Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
Arte

La Restauradora que 'limpia' el David de Miguel Ángel: "Hacer este trabajo es una suerte"

FLORENCIA. Eleonora Pucci cuenta la meticulosa labor tras la obra que es ícono mundial.
E-mail Compartir

Agencias

El "David", el coloso que Miguel Ángel esculpió del mármol, lleva más de cinco siglos desafiando al tiempo desde su pedestal, pero de vez en cuando requiere una limpieza a fondo, un proceso minucioso repetido ayer que sirve también para supervisar su estado y garantizar su conservación.

"Es una labor muy importante que hacemos en todas las esculturas del museo, que deben ser limpiadas, desempolvadas y vigiladas para que no haya malas sorpresas", explica a Efe la directora de la Galería de la Academia, Cecilie Hollberg.

El "David" amaneció ayer enmarcado por un gran andamio por el que escala la restauradora Eleonora Pucci, con brochas y un aspirador a la espalda, en una sala inusualmente tranquila, sin turistas, e iluminada por una luz matinal llegada desde una cúpula de cristal.

Las últimas horas requirieron una inmensa concentración, pues había que retirar poco a poco el polvo de los recovecos del "David" con cepillos, al tiempo que empezaron a funcionar los aspiradores del recinto para limpiar el ambiente.

La zona más compleja es la cabeza, donde la restauradora tiene que escrutar los rizos del pelo en busca de depósitos de polvo y hasta arañas, así como la cara, ojos, labios o el pubis.

La limpieza es esencial porque el polvo, los filamentos llevados en su ropa por los 1,7 millones de visitantes anuales o la humedad de la respiración, podrían oscurecer este ícono.

Como la primera vez

Cada dos meses, Pucci tiene "el privilegio" de mirar cara a cara y a solas al "David" para limpiarlo. "Me intriga saber qué pensaría de los turistas", dice la historiadora florentina de 39 años y añade que mientras se encarama en la escultura más famosa del mundo llega incluso a hablar con "él", a desahogarse.

Se trata de un trabajo extenuante porque Pucci, durante unas seis horas, no solo limpia esta estatua de 5,17 metros de altura y 5.560 kilos de mármol, sino que también fotografía cada centímetro de su superficie para seguir, con un archivo, su estado de conservación.

Explica que el "David", está "bien", aunque sobre su cuerpo puedan apreciarse algunas grietas, pues el mármol es de baja calidad -no lo escogió Miguel Ángel-, mientras que el Museo controla la estabilidad de los frágiles tobillos de la estatua.

"Cada vez siento una gran emoción. De hecho, cuando me preguntan cómo fue la primera vez, siempre digo que como la segunda, la tercera o la cuarta. Siempre es una gran impresión y sobre todo un gran honor. Hacer este trabajo es una gran suerte", reconoce Eleonora.

Miguel Ángel tenía solo 26 años cuando le pidieron esculpir una estatua colosal que coronara la catedral de Santa María del Fiore, un reto ante el que otros artistas sucumbieron.

Pero Buonarroti, que ya había demostrado su genialidad pocos años antes creando en 1499 la "Piedad" vaticana en la Roma de Alejandro VI, aceptó el encargo y en 1501 empezó a cincelar aquella roca maldita en el epicentro del Renacimiento.

La estatua recrea al rey bíblico David antes de enfrentarse al gigante Goliat, pero, al contrario que otros artistas que abordaron el tema antes como Donatello, Miguel Ángel no optó por retratarlo ya triunfador, sino preparado para la batalla, con su honda al hombro, y lo inmortalizó completamente desnudo, joven, valiente y vigoroso.

Miguel Ángel tardó tres años en terminarlo y cuando el 8 de septiembre de 1504 lo reveló a la ciudad, suscitó la admiración de todos por su armonía y la perfección del detalle, marcada hasta en las venas y tendones.

