En el funeral del Papa Francisco ¡qué suerte!... ¿suerte? Casualidad, azar, fortuna ¿fortuna? Sin duda, y siendo el deseo del Papa Francisco, tener un funeral sencillo igual pascual debe haber costado una fortuna (seguridad, organización, alojamiento, etcétera)
Cercano, espontáneo, progresista, moderno, llorado, cuestionado y recordado, este hombre de la Iglesia Católica marcó su paso. Pasos sin zapatos rojos, sin pompa ni tanta solemnidad. Así era él, en el acierto y en la equivocación, entre su humanidad y la divinidad; argentino, jesuita y jefe del Estado Vaticano. El mundo fue testigo de la devoción e interés de miles de cristianos y más de algún moro que, sin importar el sol y el hambre ni poder cubrir sus necesidades básicas, soportó horas con el único objetivo de "estar ahí"
¿Estar ahí?, ¿dónde?. Aquí entre nos: ¿qué le pasa al homo erectus, que en pleno siglo XXI, tiene la necesidad de pasar, aunque sea un segundo, rodeando los restos mortales de una figura pública o privada?, ¿curiosidad?, ¿interés?, ¿morbo?, ¿impulso espiritual?, ¿cierre de un ciclo?, ¿qué...?
A través del tiempo hemos sido testigos de funerales donde las personas llegan "a estar ahí", viniendo de todas partes del mundo a rendir un homenaje a reyes, princesas, presidentes, deportistas, cantantes y o cualquier personaje con alguna connotación popular y cuyo cadáver es expuesto para que todos lo vean…
En este caso, se trataba de un jefe espiritual y que al igual que sus antecesores, sus restos son exhibidos según la tradición.
Hasta ahí, la exposición de una persona sin vida es cuestión de gustos o modo de ver la muerte, de despedir a una persona …
En fin ¿y a pito de qué este resumen superficial con ínfulas de tratado espiritual? .A pito que, a pesar de tantos millones de años, pareciera que ésta como otras civilizaciones, sigue adormilada, en manos de las dos fuerzas de siempre. Y nacerán y morirán líderes espirituales: Faraones, Papas, Popes, los Dalai o los Sha, religiones, tablas, evangelios y de un cuanto hay; pero seguimos atascados, asustados. Habitando un mundo cada día más incrédulo y agresivo, porque estamos más preocupados de ser jóvenes para siempre que entender "el ser" …
Aún más, hoy en esta civilización podremos llegar a Marte, jugar con IA o crear vida en probeta; pero al final por más que nos esforcemos por eternizarnos, no conseguimos superar el carácter natural de la muerte y seguimos descontrolados creando modos de vida, ritos que nos acerquen a la mayor incógnita del hombre: transformación, el próximo paso, salir de esta vida, "estar ahí" donde todos vamos a estar; morir… ¿O es muy tonto lo que estoy diciendo?...