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El obispo llama a terminar con la violencia e injusticias económicas

RELIGIÓN CATÓLICA. Cientos de fieles repletaron la mañana de ayer la Catedral San Mateo para conmemorar la entrada de Jesús a Jerusalén, lo que marca el inicio de Semana Santa. Son sus ramos en mano recibieron la bendición del pastor de la diócesis local monseñor Carlos Godoy.
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cronica@australosorno.cl

Una masiva muestra de fe se vivió durante la misa de Domingo de Ramos realizada la mañana de ayer en la Catedral San Mateo de Osorno. Los decenas de fieles alzaron alegremente sus ramilletes de laurel y espigas de trigo para que fueron bendecidos en recuerdo de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, lo que marca el inicio de las celebraciones de Semana Santa.

El acto solemne estuvo presidido por monseñor Carlos Godoy Labraña, quien durante su mensaje llamó avanzar hacia la paz para terminar con la violencia e injusticias económicas que se están viviendo en todas partes del mundo, las que generan graves consecuencias, especialmente para los más pobres y desvalidos.

En las 22 parroquias de la provincia se realizaron celebraciones, tales como procesiones en las inmediaciones de los templos, las que estuvieron marcadas por la alegría de los feligreses quienes con alabanzas y oraciones rememoraron el inicio de la Semana Santa que celebran los cristianos en el mundo.

Mensaje piadoso

La celebración de Domingo de Ramos en el principal templo católico de la provincia comenzó con una procesión desde el odeón de la plaza de Armas hacia la catedral, donde los fieles, portando ramos, entonaron alabanzas que evidenciaban el regocijo de sus corazones cristianos durante el último domingo de la cuaresma, para dar paso a la Semana Santa.

Durante la misa, que comenzó a las 11 horas, la catedral San Mateo poco a poco se fue llenando en cada uno de sus rincones -incluidos los asientos habilitados a los costados- e incluso quedaron personas de pie. La luz que ingresaba por los vitrales dejaba en evidencia la belleza arquitectónica del emblemático templo osornino.

"¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!" De esta manera, los discípulos de Jesús alabaron llenos de alegría el ingreso a la ciudad santa del Príncipe de la Paz. En sus cantos y alabanzas se expresaba la secreta esperanza de una pronta liberación de toda opresión", partió diciendo monseñor Godoy en la homilía.

Explicó que la Semana Santa es un tiempo para reflexionar, acercarse a Dios con humildad y fe, "el Señor decide entrar en ella montado en un asno, como un humilde peregrino de la paz. Se trata de un gesto significativo y profético para anunciar el Reino de Dios como un reino de paz y justicia frente a un pueblo sometido a través de la violencia y la injusticia. Un gesto elocuente, que no necesitó de muchas palabras. Jesús ofrece un reino de paz y justicia, no un imperio construido con violencia y opresión", dijo a los fieles el pastor de la diócesis local.

Relató que la humilde entrada de Jesús a Jerusalén es todo lo opuesto a las entradas triunfales que organizaban los romanos para tomar posesión de las ciudades que iban conquistando, "el Reino de Dios se impone por la paz. La entrada de Jesús en Jerusalén la actualizamos hoy como un anuncio profético ante la violencia y las injusticias de este mundo. Estamos siendo testigos de un ambiente mundial incierto, con guerras violentas que dejan tras de sí muertes de inocentes, pobreza, migración, niños huérfanos, tantos heridos, mutilados, miedo y destrucción. Por otro lado, la incertidumbre mundial ante la guerra económica de las grandes potencias y que tendrá graves consecuencias, especialmente para los más pobres", enfatizó el prelado.

Al término de su mensaje dijo, "Jesús necesitó un burrito para entrar en la ciudad. Necesitó también un lugar para celebrar la cena pascual con sus discípulos. Así también te necesita a ti para celebrar esta próxima Pascua y comunicar la alegría pascual a todos los que puedan recibir un testimonio de esperanza".

Una celebración

Al finalizar la homilía, nuevamente el obispo Carlos Godoy bendijo los ramos que los feligreses levantaban, siendo un momento de alegría y cercanía

"El Reino de Dios se impone por la paz. La entrada de Jesús en Jerusalén la actualizamos hoy como un anuncio profético ante la violencia y las injusticias de este mundo".

Carlos Godoy, obispo diócesis local.