La OMS anuncia que reducirá a la mitad sus departamentos y los miembros de su equipo directivo ante los recortes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reducirá a la mitad sus departamentos, así como los miembros de su equipo directivo con el fin de eliminar gastos y poder sobrevivir al recorte del financiamiento del Gobierno de Estados Unidos.
Una de las primeras decisiones del presidente Donald Trump al iniciar su segundo mandato fue retirar a su país de la OMS, lo que ha dejado a la organización con problemas financieros y le ha obligado a reformular su próximo presupuesto bienal (2026-2027), disminuyéndolo a 4.200 millones de dólares, frente a los 5.300 millones previstos inicialmente.
Esto coincide con los recortes paralelos de la ayuda internacional de EE.UU, que están afectando el acceso a la salud en setenta países que "justamente ahora necesitan una OMS fuerte", dijo su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la primera jornada de la asamblea anual de la organización.
Ante ministros de Salud de los más de 190 países miembros de la OMS, Tedros confirmó que no queda otra alternativa que reducir personal y comprimir las prioridades porque "la organización no puede hacer todo lo que los Estados miembros le piden con los recursos de los que dispone".
Se ha calculado que la brecha salarial para el bienio 2026-2007 se eleva a 500 millones de dólares.
En esta asamblea, que se inició con un tono grave por esta crisis, los Estados miembros deberán no solo aprobar un presupuesto para los próximos dos años reducido a 4.200 millones de dólares (21% menos de lo proyectado antes del regreso de Trump a la Casa Blanca), sino comprometerse a que dotará a la organización con estos recursos.
Advertida de que esta situación podía sobrevenir, ya que Trump había decidido en su primer mandado retirar a EE.UU. de la organización -decisión que fue revocada luego por el presidente Joe Biden-, la OMS emprendió hace algunos años una reforma financiera.
Una de las medidas centrales fue plantear a los Estados miembros que sus contribuciones obligatorias debían aumentar progresivamente hasta representar al menos el 50% del presupuesto base, que en los más de 75 años de labor de la OMS había sido financiado principalmente por contribuciones voluntarias de los países.
Tanto en contribuciones obligatorias como voluntarias, EE.UU. había sido siempre el primer donante de la OMS.
En la situación actual, sumadas las contribuciones obligatorias y un mecanismo adicional existente para la recaudación de donaciones, la OMS podría tener asegurados 2.600 millones de dólares o el 60% del total, lo que dejaría una brecha de 1.700 millones.
"Sabemos que con el panorama actual, movilizar esa suma será difícil", reconoció Tedros, quien recordó que se trata de una cifra ridícula si se compara con los "2.100 millones de gastos militares en el mundo cada ocho horas" o que esta última cifra equivale también al precio de un bombardero.
El hecho de que esta situación crítica para la OMS coincida con el aumento de las necesidades sanitarias en los países más vulnerables por la reducción general de la ayuda internacional de EE.UU. es una mala noticia adicional.
"En al menos 70 países los pacientes no están recibiendo sus tratamientos, los centros de salud han cerrado, trabajadores sanitarias han perdido sus empleos y más gente debe pagar de sus bolsillos los gastos (médicos)", recalcó Tedros.