La provincia registra el mayor déficit de agua caída en 72 años
BALANCE. Según estadísticas de la Dirección Meteorológica, durante 2024 se acumularon 705,9 milímetros (mm), siendo los niveles más bajos desde 1952, que es cuando parten los registros virtuales. Le siguen 2021 con 744,2 mm y 1988 con 767,4 mm. El déficit es de 43% en comparación con un año normal, que es de 1.235,5 mm.
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Este 2024 se consolida como el año con mayor déficit de agua caída de los últimos 72 años, llegando a un total acumulado de 705.9 milímetros, lo que equivale a un 43% menos que los 1.235,5 milímetros de lluvias caídas en un año normal.
Esto, según las estadísticas de la Dirección Meteorológica de Chile, que evidencian que en la zona se registra la temporada más seca desde 1952, siendo además el sexto año consecutivo en que se registra un déficit de lluvias.
Las estadísticas son una pésima noticia para la agricultura y el mundo rural, donde la inaccesibilidad al agua potable es una realidad que enfrentan miles de personas que dependen de la entrega del vital elemento en camiones aljibe.
De hecho, en estos últimos seis años se registraron los dos años más secos de las últimas 7 décadas, como son 2024, que termina en una semana; y el 2021, donde se llegó a un total acumulado de 744,2 milímetros, con un déficit de 39,8% en comparación con el año normal que siempre considera 1.235,5 milímetros de agua caída. En tercer lugar está 1988, con 766,4 mm de agua caída, llegando a un déficit del 37,9%.
Esta realidad para muchas personas resulta algo sorprendente, porque la percepción es que hubo un invierno duro, lo que estuvo relacionado con las bajas temperaturas y los días cuando llovió, las precipitaciones fueron intensas, pero en un corto periodo.
Histórico provincial
Según cifras disponibles públicamente en la página web del organismo, durante 2024 se registró el mayor déficit de agua caída en 72 años. En total precipitaron 705,9 milímetros, lo que equivale a un déficit de 43% en comparación con un año normal, que siempre considera 1.235,5 milímetros de agua caída.
Fernando Santibáñez, doctor en Bioclimatología y académico de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la Universidad San Sebastián, explicó que las razones se deben a que en toda la costa del país hubo presencia de agua fría.
"Eso generó la consecuencia lógica que el anticiclón del Pacífico, que es de alta presión, se estacionara muy al sur y en posición oblicua desde el noreste al sureste, es decir, formó una pantalla perfecta para que los frentes que vienen desde el océano choquen al llegar y al no poder traspasarlo, se desvían hasta ingresar al continente en la zona de Aysén, pero muy debilitados. Ahora se ha venido observando después del año 2000 que el anticiclón se mueve extraordinariamente hacia el sur, cuando anteriormente en verano se ubicaba como a la altura de Concepción, por lo que desde ahí al sur los frentes que dejan lluvias pasaban sin problema y los años tenían precipitaciones normales o muy cercanas a eso", argumentó el profesional.
Y agregó que "el anticiclón trae sequía, porque es una pantalla que impide el ingreso de frentes desde el Océano Pacífico, siendo un fenómeno que lo más probable está asociado al cambio climático".
Las estadísticas evidencian que las precipitaciones mensuales fueron en enero (9.0 mm), febrero (9,8 mm), marzo (99,8 mm), abril (25,6 mm), mayo (10mm), junio (166,9 mm), julio (73 mm), agosto (58 mm), septiembre (136,6mm), octubre (22,6 mm), noviembre (87,6) y diciembre (7 mm), con un total acumulado de 705.9 mm.
Los meses con mayor déficit fueron abril, que llegó a 25,5 mm, y lo normal para ese mes son 105.8 mm; mayo con sólo 10 milímetros de agua caída, mientras que en un año normal se deben registrar 155 mm; julio con 73 mm (se deben registrar 162.2 mm); y agosto con 58 mm, cuando en un año normal precipitan 166,2 mm.
En tanto, las estadísticas
"La ciencia climática ha enfatizado en todos los tonos que estamos frente a una realidad que se quedará con un futuro más seco".
Fernando Santibáñez, agroclimatólogo