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Restricción horario comercial
El pasado 17 de octubre, el Senado rechazó el proyecto de ley que buscaba restringir el horario de funcionamiento del comercio del país, con un total de 17 votos a favor y 19 en contra
El proyecto pretendía imponer a los comercios cerrar a las 20 horas de lunes a sábado y a las 18 horas los domingos y festivos. Con el referido resultado, el proyecto quedará archivado y no podrá volver a discutirse en el Congreso durante al menos un año.
Sólo a modo de contexto, en el último año el sector del comercio y el retail han enfrentado desafíos considerables, con resultados negativos que se han mantenido durante 13 meses consecutivos. Esta situación ha impulsado a nuestra asociación gremial a buscar soluciones que fomenten el avance del sector en beneficio del crecimiento del país y la protección de los derechos de los consumidores.
Consideramos que la reducción de la jornada laboral ya ha sido abordada de manera sustancial con la aprobación de la Ley de 40 horas. Por lo tanto, parecía inapropiado una legislación que pretendía imponer fuertes restricciones al comercio, sin antes evaluar en profundidad los efectos que habría tenido el proyecto rechazado. Entre otras consecuencias negativas que imponía el proyecto rechazado, era fomentar el comercio ilegal, que es una de las preocupaciones centrales de nuestra asociación.
Esteban Halcartegaray, presidente de la Asociación de Marcas del Retail
Crisis climática
El reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de marzo 2023 alerta que el aumento global de las temperaturas está avanzando rápidamente "El mundo ya se ha calentado +1,2°C desde el periodo preindustrial y alcanzaremos los +1,5°C probablemente en 2030-2035" pero aún es tiempo de cambiar el rumbo. El llamado es a actuar de manera inmediata, pues cada acción tendrá un impacto en mitigar la amenaza que enfrenta la humanidad.
El reto de consolidar actividades productivas que aporten a nuestro desarrollo, pero reduciendo nuestra huella de carbono es una tarea que exige de acciones inmediatas y ambiciosas en toda la cadena de valor. Y es que el calentamiento global, y su amenaza a nuestra forma de vida, la biodiversidad y recursos vitales como el agua, nos exige proveer soluciones holísticas y abordar el problema de forma integral.
La gestión ambiental debe procurar la corrección de las externalidades negativas que las actividades productivas generan sobre los componentes ambientales. Por esto resulta una herramienta con un gran potencial para contribuir a que diversas industrias transiten hacia una operación sustentable.
Una gestión ambiental sólida requiere implementar proactiva y tempranamente acciones que se extiendan por todo el ciclo de vida de los proyectos, teniendo la naturaleza como un elemento central. Resultará necesario, en este proceso, lograr un profundo conocimiento del entorno ambiental y social, su interacción, relevancia, su proyección, sus riesgos y amenazas, para converger en forma resiliente y en conjunto hacia los cambios actuales y venideros.
El país, además, está impulsando regulaciones que están en sintonía con las urgencias climáticas, y que exigen a la industria contar con estrategias proactivas para que su gestión y gobernanza (ESG) opere en sintonía con esta evolución.
Sandra Toro
El fantasma de la inflaciónSin duda, los recientes acontecimientos entre Israel y el movimiento Hamás han impactado a todo el mundo y también devuelto la incertidumbre propia de los conflictos armados a los mercados internacionales.
A pesar de que aún es pronto para realizar proyecciones de cómo la economía internacional se verá afectada y si esto será pasajero o permanente, la preocupación de que volvamos a experimentar escenarios de alta inflación es muy latente.
Una subida de precios se explicaría principalmente por el aumento del valor internacional del combustible en la medida que las tensiones en medio oriente se profundicen y otros actores relevantes que son grandes productores de petróleo entren al conflicto, como es el caso de Irán.
Ya en los meses previos se observaron incrementos en el precio del petróleo, llevándolo por sobre los 80 dólares por barril, y en general, en los precios internacionales de los combustibles.
De hecho, desde que el conflicto estalló, el precio internacional del petróleo subió más de 4%, por lo que no es descartable pensar en valores cercanos a los 100 dólares por barril en el corto plazo.
Adicionalmente a esto, el dólar en el mundo podría fortalecerse debido a que los inversionistas se refugian en la moneda norteamericana cuando la incertidumbre se apodera de los mercados y también a que la inflación sigue siendo un problema para Estados Unidos, lo que se reflejaría en tasas de interés aún elevadas.
Para Chile la situación no será diferente. Hasta antes del conflicto el precio del dólar en nuestro país venía al alza con valores que superaban los $900. Si la tensión aumenta, es posible que lleguemos a cifras superiores a los $950 en el corto plazo.
También se han experimentado fuertes alzas en el precio de los combustibles a nivel local, la última cercana a los $32 por litro y podrían venir otras alzas de similar cuantía.
La combinación de un tipo de cambio elevado y el aumento en el valor de los combustibles, sin duda puede traer a la inflación nuevamente como el principal problema que enfrente nuestro país y que se pensaba ya iba en retirada.
Ricardo Durán, académico de Ingeniería Comercial UDLA sede Viña del Mar