Con 21 años, dos meses y nueve días, Carlos Alcaraz escribió ayer una nueva página dorada de su historia y, por consecuencia, en la historia del tenis, al barrer con Novak Djokovic en la final de Wimbledon y revalidar su título en la capital inglesa.

Solo tres sets necesitó el español para doblegar, con relativa facilidad, al máximo ganador en la historia de los Grand Slams, pero que ayer no estuvo a la altura de quien asoma como su gran sucesor.

Fue 6-2, 6-2 y 7-6 para "Carlitos", quien solo tuvo un momento de dudas en el tercer set pero del que supo reponerse para ganar su cuarto "Major" en la misma cantidad de finales, un logro que, en el tenis masculino, solo había sido conquistado por Roger Federer.

El partido

Desde el arranque, Alcaraz fue el claro dominador. A sus 37 años, y a poco más de un mes de haberse operado una rodilla, Djokovic no pudo aguantar la velocidad con la que jugaba el español. Muestra de ello fue el primer game del partido. Con su saque, el serbio batalló durante 14 minutos antes de ceder el primer break.

Desde ahí, Alcaraz solo aceleró y le pasó por encima a "Nole", cerrando la primera manga con un nuevo quiebre.

La segunda fue prácticamente un calco, con dos nuevos breaks del español y con el serbio ni siquiera teniendo un punto de quiebre.

Así llegamos al tercer set, donde Djokovic sí subió en cambio y exigió al máximo a Alcaraz, que respondió a la perfección y, tras un nuevo quiebre, se puso 40-0 arriba con el marcador 5-4. Ahí apareció el temple de "Nole", que salvó los cuatro puntos de campeonato y consiguió su primer break, forzando el tie break.

Pero allí, con el marcador 3-4 y su saque, erró una pelota impensada que le permitió a Alcaraz conseguir el minibreak que necesitaba para quedarse, al igual que en 2023, con el título de Wimbledon, su cuarto Grand Slam.

"Es un gran comienzo de mi carrera, pero tengo que seguir trabajando, seguir construyendo. Para estar en la mesa de los más grandes", dijo el español tras la victoria.

"Ha sido mejor jugador desde el principio hasta el final. Era inevitable que ganara hoy porque ha salido a la pista con mejor tenis", admitió Djokovic.

España es el rey de Europa. La "Roja" se impuso 2-1 a Inglaterra en la final de la Eurocopa 2024 en un partidazo y consiguió su cuarta corona en esta competición, más que ningún otro país.

Y no solo eso, el equipo de Luis de la Fuente fue el primero en hacerlo ganando los siete partidos que disputó, desplegando además un gran fútbol y cargándose en el camino a cada uno de los grandes favoritos: Italia, Francia, Alemania y, en la final, a los "Tres Leones".

El héroe de la jornada fue Mikel Oyarzábal, jugador de la Real Sociedad que había ingresado como suplente pero que, a solo tres minutos del final, pasó a la historia grande de España y a la negra de Inglaterra, que al igual que en la edición pasada, tendrá que conformarse con el subcampeonato.

El partido

Como se prevía, de la Fuente mandó a la cancha su tradicional 4-2-3-1, con Unai Simon; Dani Carvajal, Robin Le Normand, Aymeric Laporte, Marc Cucurella; Rodri, Fabián Ruiz; Lamine Yamal, Dani Olmo, Nico Williams; y Álvaro Morata.

Gareth Southgate tampoco improvisó, formando con la misma disposición táctica que su rival, con Jordan Pickford; Kyle Walker, John Stones, Marc Guehi, Luke Shaw; Kobbie Mainoo, Declan Rice; Bukayo Saka, Jude Bellingham, Phil Foden; y Harry Kane.

El primer tiempo estuvo bastante tranquilo, con el dominio mayoritariamente para España pero con algunos minutos de peligro para Inglaterra.

Emociones, eso sí, no hubo muchas. Algunos intentos de Foden y Saka, por un lado, y de Yamal y Williams, por el otro, evitaron los bostezos del público que repletó de estadio Olímpico de Berlín. Pero la final no estaba a la altura de lo que se esperaba.

Pero el segundo tiempo sí fue una fiel representación de lo que fue la Eurocopa, con los dos equipos desplegando un buen fútbol, buscando el arco contrario sin interrupciones ni simulaciones.

Golpeó primero España. Si bien en el entretiempo tuvo que salir por lesión Rodri, una de sus máximas figuras, una expectacular combinación entre Yamal, Olmo y Williams terminó con este último abriendo la cuenta cuando recién llevábamos 120 segundos del complemento.

Desde ahí el partido se abrió completamente, con Inglaterra un tanto desconcertado. La "Roja" pudo matar el partido en los minutos siguientes, pero entre Pickford y la ansiedad para definir de los hispanos, el partido se mantuvo en la mínima diferencia.

Hasta que a los 73', en una jugada media accidentada, Inglaterra encontró el empate por medio de Cole Palmer, que había ingresado algunos minutos antes y, con un ajustado zurdazo, venció a Simón para poner el 1-1 con un golazo.

Tras esto, el partido se puso frenético, con opciones para ambos equipos hasta que a los 87' apareció Oyarzábal para el 2-1 de España.

Inglaterra contó con la gran chance de empatar tras un tiro de esquina, pero una gran tapada de Simón, primero, y un cabezazo en la línea de Olmo, después, sentenció el triunfo para el conjunto hispano.

"Cuando nos han empatado se ha puesto difícil, nos han apretado mucho, este equipo no sé de qué está hecho, siempre acabamos ganando", comentó tras el partido Lamine Yamal, quien el sábado cumplió 17 años y fue elegido el mejor jugador joven del torneo, quien aseguró que estaba "muy contento" y que había cumplido "un sueño".

"He tenido la suerte de dar la victoria", señaló, por su parte, el héroe Oyarzábal.