Cuando el Overo Negro era la raza bovina favorita para el rebaño ganadero del sur
Fue traída desde Europa como una buena alternativa para mejorar el rendimiento de la agricultura nacional. Logró gran notoriedad en la primera mitad del siglo XX, con numerosos e insignes criaderos dedicados a su desarrollo.
La ganadería en la zona sur del país, específicamente en lo que hoy son las regiones de Los Lagos y Los Ríos, se vio fuertemente influenciada por las razas que importaron los inmigrantes alemanes, como una forma de mejorar el rebaño. Hasta su llegada a mediados del siglo XIX, el vacuno predominante -y lo fue desde la conquista de Chile- era aquel descendiente de los ibéricos traídos por los españoles, un animal que había logrado adaptarse al medio y era llamado "indiano" o "criollo". Era fuerte, rústico y muy útil para los entornos hostiles, pero de baja producción de carne y leche. Por ello los recién llegados no tardaron en importar razas que dejaran más ganancias y permitieran el crecimiento de los predios ganaderos.
Una experiencia que fue un referente digno de recordar, fue el notable avance que tuvo la raza bovina Overo Negro a mediados del siglo anterior.
Según relata el estudioso Teodoro Schneider, en su obra Agricultura Chilena de 1890, los primeros ejemplares comenzaron a llegar al país a finales del siglo XIX. Fue en 1890 que arribaron algunos bovinos Overo Negro con el propósito de mejorar la precaria ganadería existente. Un grupo de toros y vacas que causaron expectación entre los hacendados de la época, fueron importados por Luis Besa, poco después lo siguieron Juan Hageman y Juan Fleischmann. Para 1900 ya existía un número interesante de entusiastas por la raza Overo Negro, que prometía prosperar en el país.
Criaderos
En 1937, el criadero más importante de Overos Negros en Chile era "Los Riscos", de Bernardo Minte, situado a orillas sur del lago Llaquihue, a 30 kilómetros de Puerto Varas. En esto le siguieron agentes importadores como Bertoldo y Julius Meyer, Peter Himpkamp y Carlos Müller-Holtkamp, que con esmero se dedicaron a traer ganado reproductor fino desde Europa. Las otras crianzas estaban concentradas en los alrededores de Osorno y Valdivia.
Durante la primera mitad del siglo anterior, en especial en la zona ganadera sur, se crearon varios exitosos criaderos, entre los que se destacaron en 1945, para la provincia de Valdivia, el fundo Calcufilo de Teófilo Grob; Chihuao de Otto Hoffmann; Collico de Sociedad Kunstmann; Las Lomas de Edmundo Haverbeck; Corcovado de Otto Frerck; Puamo de Carlos Bischoff; y Tres Bocas de Eugenio Gaertner, entre otros.
En Osorno estaba Río Blanco, de Werner Pasenau; Remehue de Arnoldo Scholz; Murrinumo de Emilio Sommer; Curaco de Heinz Sunckel; Caracol de la Comunidad Iroumé; Huillinco de Edmundo Keim; Apalte de Carlos Sotomayor; Los Saltos de Arturo Klocker; Esmeralda de Alfonso Buschmann; Las Quemas, de Santiago Hott; Nochaco de Oscar Gaedicke; Crucero Viejo, de Hugo Schilling; Chacayal de la comunidad Vásquez Becker; El Roble de Jorge Momberg; y Osorno, de Bruno Kylling.
Incluso en la lejana isla de Chilloé estaba para 1948 el criadero Piruquina, de Andrade y Cifuentes en Castro; Los Pinos, de Lautaro Vera en Chonchi; y Ancud, de la Escuela Agrícola elemental en Ancud.
La Revista Agricultura Austral, publicada por la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago), en su edición de enero de 1937, dedicó extensos artículos técnicos e informativos al desarrollo de esta raza, con la descripción de las que ya estaban en el país.
"Entre las diferentes razas bovinas que interesan en Chile, al Overo Negro Alemán es el que ha tenido más éxito. Estudiando la estructura genética de esta raza, se puede ver claramente que los reproductores de la Frisia Oriental, tanto machos como hembras, son los más importantes", señala una de las notas.
