo unos cuantos, por lo que sólo logró reunir algunos aportes.
Esta es la primera experiencia de Alexander Caripán -que se desenvuelve como DJ en eventos y radiocontrolador- con el tema solidario. Se motivó luego que escuchara de boca de un amigo, que en el refugio de la Escuela Alberto Hurtado de Puerto Octay, las personas que se encontraban alojadas tras ser desplazadas de Ensenada requerían útiles de aseo y otros enseres.
"La verdad es que impacta el relato cuando te dicen personalmente en qué estado se encuentra la gente que tuvo que abandonar sus hogares. Algo muy distinto a lo que ves en la televisión. Por lo mismo decidí hacer una campaña por mi cuenta y aportar en algo", señala este hombre de 32 años, quien agrega que si bien comida no es lo que falta en estos refugios, carecen de otros elementos como ropa o utensilios de aseo.
Alexander asegura que cuando publicó el mensaje sobre su campaña solidaria y donde pedía la ayuda de sus amigos, muchos le pusieron "me gusta", lo que lo llevó a pensar que tendría una mayor convocatoria.
Por lo mismo, luego de su frustrado primer intento, concurrió a un supermercado donde le dieron permiso de instalarse con su móvil. Allí logró conmover a más gente con su mensaje y logró reunir una buena cantidad de útiles de aseo destinado a los más de 31 albergados en la escuela de Puerto Octay.
Uno de los relatos que más lo conmovió, fue el de una señora María (de la cual no recuerda su apellido) quien le comentó que éste era el tercer desastre natural que vivía. Debido a que es originaria de Chaitén, le tocó vivir la tragedia del volcán del mismo nombre (2 de mayo de 2008). Luego se mudó a Valparaíso, donde el año pasado vivió el drama del incendio; y recientemente instalada en Ensenada, le tocó sufrir la experiencia del Calbuco.
Alexander señala que ahora se encuentra empeñado en comenzar una campaña para reunir ropa interior para adultos que, tal como le señalaron en el albergue, es lo que más necesitan. "Para niños no, porque afortunadamente ellos tienen", dice Alexander, quien aprovecha de mencionar que volverá a repetir la convocatoria este domingo en la plazuela Yungay ( mañana) y en el supermercado Lider oriente.
En la escuela Alberto Hurtado se encuentran cerca de 30 personas, que dejaron sus hogares en Ensenada.
De Ensenada Al interior, existen varias personas que viven aisladas y alejadas de los caminos más habituales, hasta donde busca llegar el grupo ATV Osorno.
6 cuatrimotos
Fueron las que el Grupo ATV Osorno llevó hasta los sectores montañosos de Ensenada, donde se encontraron con un panorama desolador para las familias y sus animales.
8 personas
lograron llevar en sus cuatrimotos ayuda consistente en forraje, agua y comida para mascotas. El objetivo de este grupo es el de volver más preparados al lugar.
31 personas
actualmente se encuentran albergadas en la Escuela Alberto Hurtado de Puerto Octay. Entre adultos mayores, padres y niños.