Esta es la pregunta que un equipo de investigación consideró relevante estudiar en el período 2022-24, debido a que la capacidad de elegir depende en gran medida del marco de derechos que funciona en una sociedad.
Este marco de derecho y justicia social es fundamental para comprender la relación salud-enfermedad, debido a que las inequidades en salud son aquellas dimensiones de la vida que son injustas y evitables, que afectan el desarrollo de las comunidades, determinando en última instancia la vida y la muerte.
Los resultados del estudio develan que las intervenciones en salud consideran las desigualdades e inequidades como aspectos contextuales para comprender los problemas de salud, sin embargo, no son incorporadas como aspectos esenciales en las intervenciones, debido a que las acciones sanitarias están orientadas principalmente al síntoma, sin considerar las causas sociales que en gran medida condicionan las enfermedades.
Otro aspecto importante corresponde al desarrollo de programas de salud que opera sin diferenciación a lo largo del país, afectando la pertinencia territorial de las acciones sanitarias. Esto genera disociaciones importantes entre los lineamientos implementados desde la reforma de salud y las acciones que se pueden desplegar para promover estilos de vida saludables, debido a que la lectura de funcionarios y usuarios de salud es que faltan mecanismos institucionales que faciliten la adaptación de las acciones de salud respecto de las dinámicas territoriales, sociales, culturales, histórico o económicas.
En la medida que las acciones de salud se tornan homogéneas, se posterga la urgencia de incorporar a las intervenciones en salud, "problemas emergentes", asociados al acceso al agua, la demanda por territorios libres de contaminación, el impacto que la degradación ambiental genera en salud o las dificultades que se deben sortear para vivir una vida saludable.
En Chile, la oportunidad de elegir vivir sano está condicionado por factores aparentemente azarosos, sin embargo, la capacidad de escoger está estructurada significativamente por la discriminación y racismo, factores asociados a los procesos extractivos en los territorios, precariedad laboral, ingresos, configuración de las ciudades y la degradación ambiental.
La presencia de políticas públicas pertinentes con los territorios debe considerar un marco de derechos que fortalezca el desarrollo humano en equilibrio con su entorno. Aquello que es evidente por la abundante literatura asociada a desigualdades sociales, queda reducido al control y autorregulación que tienen las personas en su ingesta calórica. Por eso la urgencia de una salud vinculada al territorio.