Sacerdotes llamaron a los fieles a que se acerquen y dialoguen con el nuevo líder de la diócesis
mensaje. Los religiosos, entre ellos varios obispos, coinciden que es necesario evitar la división de la Iglesia local. En paralelo, aseguran que es vital manifestarse con respeto y razonamiento.
veronica.salgado@australosorno.cl
Las caras incómodas de lo miembros del clero durante la toma de posesión del cargo de obispo de la diócesis de Osorno por parte de Juan Barros, reflejaban la amargura de los sacerdotes que veían desde el altar cómo los feligreses se atacaban y recriminaban, precisamente en una ceremonia en que se llama a la unidad y gozo del mundo católico por contar con un nuevo líder espiritual.
Así lo hizo ver el ex obispo de Osorno (hasta 2013) y actual arzobispo de La Serena, René Rebolledo, quien terminada la actividad sostuvo que "tengo sentimientos mezclados por los gritos y la forma de manifestarse. Pero lo importante ahora es seguir adelante en el nombre del Señor. Yo serví en esta diócesis por 10 años y es hermosa", remarcó.
Diálogo
Y precisamente una de las palabras que más repitieron los prelados al retirarse de la catedral San Mateo fue "diálogo". "Como nosotros proponemos el diálogo a los países y a la sociedad civil, también sería bueno que lo vivamos en nuestras comunidades", expresó Rebolledo, quien insistió en que ese es el camino para que el mundo católico local vuelva a estar unido.
"La división nunca es irreversible. También en nuestras familias hay momentos difíciles, momentos de dolor y sin embargo los padres buscan la unión de los hijos y se sale adelante. Ocurre lo mismo en las comunidades, por lo que el llamado es a salir adelante juntos, eso es lo más importante", expresó el actual arzobispo de La Serena.
Incluso, al consultarle qué mensaje le daría a las personas que expresaron su rechazo al arribo de Barros a la diócesis local, Rebolledo pidió "que se acerquen, que dialoguen. Siempre el diálogo es el mejor camino. Tratemos de entendernos como personas maduras", remarcó.
Respecto a la forma en que se desarrolló la protesta, donde incluso un grupo de personas ingresó a la catedral para gritar su descontento, el ex obispo de Osorno sostuvo que "lo importante es que la gente sepa manifestarse con un razonamiento. Que cuando tengan algo en contra, se manifiesten en calma y tranquilidad".
Otro de los sacerdotes que participó ayer en la actividad fue el jesuita español Germán Arana, quien es director de un seminario internacional en Madrid y con quien Barros realizó durante un mes su jornada de retiro previo a la toma de posesión.
Por lo mismo, ayer se vio afectado por los acontecimientos que empañaron la toma de posesión. Al respecto, sostuvo que "todo lo que ha podido sufrir (Barros) durante estos días, lo ha ofrecido por el amor del pueblo que Dios le ha confiado, sobre todo a los más pequeños y los más pobres. Por todo eso está aquí, por fidelidad al Papa y por amor a un pueblo que Dios lo ha enviado a servir".
"manipulación"
Respecto a lo sucedido al interior del templo católico, el sacerdote español sostuvo que "no revela una división del pueblo de Dios, sino de una manipulación de un margen que no está con la Iglesia, y de un pueblo de Dios que lo ha defendido y abrazado (...) Ha habido un gesto blasfemo en la celebración de la eucaristía. En la Iglesia Católica hay una profunda libertad y una legítima representación y se le puede decir al Papa lo que realmente a uno le parece con libertad de corazón, pero hay unos límites que no se pueden superar", remarcó el jesuita.
En el mismo tenor, el obispo de Los Ángeles, Felipe Bacarreza, señaló que el momento que se vivió en el acceso a la Catedral y todo el rechazo que se ha generado contra el nuevo obispo es un momento incómodo para la Iglesia y sus miembros.
"Sería mejor que toda la Iglesia Católica adhiriera al Sumo Pontífice en obediencia, porque en la Iglesia existe el principio de la obediencia, es una virtud cristiana", expresó Bacarreza.
Explicó que el representante de San Pedro en la tierra es el Papa y lo que él nombra es aprobado por Dios. "El Pontífice es quien está más preocupado por la Iglesia y visto todos los antecedentes, lo ha nombrado con la luz del Espíritu Santo, lo que nosotros debemos acoger", dijo.
En tanto, el nuncio apostólico, monseñor Ivo Scapolo, ingresó a la Catedral a las 9.30 de la mañana de ayer, donde señaló haber llegado a la ciudad la tarde del jueves, que estaba tranquilo y que el ambiente era calmo.
Sin embargo, Mario Vargas, agente pastoral y parte activa del Movimiento Laico se acercó para plantearle la molestia por el arribo del nuevo obispo a Osorno. Incluso le expresó "usted se equivocó con apoyarlo y la Iglesia está dividida en Osorno". Ante esas palabras, el nuncio sólo sonrió e ingresó a la Catedral.