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Fin de semana largo dejó 20 fallecidos y 450 detenidos

TRÁNSITO. Carabineros realizó más de 90 mil controles vehiculares y registró más de 500 accidentes en rutas. Una disminución de cerca del 40% respecto al año pasado.
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En un nuevo balance entregado por Carabineros sobre la situación del tránsito y carreteras del país durante las Fiestas Patrias, se informó ayer el fallecimiento de veinte personas producto de los accidentes automovilísticos, según detalló el coronel de la Prefectura de Tránsito y Carreteras, Emilio Teixidor.

"Por ejemplo en las personas fallecidas, hemos tenido una disminución de 32 del año pasado a las 20 de ahora. Es una cifra cercana al 40%, lo cual no nos pone felices. Son 20 tragedias, pero a raíz de esto y para prevenir conductas irresponsables, es que los carabineros con las concesionarias y el Ministerio de Obras Públicas durante todo este fin de semana, hemos estado desplegados las 24 horas con la finalidad de entregar seguridad", dijo el uniformado.

Asimismo, el oficial de Carabineros reportó más de 500 siniestros en las rutas hasta ayer, y agregó que para prevenir accidentes en el tránsito "se han efectuado más de 90 mil controles vehiculares y estos nos han traído como resultado la detención de más de 450 personas por conducir en estado de ebriedad, bajo la influencia del alcohol o sustancias prohibidas".

"Se han cursado más de 1.400 infracciones al tránsito por no respetar los límites de velocidad… Sabemos que las causas más preponderantes en accidentes en el tránsito con resultado de muerte o lesiones graves, son conducir bajo la influencia del alcohol estado de ebriedad, no respetar los límites de velocidad y conducir no atentos a las condiciones del tránsito, por eso hacemos un llamado a la responsabilidad", sostuvo en la tarde de ayer Teixidor.

Balance del mop

Por su parte, la ministra de Obras Públicas, Jéssica López, sostuvo que ayer se esperaba el regreso de 150 mil automóviles, de los 460 mil vehículos que salieron de la Región Metropolitana, y destacó que se deben "agregar los de mañana (hoy): todas esas cifras siempre son registradas por los sistemas que tienen las autopistas".

"Las carreteras funcionaron bien, tuvimos naturalmente un conjunto de incidentes en todas las rutas, pero en ningún caso se produjeron tacos demasiado largos ni hubo que esperar demasiadas horas", señaló.

Dirección del Trabajo

En tanto, el plan de fiscalización, desplegado en todo el país, que realizó la Dirección del Trabajo durante los días 18 y 19 de septiembre, con el objeto de asegurar el correcto cumplimiento del feriado obligatorio e irrenunciable para el comercio, generó 267 fiscalizaciones.

De estas, 105 terminaron con multas y con 213 trabajadores/as suspendidos de sus labores y enviados de regreso a sus hogares, debido a la imposibilidad legal que existe para pactar incentivos para trabajar durante esos días.

El monto total a raíz de las multas cursadas fue de $103.974.784 a nivel país, y las regiones con mayores montos de multas fueron Maule y O'Higgins, con $22.831.198 y $20.610.378, respectivamente.

En cuanto a las regiones que registraron mayor cantidad de trabajadores/as suspendidos, lideraron Los Lagos (29), Metropolitana (28) y Arica y Parinacota (27).

Más atrás figuraron Tarapacá, Los Ríos y Maule, cada una con 18 trabajadores/as suspendidos/as.

Carlos Peña

La novela de Chile

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Si algo puso de manifiesto este diecinueve de septiembre (y los días que lo antecedieron) fue algo obvio; pero que suele olvidarse: las sociedades poseen una realidad perdurable, que se extiende mucho más allá que el ciclo vital de los individuos, y las instituciones que las conforman poseen un sentido que trasciende las circunstancias.

La prueba más flagrante de lo anterior se encuentra en las fuerzas armadas.

Basta retroceder algo menos de medio siglo para encontrar un momento luctuoso, del que nadie, menos ellas, se enorgullece: el empleo de las armas, cuyo monopolio los ciudadanos pusieron en sus manos, para, luego de hacerse del poder, reprimir la disidencia política.

