Puente en avenida Portales I
Coincido con el comentario del ex alcalde Mauricio Saint-Jean en El Austral del sábado pasado (Carta al Director) sobre el anuncio del excelente proyecto de la doble vía por Pilauco, pero oponiéndose al nuevo puente sobre el Damas hacia Freire por alterar la belleza del Parque Cuarto Centenario y congestionar más el centro, y a la vez apoyando el puente que da continuidad a avenida Portales hacia el norte.
Las opiniones que su diario publica bajo cartas surten su efecto, como ocurrió con la fallida propuesta del anterior alcalde sobre destinar Ramírez como paseo peatonal, reemplazándose como en la actualidad: sólo para vehículos, lamentablemente sobre adoquines.
El puente sobre el río Damas desde Portales hacia Pilauco (en vez del nuevo puente hacia Freire) debería ser otra realidad.
David Benavente
Puente en avenida Portales II
El jueves pasado se publicó en El Austral de Osorno un reportaje titulado "Proyectan auge inmobiliario en Pilauco con nueva doble vía", lo que generó una muy acertada carta a vuestro diario de nuestro ex alcalde, Mauricio Saint-Jean Astudillo, a quien le encuentro toda la razón. Aquí cabe una consulta ciudadana.
Respecto del paso de la doble vía por calle Freire, entre el empalme con Pilauco y Los Carrera, con 560 metros lineales, para poder obtener una pendiente longitudinal aceptable en una moderna carretera como es la que se pretende, todo este tramo tendría que ser una completa conjunción de viaducto más el puente sobre el río Damas, una obra al más puro estilo helvético. Nuestro país nunca llegará a tener el poder económico de Suiza, sin embargo, si se ejecuta como lo propone nuestro ex alcalde en cuanto a unir la avenida Portales con la doble vía a Pilauco, no necesitaríamos viaductos, sino que sólo un puente normal, solución que es muchísimo más económica.
Por ello encuentro que sería importantísimo darle una oportunidad a la ciudadanía para que se pronuncie por cuál solución se inclina para este proyecto.
Fernando Barrientos Anastasi
Inundaciones en Rahue
Las grandes inundaciones producidas por el río Rahue (Damas) han quedado graficadas en la historia de la ciudad, aunque las situaciones del presente no son comparables, porque antaño Rahue era denominado la Venecia del sur.En épocas pretéritas, después de una semana de lluvias ininterrumpidas el río se desbordaba y la imprevisible fuerza de su corriente arrasaba árboles, casas y animales y sus aguas en algún momento llegaban hasta el Teatro Rahue.
Las inundaciones y consiguientes damnificados se producen porque en siglos pasados se levantaron viviendas en el espacio de la cuenca de los ríos, y cuando éstos se desbordaban, recuperaban sus límites naturales. He ahí la consecuencia y problemas en Francke, situaciones de igual índole han producido tragedias en el norte y sur del país con los ríos que nacen en la cordillera.
Quitarle espacio al discurrir del cauce milenario del río amerita una solución, para así evitar inundaciones mejorando sus defensas. Incluso la calle Iquique, al estar bajo el nivel del río, constantemente se inunda, por lo que los colectores de aguas lluvia que se instalarán en avenida República solucionarán este problema.
En las orillas del Rahue concretamente no hay erosión, pero sí intervención humana (como en Cancura), conllevando por este motivo agrandar artificialmente su cuenca, disociando el paisaje y produciéndose daño ambiental y sicológico en las comunidades aledañas al sector. El río Rahue amerita un potenciamiento para hacerlo navegable y mejorar su estética, porque no es posible que los entornos del antiguo puente San Pedro estén llenos de murra, basura y mimbrera que obstaculizan la visual. En este tema mucho tienen qué decir la Cámara Chilena de la Construcción, colegios, facultades de Arquitectura, Gobernación, artistas, cacicado, ambientalistas y el Consejo de Desarrollo Social Pro Comuna Rahue.
Omar Andrade Álvarez, presidente del Consejo de Desarrollo Social Pro Comuna Rahue
Museo de la Memoria
La discusión en torno al Museo de la Memoria nos lleva necesariamente a preguntarnos si realmente está siendo un punto de encuentro. Claramente comprender el proceso de violencia política en Chile involucra generar una visión más amplia, comprender de qué manera a mediados de los 50 y la década de los 60 ya existían violaciones a los derechos individuales que eran fomentados por grupos políticos y armados.
Es necesario que el Museo de la Memoria sea un punto de encuentro, no de división, en donde las presentes generaciones comprendan que la república y sus principios son pilares fundamentales para la convivencia y lograr progreso para nuestro país.
Francisco Sánchez