Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos ayudan a salvar a muchas personas cada año, y aumentan la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades que podrían ser mortales. También permiten la aplicación de procedimientos médicos y quirúrgicos complejos.
Los componentes sanguíneos son requeridos en situaciones tan variadas como accidentes, operaciones, trasplante de órganos, tratamientos oncológicos, pacientes con quemaduras graves, enfermedades que producen anemia, etc., por lo que se trata de un recurso muy valioso y que representa un gesto invaluable, ya que el donante anónimo ayuda a salvar vidas. En el proceso de donación se extraen 450 mililitros de sangre, que permiten preparar cuatro componentes distintos: glóbulos rojos, plasma, plaquetas y crioprecipitado, que se transfundirán a diferentes enfermos en función de sus necesidades.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, nuestro país tiene una tasa de donación de 17 por 1.000 habitantes, inferior a lo necesario y muy por debajo de otros países. No contar con este importante recurso trae, entre otras consecuencias, la cancelación de cirugías, las que deben reprogramarse y, en el mejor de los escenarios, efectuarse una vez que se cuenta con la sangre necesaria.
Los llamados en la provincia se centran especialmente en los jóvenes para garantizar un suministro seguro. En muchos países, ellos han estado en la vanguardia de las actividades e iniciativas encaminadas a lograr el objetivo, con la participación de voluntarios no remunerados.
Existen 51 lugares fijos de donación de sangre en todo el país, dependientes de los Servicios de Salud existentes. Los planes realizados por esos establecimientos tienen por objetivo mejorar la calidad de la atención a donantes y optimizar el tiempo de trabajo en los centros, aumentando paulatinamente el número de donaciones altruistas repetidas.
Para ser donante hay que tener documento de identidad, edad de 18 hasta 65 años y pesar más de 50 kilos, entre otros requisitos. También hay una especial preocupación en las entrevistas para prevenir que intervengan posibles contagiados con virus VIH.