¿Stalin?, ¿Castro?, ¿Honecker?, ¿Pol Pot?, ¿Ceausesco?, ¿Mao?, ¿Kim Jong-un?. Grandes dictadores de izquierda, entre otros tantos que han violado a la humanidad, además de una serie de reyezuelos que viven en "lujo asiático/africano/ medio oriental" y tienen al pueblo en la miseria.
¿Dictadores?, por supuesto, también lo fue Franco en España y Pinochet en Chile. El primero entregó un país próspero y con una futura democracia en convivencia con un rey; y el segundo entregó el mando después de perder la elección, con pena y preocupación sin duda, pero sin derramar una gota de revolución.
¿Revolución? Del latín revolutio "una vuelta". Cambio social organizado, masivo, intenso, repentino y generalmente no exento de conflictos violentos para la alteración de un sistema político, gubernamental o económico.
Para qué nos hacemos los lesos, todos sabemos perfectamente lo que es una revolución y un dictador.
¿Dictador? Persona que concentra todo el poder y reprime los derechos humanos y las libertades individuales.
Este sí que es pelambre: el mundo ha sido testigo del actuar del señor Maduro, de la pobreza en la que tiene sumida a sus ciudadanos, ni progreso ni libertad de expresión, más de 7 millones de venezolanos fuera de su querido país, con elecciones de dudoso resultado y tantas otras violaciones a nuestros hermanos vecinos. Ahora, lo que vivieron autoridades de distintos países a los que no se les permitió la entrada, ya pasa a ser una anécdota más de un hombre y su séquito que sin una gota de vergüenza, miente públicamente.
Hoy Nicolás Maduro ha sido re electo presidente de Venezuela. ¿Fraude? Sin un acta a la vista y seis años más de un gobierno cuya característica es "vaciar Venezuela de venezolanos", con su carga de dolor y desesperanza.
Aquí entre nosotros: ¿dónde está la ONU, los DD.HH., ONGs y todas esas instituciones y organismos internacionales que en Chile nos andan pisando los talones?.
Es en estas ocasiones cuando nos preguntamos ¿dónde están esos privilegiados "empleados para el mundo", si hacen la pega y, sobre todo, si realmente son necesarios?. Porque tampoco estuvieron para muchos venezolanos que sólo quieren volver a su tierra a trabajar y abrazar a sus seres queridos.