20 años de la Fiscalía en la Región
En los años 90, surgió en nuestro país la necesidad de revisar y reestructurar el sistema a través del cual se perseguía y sancionaba a las y los autores de algún delito.
Para la implementación de dicha Reforma fue necesario crear un ente nuevo, autónomo en sus decisiones: el Ministerio Público. Fue así como el 15 de octubre del año 1999 se publicó la Ley 19.640, mediante la cual se entregaron al Ministerio Público las funciones de investigar los hechos constitutivos de delitos, perseguir la responsabilidad de quienes los hubieran cometido y proteger a víctimas y testigos.
Ahora bien, como la entrada en vigencia de este nuevo sistema procesal penal fue gradual en el país, a nuestra Región le correspondió iniciar el año 2003, por lo que este año se cumplen 20 años desde su implementación y específicamente en este mes, la Fiscalía también cumple el mismo período en la Región.
La mirada al pasado, a los aciertos y a las falencias, es absolutamente necesaria para aprender de la experiencia, debemos como Fiscalía poner nuestro foco en el futuro y en los desafíos que nos proponemos en concordancia con lo que la sociedad espera de nosotros. En este sentido, debemos seguir trabajando para afrontar cada vez con más y mejores herramientas los nuevos fenómenos criminales que han surgido, principalmente los asociados al crimen organizado; continuar investigando de manera rigurosa los delitos contra los niños, niñas y adolescentes, la violencia contra las mujeres y los grupos vulnerables, sin dejar de lado otro de los focos que como sociedad en su conjunto nos afecta, me refiero a los delitos de corrupción, cuando lo que se afecta no sólo son los fondos públicos, sino que principalmente la fe pública y la confianza de las personas en las instituciones.
Para lograr estos cometidos, necesitamos dotarnos cada vez de más tecnología, de más recursos para la investigación, principalmente para nuestros aliados estratégicos en la lucha contra la delincuencia: Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones.
20 años después esperamos seguir siendo una institución confiable, cercana a las personas, constituyéndonos en un órgano pilar de la Democracia y del Estado de Derecho, cuya existencia añade un valor fundamental, ya que la ciudadanía tiene una institución que la representa para expresar su voluntad ante la comisión de un delito.