México se alista para celebrar hoy la inédita elección de jueces y magistrados, en medio de críticas de la oposición, amenazas de boicot y la posibilidad de una escasa participación ciudadana.
La elección, la primera de este tipo que se organiza en el país, fue impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), quien buscaba "democratizar" el poder judicial en México, es decir, que los ciudadanos eligieran a sus integrantes y no el Senado, como ocurría anteriormente.
La iniciativa fue aprobada por el Congreso en septiembre de 2024, en los últimos días de gobierno del exmandatario, y recibió fuertes críticas de la oposición que argumenta el riesgo de abrir las puertas a que jueces respondan a poderes fácticos, incluido el crimen organizado.
Resistencia pacífica
El proceso ha generado el rechazo de la oposición política, que ha llamado a boicotear las elecciones, y planea una marcha el mismo domingo para mostrar su inconformidad.
"La votación del poder judicial no tiene nada qué ver con la democracia. Al contrario, atenta contra la división de poderes en nuestro país", ha señalado la senadora y excandidata presidencial Xóchitl Gálvez.
Dirigentes y especialistas han sugerido el voto nulo o simplemente no participar, pues consideran que es un proceso "absurdo", poco claro y confuso.
"Se trata de un proceso absurdo, en el que las personas votan por un candidato que no conocen, para puestos cuyas funciones ni siquiera imaginan, en boletas inescrutables que además no serán contadas por los ciudadanos, se contarán en lo 'oscurito'", señaló Macario Schettino, profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
El docente hizo un llamado a no participar en la elección "para no ser cómplice de esta farsa, de la destrucción de la República".
La consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, ha expresado su preocupación por las campañas que llaman a evitar el voto, pues asegura que la participación es "un compromiso democrático".
Elección bajo la lupa
El proceso será observado por misiones nacionales e internacionales. La Organización de Estados Americanos (OEA) ha enviado una delegación reducida para monitorear el desarrollo de la jornada electoral.
En total, se estima que unos 375 extranjeros, provenientes de 40 países, observarán la jornada electoral.
En ese sentido, la secretaria ejecutiva del INE, Claudia Arlett Espino, aseguró que el resultado que se obtenga sobre la participación de los mexicanos en la jornada tendrá un "alto grado de confianza" y dejó en claro que, con excepción de las autoridades electorales, nadie tendrá acceso a la información que emane directamente de lo asentado por los funcionarios al cierre de las casillas.
El INE ha prometido que el proceso será "íntegro y transparente", aunque ha advertido que el cómputo tomará unos 10 días.
Expertos han anticipado que la inédita elección del domingo podría contar con una participación ciudadana baja, en parte debido al desconocimiento generalizado sobre los perfiles en contienda y la función del poder judicial.