La violencia está destruyendo el fútbol por dentro, igual que la corrupción. Unos pocos han ahuyentado a las familias de los estadios. Los que dirigen este deporte deben entender que ofrecen un espectáculo, por tanto es imposible que los hinchas sean sometidos a tal nivel de inseguridad, dentro o fuera de los recintos.
El último boletín estadístico que presenta en su página web el Plan Estadio Seguro, al 31 de octubre de 2015, da cuenta de que el 98,4% de los partidos se disputaron en normalidad y que sólo el 1,6% registró incidentes. A simple vista, se pudiera hablar de un control respecto de la violencia en los estadios. Sin embargo, los hechos ocurridos en las últimas semanas aún no permiten una afirmación tal.
En sólo una semana, los saqueos, robos, riñas, agresiones y daños tanto a la propiedad pública y privada se tomaron este deporte, que infructuosamente se ha buscado devolver al hincha sano y a las familias. La delincuencia se sigue imponiendo.
El primer episodio se vivió en La Serena, a mediados de la semana recién pasada, cuando Colo Colo y la Universidad de Chile definieron la Copa Chile. Y se repitió el domingo en Valparaíso, tanto dentro del estadio Elías Figueroa, como fuera de éste. Los 14 detenidos informados oficialmente a raíz de los incidentes, son una cifra casi inverosímil comparada con lo que todo el país pudo ver por TV en la cancha y en las calles.
Si bien se registran sólo seis partidos con incidentes en el informe de Estadio Seguro, el nivel de violencia que se alcanza es determinante. Preocupa también la reincidencia de hinchadas en estos hechos. Los registros de desmanes corresponden a encuentros en que estuvieron U. de Chile, Colo Colo, Wanderers, Everton, Rangers, Curicó Unido, Huachipato y Audax Italiano. Aficionados de los clubes de mayor convocatoria nuevamente son los que se ven involucrados.
Se debe entender que la violencia en el fútbol no necesariamente parte en los estadios. Todas las medidas para frenar esta escalada deben comenzar desde fuera del fútbol, porque muchos de los "hinchas" que generan incidentes, ni siquiera llegan a un estadio. Es violencia pura que se escuda y usa el fútbol.