En los últimos meses, especialistas de la salud han manifestado su inquietud por el aumento de casos de cáncer al pulmón a nivel nacional, cifras que en los últimos tres años muestran una clara tendencia no sólo en diagnósticos, sino también en fallecimientos. Una de las entidades que ha impulsado campañas y cambios legislativos es la Fundación Arturo López Pérez, organización dedicada a la medicina oncológica y que el año pasado impulsó la campaña "Da un respiro a tus pulmones", destinada a promover la prevención de esta enfermedad y la detección temprana. Desde la misma entidad han señalado que en los últimos años ha habido un aumento importante del cáncer de pulmón y que, según lo constatado, tiene directa relación con el consumo de cigarros, que suele ser la principal causa de la enfermedad. De hecho, los especialistas de la fundación afirman que los pacientes que tienen esta patología, en algún momento de sus vidas fumaron, fuman actualmente o alguien de su familia o entorno fumó.

A pesar de que se trata de una patología que se puede prevenir, y que en 9 de cada 10 casos se puede tratar de manera curativa, durante los últimos años se ha registrado un fuerte incremento tanto en incidencia como en la mortalidad, por su diagnóstico tardío.

En opinión de los especialistas médicos, muchos fumadores creen que la falta de síntomas es un indicador de que su salud anda bien y que no deberían preocuparse, pero desconocen que la presencia de tos persistente o con sangre, o sibilancia y dolor en el pecho son señales de que la enfermedad está en una etapa avanzada. Es decir, esperar a que comiencen los síntomas para prevenir no es el camino adecuado. La presencia de mayor cantidad de personas fumadoras es evidente en los espacios públicos más comunes, tengan o no autorización, como en las zonas de terrazas de locales gastronómicos o cafés, así como también áreas verdes playas, sin contar las calles. Desde las organizaciones del área esperan que la Ley 20.060, o Ley del Tabaco, que aumentó las restricciones a los fumadores y que se promulgó hace 11 años, sea actualizada, considerando el regreso de este hábito, cuyo aumento para algunos tiene relación directa con los años de pandemia.

Llegó marzo con su cuota de realismo que nos obliga a guardar los queridos libros y quitasoles, y nos enfrenta al tradicional frenesí de obligaciones laborales, domésticas y escolares.

Un mes que inicia con la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la necesaria reflexión acerca del nuestro rol en la sociedad actual y lo que se ha avanzado en materias como equidad de género, brecha salarial o inclusión laboral.

En un mundo que gira vertiginosamente en torno al concepto de productividad, hay grupos etarios que van quedando marginados de esta participación, ya sea porque aún no están preparados para incorporarse a él, como son los niños y adolescentes, o porque ya dejaron de pertenecer a éste, tal como los adultos mayores. Ambos grupos, en la mayoría de los casos, están hoy al cuidado de una mujer.

Y en una sociedad como la nuestra, en que la pirámide del envejecimiento comienza a invertirse, nuestra generación constituye el punto de inflexión, pasando del cuidado de los niños al de los padres… sin dejar de ser productivos.

En nuestro país, y particularmente en los campamentos de nuestra región, 8 de cada 10 jefes de hogar son mujeres. Por lo que la pobreza en Chile hoy parece tener rostro de mujer.

Y ante esta realidad, los círculos virtuosos que son capaces de construir las alianzas público-privadas para facilitar la inserción laboral femenina en rubros tradicionalmente masculinizados son destacables, como la ceremonia del lanzamiento del programa "Maestras en la Construcción" realizada esta semana en Osorno, donde se reconoció a 50 mujeres becadas para la capacitación en las especialidades de pintura y terminaciones. Una iniciativa interministerial que cuenta con el apoyo de AIEP y la Cámara Chilena de la Construcción.

Este ejemplo, como los avances efectuados hasta ahora en materia de legislación, nos permitirán romper con los paradigmas de inequidad de género, hasta que deje de ser tema.

Pero sin duda el cambio seguirá siendo gradual, hasta el momento en que estemos convencidos que hombres y mujeres podemos construir a la par.