Y agrega: "Todavía no hace cien años que la zona sur, hoy la más importante para la ganadería, estaba cubierta de inmensas selvas vírgenes. Sin duda estos bosques estarían intocados si el Gobierno chileno no hubiera colonizado el sur, inspirado por el conocido pionero Rodolfo Armando Philippi. En los primeros tiempos había en Chile solamente una raza bovina, el llamado vacuno 'criollo', que es descendiente directo de los primeros animales llevados a América del Sur por los conquistadores españoles. De ellos se formó un tipo muy resistente, rústico, de pequeña producción lechera y de desarrollo muy tardío. Desde mediados del siglo pasado este animal crioIlo se fue cruzando con casi todas las razas europeas y americanas, y entre todas ellas predominaba casi exclusivamente el Shorthorn. Naturalmente se empezaron a formar casi simultáneamente crianzas finas de diferentes razas. En este caos racial se distinguen actualmente tres grupos: 1. Productores de carne, el Shorthorn fino y el Shorthorn mestizo; 2. Productores de carne y leche (en proporción 3:2) el Overo Colorado Alemán, en Chile corrientemente llamado Clavel Alemán; y 3. Productores de leche y carne (en proporción 3:2) el Overo Negro, corrientemente, pero equivocadamente llamado Holandés. Estas últimas dos razas se basan principalmente en líneas genealógicas alemanas. Aunque en el centro de Chile encontramos rebaños Holstein-Frisian originarios de Estados Unidos, de bastante importancia, no nos cabe la menor duda que en algún tiempo serán absorbidos por las líneas alemanas, que son de mejor calidad".
Ya en los años 40 había en los registros de la Sago no menos de 70 criaderos de ganado Overo Negro doble propósito inscritos.
El origen en Europa
Los Overos Negros importados al país se trajeron de un área de extensión bastante considerable. Dominaron la producción en todas las llanuras o tierras bajas del norte de Europa. La Frisia y Prusia Oriental y Occidental, Pomerania Brandeburgo, Hannover y Oldenburgo, donde tienen ganado casi exclusivamente Overo Negro mixto; también se importó de Holanda, de donde toma en Chile su nombre genérico de ganado holandés.
Ya en 1944 estaba consolidada la raza para aquellos predios que incursionaron como criaderos y producción de leche primero y un buen ternero de carne después, no obstante, era notorio que los criadores de ganado fino debían realizar grandes esfuerzos económicos para montar un criadero de buena forma, ya que los reproductores debían recibir cuidados y alimentación especiales, atendiendo el grado de perfeccionamiento zootécnico al que habían llegado. Una cifra revela que para 1943 se inscribieron 7.346 ejemplares de esta raza, de los cuales 2.145 correspondieron a reproductores machos.
"En Chile falta absolutamente la enseñanza técnica al personal y además el cariño hacia los animales; el éxito del criador depende casi exclusivamente de la dirección personal de la empresa, diferenciándose aquí totalmente su trabajo del realizado por el criador europeo", agrega una nota de la Revista Agricultura Austral.
La publicación de 1937 detalla que "tal vez sea interesante observar que la mayoría de los chilenos de ascendencia alemana se dedican a la agricultura y, especialmente en el sur, la ganadería y crianza fina está casi exclusivamente en sus manos. Ellos cultivaron unos 10.000 kilómetros cuadrados, es decir, más o menos el 4,33% del suelo cultivable total".
Doble propósito
Desde la perspectiva del desarrollo de la ganadería nacional, la introducción del Overo Negro era el justo equilibrio para conjugar la producción carne y leche. En un congreso ganadero del año 1948 realizado en Osorno, se aprobó que "como una medida de intensificar racionalmente la producción de carne y leche, se recomienda preferir aquellas razas de prestigio internacional y de doble propósito, cuyos indiscutibles beneficios son ampliamente reconocidos en nuestro país".
Recogimos de una publicación especializada el siguiente comentario: "esta raza, el Overo Negro Europeo, ha alcanzado extraordinaria calidad en nuestra zona, siendo superior en uniformidad a los Overos Colorados. Esto se explica con facilidad estudiando el origen y formación de ambas razas. Los Overos Negros provienen de la vaca de Frisia, animal que constituye el prototipo del ganado doble propósito".
Hasta el presente, poco o nada se hace por recuperar el sitial de esta raza en la ganadería nacional. Puede decirse que ella se ha sumido en la oscura noche de los tiempos y otras razas, como la Holstein, Jersey, Angus y Overo Colorado, dominan el rebaño sureño.
la ejemplar de overo negro "Brünette", del Criadero "Crucero Viejo" en purranque, en 1944.
aviso del criadero "huillinco" donde se ofrecían reproductores.