En los tiempos que corren, el talento representa el valor diferencial por excelencia, en función de lo cual la capacidad de las empresas para competir por el talento humano estará directamente ligada con la capacidad que tengan dichas organizaciones de atraer, reclutar, retener y desarrollar el talento humano, un tema que se ha convertido en un verdadero desafío.
En la última edición de la encuesta Expectativas de Empleo realizada por ManpowerGroup en enero de 2024, donde se preguntó a 40.077 empleadores de 41 países acerca de sus intenciones de contratación de personal para el primer trimestre de 2024, quedó en evidencia que el 75% de las empresas a nivel global señaló tener dificultades para cubrir puestos y vacantes laborales que son clave.
Las empresas enfrentan, entre otras, dos grandes aristas. En primer lugar, el auge de las labores de asesoría free-lance que surge como consecuencia del gran nivel de insatisfacción que experimenta un alto número de trabajadores en sus actuales puestos de trabajo.
Esto genera que muchos empleados talentosos y capaces se entusiasmen con esta posibilidad, aún a costa de ganar una menor cantidad de dinero, pero a cambio de alcanzar un mayor nivel de flexibilidad y expectativas de libertad.
El segundo aspecto que afecta la oferta de talento es el fenómeno del propio emprendimiento, lo que se manifiesta con mayor frecuencia entre aquellos profesionales que están desencantados con las carreras tradicionales que ofrecen las empresas a su gente, donde, a menudo, deben pasar muchos años antes de ser reconocidos por los directivos y se note un salto cualitativo en su desarrollo profesional, así como en su nivel de renta.
A raíz de estos factores -a los que se suma la globalización de los mercados- que explican la escasez de talento, las empresas deberán examinar detenidamente cómo abordar estratégicamente este importante asunto, así como sus normas internas y sus políticas de atracción, reclutamiento y retención del talento, al mismo tiempo que prestar la máxima atención a temas tales como la formación del talento humano, el reconocimiento del desempeño, la aplicación del salario emocional y la creación de un clima laboral agradable.