Correo
Realities
A propósito de la vuelta de los "realities" a la televisión, note usted que estos programas lo que menos tienen es "realidad", nunca se debe perder de vista que es un show y, como tal, tiene personajes "famosos" (y no necesariamente por encontrar los eslabones perdidos del ADN) que se encierran y pasan a cumplir los roles que le determina la producción del show. Representan más o menos los 7 pecados capitales: lujuria, gula, avaricia, pereza, envidia, ira, soberbia y los echan, los reintegran, el show debe continuar...
Y como dijo el entrenador de la selección chilena de Rugby, tras perder por goleada con la poderosa Inglaterra, "unos son los payasos y otros son los dueños del circo"...
No es coincidencia que entre los encerrados existan los conflictivos, los pacifistas, los chismosos, las "víctimas", los "pasados de revoluciones", los "que buscan el amor", los "sabelotodo" y aunque usted no lo crea, también los que no tienen idea del por qué están en el "reality", etcétera. Y todo mientras las cámaras están encendidas, porque cuando se apagan, y Serrat lo dice magistralmente en su canción, "Cuando se acaba la fiesta", vuelve el pobre a su pobreza y el rico a su riqueza.
Por si le quedan dudas, el Congreso es un buen ejemplo de reality... ¿O usted nunca se ha preguntado qué pasa entre los "siempre beligerantes" congresistas, los de aquí en contra de los de allá, cuándo se apagan las cámaras, cuando se termina la fiesta?.
Luis Enrique Soler Milla
Sin miedo a la participación
Este miércoles se aprobó por el Pleno del Consejo Constitucional la iniciativa "Estado sin Pitutos", en forma casi íntegra. Esta provenía de una iniciativa popular de norma que como Pivotes presentamos junto a Horizontal e Idea País.
Pero más allá de celebrar el contenido, el propósito de esta carta es valorar el aprendizaje que se ha generado en esta serie de esfuerzos constitucionales respecto al valor de la participación ciudadana. Una de las cosas positivas del primer proceso constituyente fue la incorporación de estos mecanismos participativos, a pesar de que lamentablemente no fueron incorporados al texto. Luego fueron recogidos en este segundo proceso y esta vez varias de ellas están quedando recogidas en las votaciones en comisiones y en el pleno. Tal ha sido el consenso en torno a las bondades de la participación, que el anteproyecto de los expertos incorporó un catálogo ambicioso de iniciativas de participación ciudadana y casi la totalidad de ellas fueron mantenidas por los consejeros electos.
Tal parece que le hemos perdido el miedo a fomentar la participación de las personas como complemento de la democracia representativa y no como sustituto de esta. Ante tanta noticia negativa en estos años de debate constitucional, esto es algo digno de rescatar y valorar.José Antonio Valenzuela
Derecho a elegir en paz
No olvidemos que una de las ideas vencedoras en Chile, luego del anterior proceso constituyente y el denominado "estallido social" de por medio, ha sido la de la libertad de elegir el servicio que queremos. Ya sea en previsión social, en salud o educación; en cada encuesta la ciudadanía muestra una clara preferencia a querer seguir eligiendo entre uno u otro proveedor. Si bien no hay que desconocer la clara necesidad de mejorar la calidad de la educación, reducir las listas de espera en salud y aumento de la jubilación de quienes más lo necesitan, esto no debe hacerse dejando de lado la importancia de que las personas elijan lo que creen más conveniente para su situación, creencias y contexto. De aquí se desprende la relevancia de constitucionalizar la libertad de elegir en estas diferentes materias, no solo por su connotación ética y eficientista, sino también por ser una de las más importantes y transversales peticiones de la ciudadanía.
Gabriel Mora Peña
Una cuestión de empatía
La magia de leer un buen libro está en disfrutar el camino al avanzar página a página, sin importar el tiempo que nos tome hasta llegar al final. De forma natural evitamos los "spoilers", esa revelación anticipada del final que sabemos que tarde o temprano vendrá.
En nuestra sociedad, las personas mayores parecen representar ese anticipo de nuestro futuro que muchos buscan evitar, invisibilizando y marginando a este segmento. Sin embargo, tal como muestran las cifras, el epílogo de nuestras vidas está siendo cada vez más prolongado. Chile envejece y no estamos preparados.
La Sexta Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez 2022 UC-Caja Los Andes revela que la mitad de las personas entre 60 y 69 años continúan trabajando, mientras que el 51% de las personas mayores trabajó entre 21 a 45 horas a la semana durante 2022. A su vez, las principales fuentes de ingresos provienen de pensiones contributivas (45%) y de subsidios estatales (43%), evidencia clara de que las pensiones por sí solas simplemente no alcanzan.
Frente a esta realidad: ¿Discutiremos la posibilidad de aumentar la edad de jubilación?, ¿podremos, de una vez por todas, llegar a acuerdos para diseñar una reforma previsional que haga sostenible en el tiempo mejores pensiones?. Al final todo se reduce a una cuestión de empatía. Cuesta vernos al espejo y reconocernos en el otro, o ponernos en su lugar y en sus circunstancias, porque ese ejercicio requiere de una cuota de humildad y de interés genuino.
Para construir valor social, la vejez es un spoiler de nuestra vida al que es urgente y necesario exponerse.
Nelson Rojas Mena