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nuestra localidad, pero también tenemos muchos que vienen desde Osorno, buscando un proyecto educativo con pocos alumnos y que se sientan incluidos en relación a sus necesidades educativas especiales. Nuestro alumnado es heterogéneo", indicó.
Pero además de lo anterior, la directora Gabriela Velásquez comentó que muchas familias encuentran en este tipo de escuelas, y en particular en este proyecto, una ambiente cercano, familiar, personalizado, donde cada alumno y funcionario se conoce perfectamente.
"Nuestro entorno y las personas que trabajan acá generan un ambiente mucho más cercano, hay un compromiso de nuestra parte. La mayoría de los que aquí trabajamos vivimos en Osorno, tenemos funcionarios que vienen de Puerto Octay y otros viven aquí mismo en Pichil. Por eso para nuestros estudiantes es fuerte cuando terminan su proceso, porque dejan un ambiente familiar y seguro", expresó.
Frenar la migración
Otro proyecto educativo que está generando un profundo impacto en la provincia de Chiloé es el Liceo Insular de Quinchao, sobre el que su director, Osvaldo Ruiz, explicó los alcances que tiene este establecimiento.
"El Liceo Insular atiende a los sectores rurales insulares del Chiloé profundo, el Chiloé interior que llamamos nosotros. Llegan estudiantes de Quemchi con sus islas, las comunas de Quemchi y de Castro, y la provincia de Palena también nos aporta; asimismo, llegan alumnos de la costa de Chaitén y áreas rurales de la costa. Para hacerse una idea, recibimos alumnos de más o menos 45 escuelas rurales, que traen distintas experiencias de aprendizaje", relató.
Este establecimiento cuenta actualmente con 800 estudiantes y tiene todos los niveles de enseñanza; el 40% de sus alumnos proviene de la ruralidad insular y el 60% de centros urbanos, pero que no pasan más allá de los 3 mil habitantes.
En este caso, el establecimiento debe enfrentar un fuerte desafío, como es el despoblamiento de islas pequeñas, del mar interior, donde prácticamente no hay recambio poblacional en la actualidad.
"En los últimos 20 años ha habido una fuerte emigración de esa población hacia centros urbanos como Castro especialmente, Dalcahue o Puerto Montt; y en el último censo, nuestra comuna bajó dos mil habitantes y eso en una población de 9 mil es mucho, por eso estamos preocupados por lo que viene para el futuro y tenemos temor de que en 20 o 30 años más hayan islas donde no queden familias", expresó el educador.
Es por ello que el Liceo Insular está siendo una institución fundamental para frenar la migración de la zona, donde los estudiantes pueden optar a una educación científico-humanista, con buenos resultados en las pruebas de admisión a la educación superior de los últimos años.
Pero además de ello, se trabaja en la educación técnico-profesional, con especialidades agropecuarias, acuicultura y elaboración industrial de alimentos, que tiene que ver con todo el procesamiento de productos del mar que hay en Chiloé y la gastronomía.
"Felizmente nuestros estudiantes han creado nichos propios o se han incorporado al mundo del trabajo en el rubro gastronómico, que es muy potente en Chiloé y donde el turismo ha crecido enormemente en los últimos años, lo que ha significado que muchos jóvenes, que antes se iban, ahora se queden. Ello se traduce en que la población en edad fértil se haya podido mantener en los últimos 10 años", destacó.
Al respecto, el director ejecutivo del Servicio Local de Educación Pública de Chiloé, Pablo Baeza, precisó que es el más grande del país, con el mayor número de establecimientos rurales. "De 181 escuelas y liceos que están bajo nuestra administración, 113 se encuentran en el sector rural y 28 en islas del mar interior. Vale decir, el 80% de nuestras escuelas se ubica en los sectores rurales e islas de la provincia, razón por la cual uno de los enfoques prioritarios de nuestro servicio, es el trabajo con estos planteles y los microcentros", dijo.
Una impronta diferente
Otra experiencia que destaca en la región es la del Colegio Piedra Azul, ubicado en la comuna de Puerto Montt, específicamente en la zona de la Carretera Austral. La directora de este plantel, María Magdalena Acevedo, relató que llegó desde Valparaíso para ocupar este cargo.
"Yo elegí este proyecto, porque me gustan los liceos técnico-profesionales. El liceo está ubicado en el kilómetro 16, sector Piedra Azul, de la Carretera Austral y su proyecto educativo está centrado en recibir a estudiantes de esta zona. Es el único que hay por aquí", detalló.
El establecimiento dicta especializaciones técnico-profesionales como construcción, con mención edificación y acuicultura, con niveles de prekínder a cuarto medio; la mayoría de sus alumnos tiene ascendencia huilliche.
"Lo que más me gustó de este proyecto educativo es su entorno, que el colegio esté ubicado en un lugar maravilloso, mira hacia el seno de Reloncaví, lejos del ruido de la ciudad. Esta es mi primera experiencia en una escuela rural y siento que los niños son muy conocedores de la vegetación, de los animales, muy trabajadores y saben bien sobre el quehacer del campo. Trabajan en la recolección de mariscos, en la pesca, recolectan frutos como murtas, en la leña, cortan pasto, hacen cercos y ese es un valor que no se encuentra en los estudiantes de la ciudad", expresó.
La docente resaltó la cultura especial que se da en este caso, donde van generaciones de niños de las familias de la zona, pero ahora han llegado también de otras comunas gracias a su internado, donde optan por las especialidades, pero sin duda la impronta especial que tiene este establecimiento es gracias a su carácter público.
"Siento que esta administración le ha dado una importancia a la educación rural, que muchas veces está invisibilizada. Creo que desde la pandemia, cuando mucha gente emigró hacia el campo, ha habido una revaloración de estas escuelas, que muchas veces pueden entregar conocimientos o valores distintos a los de la ciudad", expresó.
Apoyo a educación rural
El vicepresidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago AG), Ricardo Montesinos, quien además preside la Corporación de Desarrollo del Sur, explicó que los gremios agrícolas de esta zona, compuestos por Saval, Aproval, Sago, Aproleche y Agrollanquihue, formaron esta corporación, que justamente trabaja en la educación técnico profesional agrícola.
"Apoyamos a estos colegios mediante giras, capacitación de profesores, de los alumnos, patrocinamos actividades como los Juegos del Agro y Ruta del Conocimiento, porque el campo se va despoblando en la medida que la juventud no ve oportunidades y nosotros sabemos que hoy día el campo ofrece muchas oportunidades, y muy buenas, para los chicos que son técnicos-profesionales agrícolas", destacó.
El dirigente agregó que en el agro actualmente se necesitan personas capacitadas y especializadas, quienes tienen opciones de renta más interesantes que en otros rubros.
"Desde que la corporación empezó a trabajar con los colegios técnico-profesionales, hemos logrado revertir la disminución de las matrículas, porque se ha demostrado que las oportunidades son buenas y existe necesidad de estos jóvenes, que tengan un oficio técnico en manejo de maquinaria, en mantenciones y robótica. Hoy necesitamos un conocimiento más que profesional, técnico", aseguró.
Ricardo Montesinos detalló que actualmente, en las regiones de Los Lagos y Los Ríos, hay 17 liceos técnico-profesionales, cuya matrícula es de unos 1.100 estudiantes.