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que más extienden la temporada, ya que tienen variedades muy tardías, por lo que fácilmente prolongan esta labor por unos tres meses, lo que hace más atractiva su oferta de trabajo.
Maduración dispar
El ingeniero agrónomo y asesor independiente de la empresa Acción Fruit, Ramiro Poblete, explicó que el proceso de cosecha de arándanos y cerezas es el cierre de un ciclo de un año completo de trabajo e inversión, que se define en aproximadamente un mes para los arándanos según su variedad, y en 10 días para las cerezas.
"Si consideramos que aproximadamente el 80% de la composición del fruto es agua, comprendemos que es un producto perecible y delicado, que debe viajar a su destino, sea Estados Unidos, Europa o Asia, por lo tanto, las expectativas de vida post cosecha debe ser sobre los 35 días, desde que fue cosechado hasta que llega a manos del consumidor final", dijo.
El experto agregó que esta cadena de valor, que parte del productor frutícola cuando finaliza con buenos resultados y rentabilidad, beneficia a todos los eslabones; desde los cosecheros, administradores, trabajadores de planta del huerto, como prestadores de servicios, asesores, vendedores de insumos y transportistas.
"Y cuando el productor fracasa en el intento, entonces debemos comprender que todos nos vemos, de algún modo, afectados también", manifestó.
En relación con las condiciones que se prevén para esta temporada, indicó que este es uno de los periodos más desafiantes para el rubro, dado que los productores han debido enfrentar un clima muy variable e inestable, con una primavera fría y lluviosa incluso con algunos eventos de granizo. En las últimas semanas, esto se ha alternado con alzas en las temperaturas y olas de calor, con altos niveles de radiación.
Como consecuencia de estos fenómenos climáticos, la producción está viendo un retraso de 10 a 15 días, según cada especie, variedad y localidad de la plantación, además se observa una maduración dispar en las plantas.
Poblete añadió que el retraso en el inicio de la cosecha es relativamente manejable, siempre y cuando el productor esté en constante comunicación y coordinación con los cosecheros.
No obstante, lo más complicado es la extensión de la curva de cosecha y disparidad de maduración de frutos, debido a que implica una mayor cantidad de pasadas, prolongando el periodo de esta labor.
"En el fondo, lo hace menos eficiente, dado que se debe recorrer más los huertos seleccionando la fruta en su estado óptimo de maduración. Sucede también en algunos casos en estados inmaduros al querer cosechar más rápido", sostuvo.
En cuanto a la disponibilidad de mano de obra para la cosecha, coincidió en que se ha visto una mayor cantidad de personas que viven en la zona sur del país interesadas en trabajar en estas faenas, así como también contratistas de la zona central, que vienen con cuadrillas de chilenos y extranjeros. El motivo es la baja en la producción de fruta de esas regiones por causa de los temporales de meses anteriores.
Además, se debe considerar que en la Región de Los Lagos hay un porcentaje importante de superficie frutícola que dejó de producir, con proyectos emblemáticos que cerraron sus operaciones, lo que ha obligado a muchos cosecheros a reubicarse en otros huertos.
3 meses se extiende la temporada de cosecha del arándano en la provincia, donde se va avanzando según la maduración de las distintas variedades.
90% de los huertos de arándanos de la Región de Los Lagos, aproximadamente, se encuentran en la provincia de Osorno, por lo que su cosecha es una hito muy importante para la economía local.
30 a 60 kilos por día puede recolectar un cosechero, con un ingreso que va de acuerdo al rendimiento, que puede llegar a ser uno o dos sueldos mínimos por mes.