El Ejército israelí urgió anoche a los civiles libaneses evacuar varias zonas del suburbio sur de Beirut, conocido como el Dahye y bastión de Hizbulá, al tiempo que continúa atacando el sur del Líbano con "artillería" y tras anunciar a Estados Unidos de una incursión terrestre "limitada".
"Estás en las proximidades de las instalaciones de Hizbulá y las Fuerzas Armadas actuarán con fuerza contra ellas. Por su seguridad y la de sus familiares, debe evacuar estos edificios inmediatamente y mantenerse al menos a 500 metros de ellos", pidió en la red social X el portavoz castrense israelí, Avichay Adraee, en árabe.
En la frontera israelí, según pudo presenciar un fotógrafo de EFE, se produjeron "fuertes bombardeos de artillería" contra el sur del Líbano, pero aún no está claro si sus fuerzas han cruzado o no al país vecino.
Adraee publicó en X varios mapas de los barrios de Lila, Haret Hreik y Burj el Barajneh, señalando en ellos tres edificios en rojo y una circunferencia, en relación al área de 500 metros a la redonda que los civiles deben despejar.
"Siguiente etapa"
Estas directrices se produjeron en paralelo a persistentes rumores sobre una "inminente" invasión terrestre del Líbano, después de que fuentes israelíes y estadounidenses así se lo confirmaran al diario The Washington Post, y de que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunciase que "la siguiente etapa de la guerra contra Hizbulá comenzará pronto".
El Gobierno israelí aprobó la próxima fase de sus "operaciones" bélicas en el Líbano, confirmó una fuente familiarizada con las discusiones al diario Haaretz, sin dar más detalles.
El Ejército israelí ya declaró varias comunidades a escasos kilómetros de la divisoria con el Líbano "zona militar cerrada", prohibiendo la entrada a cualquier persona en ellas, lo que fue una señal de preparativos militares en estas zonas.
Y el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, reveló que "he visto algunos informes sobre operaciones terrestres. Tuvimos algunas conversaciones con ellos. Nos dijeron que se trata de operaciones limitadas centradas en la infraestructura de Hizbulá cerca de la frontera".
Miller agregó que corresponde a Israel dar más detalles sobre "el momento y el propósito" de estos operativos.
Hizbulá "preparado"
En respuesta a estos anuncios, Naim Qassem, al mando de Hizbulá tras la muerte de Hasán Nasrala, afirmó que "sabemos que la batalla puede ser larga y las alternativas están abiertas para nosotros. Si los israelíes deciden entrar por tierra, las fuerzas de la Resistencia están preparadas para el combate terrestre".
En un tono solemne, el clérigo se mostró confiado de que Hizbulá saldrá "victorioso" pese a las numerosas pérdidas que ha sufrido durante casi un año de enfrentamientos con Israel, especialmente en los últimos días.
Lejos de reconocer la dureza de los golpes sufridos en el mismísimo corazón de la formación, Qassem tan solo pidió a sus combatientes y simpatizantes "un poco de paciencia y de material (militar)" para responder a una mayor escalada de Israel.
"Quiero que sepan que lo que estamos haciendo es lo mínimo", añadió en tono tranquilizador, en un momento en el que la formación sigue conmocionada tras el asesinato de Nasrala y el país entero espera al nombramiento del próximo líder, una decisión que según Qassem se tomará "lo antes posible".
Una muestra de esa resistencia se vio con el lanzamiento por parte del grupo islamista del primer misil antibuque contra el norte de Israel tras un año de hostilidades entre ambas fuerzas militares.