Ver televisión durante la niñez está vinculado a un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad, incluso en cantidades bajas de exposición, según un estudio difundido en EE.UU.
La investigación, presentada en la reunión anual de The Pediatric Academic Societies en San Diego, se basó en el análisis de más de diez mil niños estadounidenses de cinco años, quienes fueron estudiados hasta que ingresaron al primer año de educación básica.
Según consignó la revista Time, el trabajo arrojó que estos niños vieron, en promedio, 3,3 horas de televisión al día, y que entre mayor era la exposición a este medio, mayores fueron los "costos" para la salud.
De esta forma, los niños que estuvieron entre una y dos horas frente al televisor registraron un 47% más de riesgo de sufrir obesidad que quienes veían TV menos de una hora al día. La propensión al sobrepeso, en tanto, se incrementó en un 43%.
"La televisión es una actividad muy pasiva", advirtió Mark D. DeBoer, uno de los autores del informe y quien es profesor asociado de Pediatría en la Universidad de Virginia.
El académico subrayó que al combinar este factor con otros como ingerir snacks y estar expuestos a publicidad de alimentos poco saludables, los efectos se agravan.
Para DeBoer, una pequeña cantidad de televisión bastó para que se produjera un efecto importante en el peso de los menores. Así, los investigadores no observaron una diferencia relevante entre los pesos de los niños que miraron entre una y dos horas de TV al día y aquellos que dedicaron más de dos horas diarias a esta actividad.
La razón de este vínculo entre TV y peso es, probablemente, que los niños eluden actividad física cuando están frente al televisor. "En este rango de edad, cuando no estás sentado y haciendo algo, estás corriendo", explicó DeBoer. "Por mucho que no salgan a trotar, los niños de esta edad están en una edad en que de manera frecuente -si no constante- están en movimiento", agregó.
El investigador espera que sus hallazgos puedan ayudar a cambiar las guías de la American Academy of Pediatrics, que actualmente recomienda que los niños no pasen más de dos horas viendo televisión.
En lugar de ello, dijo DeBoer, a los padres se les debería animar a reducir aún más las horas de televisión y reemplazarlas con actividades como leer junto a sus niños, visitar museos y otros lugares educativos. El estudio "puede ser un paso para cambiar esta recomendación en el futuro", afirmó el académico.
Como sugerencias para promover la actividad física en el hogar, la Organización Mundial de la Salud recomienda reducir el tiempo de inactividad (TV y computador, etc.), alentar la ida al colegio y a otras actividades sociales a pie o en bicicleta, e integrar la actividad física en las rutinas de la familia, buscando tiempo para hacer paseos en familia o participar juntos en juegos activos. Los padres deben asegurarse de que la actividad sea apropiada para la edad y proporcionar equipo protector como casco y rodilleras.