El "David" terminó siendo testigo a la intemperie, en la calle, de la tumultuosa historia de Florencia, de las conjuras de los Medici o de las luchas con los Estados Pontificios, llegando a sufrir daños, hasta que en 1813 se propuso su traslado, creando la Academia.

No obstante, pese al cobijo y los cuidados, la estatua no está exenta de nuevos riesgos que van de movimientos telúricos a la sobreexposición tusística, pasando por quienes ven algo pornográfico en su desnudez y quieren censurarla.

Bangkok: Una estatua de aspecto demoníaco enfrenta a adoradores y detractores

E-mail Compartir

Una estatua de aspecto demoníaco, que representa a un antiguo maestro de magia esotérica, ha generado polémica en Bangkok entre los adoradores que le dejan ofrendas a cambio de favores y los detractores que quieren que sea retirada del lugar.

Negra y con alas, la figura de Kru Kai Kaew exhibe colmillos protuberantes y garras rojas en un altar colocado el mes pasado por los gerente del hotel The Bazaar frente a su entrada en una concurrida intersección en la capital tailandesa.

Sus seguidores aseguran que se trata de un sabio que vivió en la corte de Jayavarman VII, primer rey budista del Imperio jemer entre 1181 y 1218, pero algunos expertos aseguran que se trata de una leyenda sin fundamento histórico.

Algunos detractores, principalmente un colectivo llamado Consejo de Artistas para la Promoción del Budismo, piden que se retire la imagen de la vista pública ya que consideran que promueve la magia negra y es contraria al budismo.

Los seguidores de Kru Kai Kaew acuden al lugar, que es un recinto privado, para dejar ofrendas y rezar con la esperanza de que la siniestra deidad les conceda sus deseos, en muchos casos relacionados con la prosperidad económica.

Awita Lee, una estilista tailandesa de 42 años, explicó a Efe que se encontraba en Inglaterra cuando empezó a ver comentarios negativos sobre Kru Kai Kaew en la red social TikTok, pero en lugar de causarle rechazo sintió curiosidad por la deidad.

"Sólo quería ver a este tipo (Kru Kai Kaew) y ver por qué la gente lo trataba sin respeto... No sin respeto, pero que no les gusta y le dan tan mal sentimiento. Así que vine", dijo Lee, tras depositar unas varillas de incienso ante el altar y buscar números de la suerte para la lotería en una tómbola con pelotas de ping-pong.

Pichit, otro seguidor del supuesto gurú jemer, también se postró ante la figura para pedir que sus negocios vayan bien.

El 90% de los tailandeses se declara budista, pero muchos practican un sincretismo religioso en el que, además de Buda, adoran deidades hindúes, de origen chino y espíritus.

Obra de un astrólogo

El profesor de la Universidad de Silpakorn en Tailandia, Komkrit Uitekkeng, indicó que, mientras los tailandeses han venerado a espíritus guardianes desde hace mucho, la adoración de figuras como Mae Nak o Kru Kai Kaew se remonta al siglo XX, más recientemente.

"Kru Kai Kaew fue creado a raíz de la creencia personal del ya fallecido (astrólogo) Suchart Ratanasuk (...) Él creía que era un maestro esotérico. Kru Kai Kaew fue creado y diseñado por el mismo Suchart", explicó Komkrit y afirmó que la imagen no se basa en estatuas o ídolos tradicionales: en su opinión, se asemeja a las gárgolas de las iglesias góticas, pero ahora no es posible confirmar si el fallecido maestro se inspiró en estas figuras.

"Creo que la principal razón por la que mucha gente se opone a Kai Kaew es por su apariencia, que no sigue la tradición", agregó Komkrit, en referencia a su aspecto demoníaco diseñado por Suchart.

El profesor precisó que otros relacionan la deidad a una antigua profecía que decía que espíritus malignos del bosque tomarán la ciudad y expulsarán a los ángeles protectores o incluso le atribuyen un significado antimonárquico.