Si bien aún queda un mes de verano, las noches más frías son un indicador del cambio estacional que se avecina. Y si bien esto no genera ningún inconveniente, lo cierto es que aquellas personas propensas a las alergias sienten de manera intensa estos procesos, incrementando la sintomatología.

La alergia es, en términos simples, una manifestación del aparato respiratorio ante la intolerancia de una sustancia determinada, que provoca una serie de problemas en quienes las padecen.

Se trata de una respuesta inmunológica o defensiva del cuerpo frente a una sustancia que, por norma general, no genera ningún tipo de reacción en la mayoría de las personas, la que es provocada por el polen, que es la partícula que emiten las plantas para fecundar.

Una de las más comunes, y que afecta a un importante número de la población, es la alergia al polen y la floración de los árboles representa una verdadera pesadilla que se manifiesta con ojos llorosos, ardor en la garganta e irritación nasal.

Los síntomas de las alergias son variados y pueden afectar a diferentes partes del cuerpo, como los ojos, la nariz, la garganta, los pulmones o la piel, y se manifiestan, generalmente, como conjuntivitis, irritación de nariz y garganta, congestión nasal y estornudos, y en casos más complejos, con dificultad para respirar.

De ahí que sea importante que las personas que manifiestan estos cuadros puedan acudir a un especialista para recibir el tratamiento indicado que les permita hacer frente a las alergias, evitando, claro está, la automedicación.

Se ha estrenado recientemente la película Cónclave, dirigida por Edward Berger y escrita por Peter Straughan, este último inspirado en la novela del británico Robert Harris, también llamada Cónclave. Se trata de una ficción de suspenso que teje toda una trama a raíz de la muerte del Papa vigente, cuyo nombre no es revelado en la película.

A lo largo del filme, se van mostrando los pasos que da el Cardenal Decano, quien tiene la misión de certificar la muerte del Papa, velar por la destrucción del anillo del pescador y sellar los apartamentos papales. Con una actuación extraordinaria, Ralph Fiennes, quien interpreta al Cardenal Thomas Lawrence como el decano, convoca al Cónclave para la elección del nuevo Pontífice.

La trama muestra principalmente las luchas de poder entre los cardenales. Naturalmente, el suspenso es provocado por las historias de vida que se van conociendo de algunos candidatos y la ambición de otros por alcanzar el poder.

Si bien la película hace el esfuerzo por representar lo más posible el escenario verdadero del Cónclave, hay una serie de detalles que distan mucho de la realidad. Con todo, lo que más me interesa comentar es que, al parecer, la película trata de instalar algunos temas controversiales en un ambiente gris, tenebroso y de poca profundidad. Si alguien quiere ver la película con el deseo de saber cómo es un Cónclave, qué se hace y cómo se desarrolla, no contará con los datos precisos.

Si se quiere ver una película profunda, con diálogos intensos y existenciales, tampoco los encontrará. Tal vez, lo único más relevante de la película sea la representación de un cardenal decano humano, que no esconde su fragilidad, que llora, que vive tensiones interiores, que se ve tentado por el poder, pero que a la vez se siente cansado y defraudado. Si se le hubiese sacado más partido a eso, habría sido, a mi juicio, una película muy distinta.

Si estamos buscando una película de suspenso, con luchas políticas, bien hecha desde el punto de vista escenográfico y con buena música, tal vez sea la película recomendada.

Por lo que he escuchado, un Cónclave es un espacio protegido para que actúe el Espíritu Santo, como le gusta decir al Papa Francisco respecto al Sínodo. Es un espacio donde la oración cumple un papel fundamental. Un momento de reflexión y discusión profunda en el que se trata de perfilar al hombre que se necesita para ese momento concreto de la historia de la humanidad. Un espacio de encierro, con llave (eso significa Cónclave), que se protege de la influencia de los medios de comunicación y de la opinión pública para tratar de ser lo más fieles posibles a las inspiraciones del Espíritu Santo. Recomiendo ver la película con ojo crítico.