Abril, impuestos mil
Juan Carlos Claret Pool,Colegio de Abogados de Osorno
En marzo se paga el impuesto llamado permiso de circulación; todo el año, el formulario 19; cada tres meses, las contribuciones sobre inmuebles y, ahora en abril, la operación renta. Quisiera aprovechar esta coyuntura para preguntarnos ¿por qué debemos pagar impuestos?. Lo primero es distinguir.
Lo que sucede, es que hay tributos que gravan a todas las personas por igual. Por ejemplo, ricos y pobres pagan el IVA en productos de primera necesidad. Pero ¿por qué a quien le cuesta "parar la olla" debería pagar lo mismo que un adinerado? A este problema se le llama Impuestos Regresivos, pues a un determinado grupo le afecta la capacidad de consumo, mientras que a otros la capacidad de ahorro. Si es tan clara la injusticia, ¿por qué no se cambia?. Decisión estatal, pues el IVA y el impuesto a los combustibles son fuentes significativas de ingresos. O sea, no es viable un estado sin ellos.
Situación contraria ocurre con los Impuestos Progresivos, que son los que afectan desigualmente a los desiguales, es decir, mientras más adinerado mayor es el impuesto. Esto ocurre, por ejemplo, con las contribuciones sobre inmuebles y con el impuesto a la renta. Y, al respecto, hay que ser claro: si usted termina pagando impuestos a la renta y no recibe la devolución, es porque durante el último año le fue bastante bien. Pero ¿por qué pagar al Estado por su esfuerzo?.
La respuesta pasa por comprender que enriquecerse tampoco es gratis. Para que usted emprenda y le vaya bien, no basta su puro esfuerzo personal, pues requiere de condiciones que superan su esmero, siendo provistas por la comunidad. Es la vinculación entre esfuerzo personal y los énfasis de la comunidad, lo que genera una cohesión donde el contribuyente se sienta en deuda con su entorno. Por ejemplo, sin seguridad e infraestructura pública, es muy improbable tener éxito en los negocios.
Pero ¿qué sucede cuando la sociedad jurídicamente organizada, es decir el Estado, no es capaz de proveer aquellas condiciones? Casos como el del bar Mala Fama, ubicado en calle Mackenna, que cierra por la delincuencia en el centro de Osorno, no es sólo el cierre de una empresa, sino un fracaso del Estado. Así ¿cómo cobrarles impuestos si éste les es ineficiente?.
Situación similar ocurre con las contribuciones, donde viviendas en los que el beneficio estatal es casi inexistente, suelen pagar altos tributos, generándose así una contradicción: mientras menos ayuda se recibe del Estado, mayor es el impuesto a beneficio de las arcas estatales.
Como pueden apreciar, el asunto no es pacífico y no tengo una respuesta clara, pero es una buena oportunidad para preguntarnos sobre los impuestos y conversar, más allá de la obligación legal.