Y sin embargo, los miles de personas que presenciaron el desfile en honor a las glorias del Ejército, personalmente o a través de los medios, no pudieron evitar ayer sentir algo parecido al orgullo, una suerte de identificación emocional con esos cientos que desfilaban cumpliendo escrupulosamente el rito castrense.

¿Cómo explicar eso que, en apariencia, es una contradicción? ¿Acaso la ciudadanía, recordando lo ocurrido hace medio siglo, no debiera rechazarlos?

Lo que ocurre es que los ciudadanos son capaces de distinguir, intuitivamente, entre la institución y los valores que la conforman, y el desempeño de las personas que las han tenido a su cargo. En esa distinción entre la realidad institucional, por una parte, y la realidad a veces pobre de quienes se desenvuelven en ellas, radica el misterio de las sociedades.

Todas las sociedades (y la nuestra no es una excepción) descansan sobre un relato de su pasado. Ninguna de las cosas que en él se narran -los actos heroicos, las renuncias- posee una contrapartida fáctica o real, hechos que se les correspondan fidedignamente. Se trata en cambio de expectativas compartidas, narrativas que se han extendido en el tiempo, que son en realidad una aspiración de futuro. Cuando las sociedades, como las personas, narran su pasado, no están en realidad hablando con fidelidad de lo que les ha ocurrido, sino que están expresando un ideal, una aspiración, una expectativa de lo que esperan sea su propio comportamiento hacia el futuro.

Freud, hacia quien siempre hay que volver, escribió un famoso ensayo que tituló La novela familiar del neurótico. Allí explicaba de qué forma las personas cuando narran su historia personal y familiar (y los mismo hay que decir de las sociedades) la alteran y hasta cierto punto inconscientemente la falsifican, idealizando a sus padres, limando sus aspectos desagradables y olvidando aquello que les resultó alguna vez inaceptable. Una vez que descubren que sus padres no eran los sujetos idealizados de la infancia, corrigen esa realidad echando mano, sin saberlo del todo, a la fantasía. No hay en esa narración a la que Freud llamó novela, ninguna mentira deliberada, ningún fraude o anhelo de engañar, sino que en ella refulge la verdad del sujeto, sus aspiraciones ocultas, las pulsiones que lo animan, el deseo profundo que lo sostiene. Hay en esa novela, como insiste Freud, un ideal de ambición que es la verdad que sostiene al sujeto y en prosecución de la cual se estira.

Las sociedades tienen también su novela y a eso se le llama conciencia nacional, ese tejido de relatos y de imágenes con los que la conciencia colectiva corrige las imperfecciones y los baches de lo real. No hay en eso ni mentira ni fraude: esa es la verdad oculta de las sociedades, el anhelo que las impulsa y las justifica, el ideal hacia el que se empinan. Y es que la verdad de las sociedades no es lo que ha ocurrido, sino el ideal que esperan alcanzar en el futuro.

Por eso en esos miles, sino millones de personas, que miraban orgullosas el desfile de ayer, no había olvido alguno sino deseo: el anhelo y la expectativa de que las instituciones (y no solo las fuerzas armadas claro está) estén a la altura de esos ideales límpidos que ayer y en los días previos de esta fiestas patrias todos aplaudieron.

Servel publica padrón para Plebiscito de diciembre, con 15.389.558 electores

VOTACIÓN. Además informó que se inicia el plazo de 10 días para reclamaciones.
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El Servicio Electoral publicó los padrones electorales y las nóminas de inhabilitados con carácter de auditados, para el Plebiscito Constitucional del 17 de diciembre próximo.

El padrón electoral "está compuesto por 15.262.012 electores habilitados para sufragar en el territorio nacional, 127.546 en el extranjero y 248.064 personas inhabilitadas para ejercer su voto". La publicación "permite realizar las reclamaciones respectivas ante la justicia electoral dentro de 10 días".

Desde el 19 y hasta el 28 de septiembre, si un elector (a) considera que fue omitido injustificadamente o que se incluyó a alguien ilegalmente en el padrón, puede hacer la reclamación, en Chile, ante el Tribunal Electoral Regional correspondiente a su domicilio electoral o del impugnado.