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Osorninos acudieron en masa a los cementerios para visitar a sus seres queridos fallecidos

TODOS LOS SANTOS. Los cinco camposantos de la comuna se llenaron el 1 de noviembre, siendo los más concurridos el Católico y Municipal de Rahue Alto. La festividad celebrada en medio de la semana generó el aumento de visitas. Los comerciantes se instalaron en las inmediaciones de los camposantos de calle Eduviges y El Salvador.
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veronica.salgado@australosorno.cl

Un emotivo momento de reencuentro vivieron cientos de personas que arribaron hasta los cinco cementerios de la comuna para visitar a sus seres queridos fallecidos, en la conmemoración del Día de Todos los Santos. Este 1 de noviembre, ubicado en medio de la semana, generó el aumento de visitantes a los camposantos para recordar a los difuntos, quienes dejaron coloridos arreglos florales, globos y velas en sus tumbas.

Desde muy temprano las personas comenzaron a llegar hasta las necrópolis de la comuna, siendo los recintos Católico, en calle Eduviges; y Municipal, en calle El Salvador, en Rahue Alto, los más concurridos, donde pese a que la afluencia de público fue constante durante todo el día, no hubo aglomeraciones.

Los cementerios de la comuna mostraron su mejor imagen gracias a que las respectivas administraciones se preocuparon de preparar los recintos para que la jornada fuera un verdadero y sentido reencuentro entre las personas y sus seres queridos que ya no están en el plano terrenal.

La celebración del Día de Todos los Santos se vivió en toda la provincia donde operan más de 40 cementerios particulares, que incluye los administrados por congregaciones religiosas, sociedad anónimas, familiares, comunidades indígenas, entre otros; y sólo 7 cementerios municipales que cumplen un importante rol social, ya que las familias más vulnerables pueden acceder a dejar a sus familiares en ellos a bajo costo, sumado a que por normativa no pueden negar la inhumación de ninguna persona.

El 1 de noviembre corresponde a la celebración solemne cristiana del Día de Todos los Santos, en representación de los difuntos que, habiendo superado el purgatorio, ya están en la presencia de Dios. No es lo mismo que la Conmemoración de los Fieles Difuntos del 2 de noviembre, en memoria de todos los muertos.

Cementerios

Otilda Ibarra visitó ayer a su esposo fallecido hace 4 años producto de un paro respiratorio, "le traje sus flores favoritas, claveles blancos, recuerdo que siempre me decía 'cuando me muera quiero me lleves claveles a mi tumba' y eso hago. Fueron 40 años de matrimonio y esperaba que fueran muchos más, pero la muerte llegó y ahora vengo a visitarlo a su última morada con el corazón lleno de esperanza, porque nos volveremos a reunir", dijo la emocionada adulta mayor en el Cementerio Católico.

Hortensia Huenún también llegó hasta el Cementerio Católico para visitar la tumba de su hijo menor Héctor, quien partió hace 10 años. "Tenía 17 años cuando un agresivo cáncer me lo arrebató y es un dolor que no le doy a nadie. Una pena que aún llevo, aunque aprendí a vivir con ella. Visito cada vez que puedo a mi hijito aquí donde sólo están los restos de su cuerpo, porque estoy segura que su alma es libre y está en un lugar mejor. Los días 1 de noviembre son especiales para mí, porque es quizás el único momento donde muchas personas cercanas aún lo recuerdan", comentó la acongojada madre.

Teodoro Ortega relató que a sus 85 años, visitar el Cementerio Católico es un reencuentro familiar en espíritu, "vengo acá y es como entrar a mi casa donde están mis padres, dos de mis hermanos, una nuera y para qué decir amigos. Es increíble como estos pasillos pasan a ser como los corredores de la casa o el colegio y te encuentras con las tumbas que tienen sus nombres, que son como sus dormitorios o salas de clases. Tengo claro que en algún momento me tocará a

"Le traje sus flores favoritas, claveles blancos, recuerdo que siempre me decía 'cuando me muera quiero me lleves claveles a mi tumba' y eso hago. Fueron 40 años de matrimonio y esperaba que fueran muchos más, pero la muerte llegó y ahora vengo a visitarlo a su última morada".

Otilda Ibarra visitó a su esposo en el Cementerio Católico