Internet genera múltiples beneficios para sus usuarios, facilitando la vida al entregar la posibilidad de realizar trámites en línea o bien permitiendo el acceso a la información, sin embargo, también puede ser una fuente de daño que, inexplicablemente, va unida a una convicción social de irresponsabilidad donde muchas veces tanto el autor como la víctima son menores de edad.

Estas acciones se manifiestan normalmente a través de acoso escolar con conductas como ciberbullying, funas, suplantación de identidad, publicación de fotos y videos, incluso de contenido sexual llamado sexting.

Se trata de acciones que caen en la categoría de ilícitos civiles e incluso penales, pues la extensión del derecho a expresarse y opinar libremente debe ser ponderada en armonía con el derecho constitucional del Art. 19 N°4 que garantiza "el respeto y protección a la vida privada y a la honra de la persona y su familia".

Ahora bien, desde los 16 años una persona tiene responsabilidad civil extracontractual, aun cuando podría ocurrir que un adolescente de 14 años sea juzgado y condenado a indemnizar los perjuicios patrimoniales y morales causados a una víctima y a sus familiares, ello sin perjuicio de la responsabilidad de sus progenitores o personas que lo tengan a su cuidado.

De ahí que es necesario que las familias orienten y guíen a los menores que viven en el hogar en el adecuado uso de internet y todas las herramientas que este sistema ofrece, como las mismas redes sociales, toda vez que un uso inadecuado o bien malintencionado de información puede afectar gravemente a otras personas.

Enero es sinónimo de vacaciones; sin embargo; en nuestra provincia, existen otras formas de vivir este tiempo estival: para el mundo campesino es momento de cosechas y para las comunidades huilliches es tiempo del guillatún.

En las primeras semanas de enero, la escuela se vuelve un espacio exclusivamente adulto y la lógica del "Accountability" o rendición de cuentas, determina las labores de equipos directivos; aún más rezagados quedarán de la pausa veraniega los profesores que osaron demandar mejoras laborales pues, como niños sin recreo, son castigados por intuir que la dignidad profesional es más que un buen resultado en la cuestionada Evaluación Docente.

Ahora bien, el año escolar tiene sus propios hitos: en marzo el inicio de clases, en junio el cierre de semestre, en septiembre los interminables actos de Fiestas Patrias y en enero la entrega de resultados de la PAES.

Hace un par de días, muchos estudiantes se enfrentaron al juicio público que midió éxito o fracaso personal, como si las condiciones de vida no fueran relevantes para los resultados académicos obtenidos.

En estas primeras semanas de verano retornan las liquidaciones del retail y las ferias costumbristas, y del mismo modo, también las dinámicas de esta Prueba de Admisión vuelven a aparecer: 97 de los 100 establecimientos con mejores resultados son particulares pagados y la mayoría se localiza en la Región Metropolitana; en la provincia de Osorno no hay muchas novedades: el único colegio indicado en el prestigioso ranking también es citadino y particular pagado.

Enero es sinónimo de vacaciones, pero ya declaramos que para otros es tiempo de cosechas y ceremonias; entonces ¿no será tiempo también de comprender que el currículum nacional tiene un marcado carácter centralista, urbano y monocultural?.

La comuna de San Pablo tiene un porcentaje de población rural de 51,7 % frente a una cifra nacional de 11, 3%; y en la comuna de San Juan de la Costa el 77, 9% se considera perteneciente a un pueblo originario frente a un porcentaje nacional de 12.4%. Esta realidad local permite demandar y construir una justicia curricular que considere las condiciones de vida y las identidades de nuestros estudiantes.

Una prueba construida por expertos, desde la ciudad y en el centro del país, refuerza la poca diversidad presentada en el ranking de "los mejores". Gran mérito tienen quienes pese a estas barreras de entrada, en estos días de verano están en sus procesos de postulación a la educación superior. Enero es mes de vacaciones, pero insistimos, también para otros es mes de cosecha y guillatún.