(viene de la página anterior)
Preparando la pradera
"En mi caso, con la parte que regamos estamos felices, pero la parte que es de secano, el panorama es desolador. En esos potreros de secano no tenemos oferta de pradera. Está muy complicado y ojalá que siga cayendo agua, que en el otoño la temperatura no baje de golpe. Solo las praderas de riego han sobrevivido y es el único aporte que tenemos; en la parte de secano estamos suplementando".
El relato corresponde a Alejandra Klagges, agricultora del sector Trafún, Curralhue Chico, en la comuna de Río Bueno, quien agregó que las praderas suplementadas estaban planificadas, lo que se viene haciendo desde hace un tiempo, porque la realidad de los veranos es así, muy secos y hoy día ya empezó a hacer las regeneraciones para rejuvenecer las praderas.
En el caso de las praderas secas, explicó que si el otoño viene cálido y húmedo, serán condiciones perfectas para un buen desarrollo, pero si las temperaturas vienen muy bajas, esas praderas entrarán al invierno con muy poca disponibilidad.
"Tenemos que prepararnos siempre para pensar en estrategias de siembra de especies forrajeras como ballicas anuales, bianuales o avenas. Hay avenas que tienen mejor comportamiento y son realmente forrajeras, porque en el sur usamos mucha avena cerealera y la establecemos como pradera de suplemento, pero ahora hay variedades de avenas realmente forrajeras", indicó.
Además, en el caso de su precio, se establecieron ballicas bianuales y anuales que son más agresivas que las perennes, para el establecimiento inicial, y tienen una mayor tasa de crecimiento bajo condiciones más estresantes, es decir, cuando el clima es más diverso.
"Esperamos que el clima no nos complique tanto, porque ya hemos tenido un verano bastante difícil, con muy poca agua y las praderas del secano resintieron esto", concluyó.
Secano costero
El productor lechero Gerardo Geisse vive la experiencia del secano costero en el sector de Popoén, en la comuna de Río Negro, por lo que comentó su experiencia de esta temporada.
"Aquí está muy seco en este momento, al menos hasta hace poco, ya que la noche del viernes llovieron 20 milímetros, pero no alcanzó para que el pasto entrara en latencia, está solo la champita verdeando un poquito, pero bien abajo. Esperemos que llueva un poco más y que esta humedad sea la base del crecimiento otoñal, del rebrote de las plantas", expresó.
El productor agregó que para el secano, es decir, la agricultura que se riega solo con la lluvia, es fundamental la humedad y que la temperatura no esté tan baja en otoño, que vaya cambiando gradualmente y no de golpe como ya sucedió.
"El verano estuvo muy seco y no sé qué pasó en primavera, porque aquí las praderas estuvieron algo flojas, no crecieron como debe ser, probablemente hasta ahora ha influido el ahorro de fertilizantes que hicimos hace un par de años, creo que a muchos nos ha pasado la cuenta", manifestó.
En el caso de los cultivos suplementarios, Gerardo Geisse indicó que está usando coles para el invierno, que pasaron todo el verano y espera que pueden brotar en otoño con el mayor nivel de humedad.
"Como todo el mundo ha estado ocupando el forraje destinado para el invierno para enfrentar esta sequía, donde la pradera no nos contribuyó en nada, hay que comprar más forraje, aunque con una buena fertilización otoñal esperamos entrar mejor para el invierno", sostuvo el agricultor.
2022 muchos agricultores debieron disminuir los niveles de fertilización de las praderas, debido al alto costo de estos insumos a causa del dólar. Muchas praderas no alcanzaron el mismo rendimiento de antaño.
2023 el fenómeno de El Niño se presentó con fuerza, causando abundancia en lluvias durante todo el invierno y primavera, lo que terminó de golpe a la entrada de este verano. Ahora los campos se ven secos otra vez.
4,2 milímetros de agua cayeron este viernes en Osorno, según lo registrado en la estación de Cañal Bajo, tratándose de un nivel bastante esquivo para recuperar las praderas.