Pionyang afirma que el soldado de EE.UU. que cruzó la frontera pidió asilo en Corea del Norte
CONFLICTO. Travis King habría desertado por supuestos malos tratos en la fuerza castrense americana, algo que Washington no había podido comprobar.
Agencias
Corea del Norte "investiga" al soldado estadounidense que cruzó su frontera el mes pasado, según los medios estatales de Pionyang, que añadieron que el militar pidió asilo en el país tras sentirse maltratado en el Ejército de Estados Unidos. Washington, hasta el cierre de esta edición, aún no confirmaba esta versión.
"Travis King (nombre del soldado) confesó que decidió venir a la República Popular Democrática de Corea (denominación oficial del país) debido a que albergaba malestar por el tratamiento inhumano y la discriminación racial dentro del Ejército de Estados Unidos", señaló en una nota la agencia estatal de noticias KCNA.
Se trata de la primera confirmación de los medios del régimen sobre la situación de King, quien cruzó el pasado 18 de julio la Línea de Demarcación Militar y entró en territorio norcoreano mientras realizaba una visita turística de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA) en el corazón de la frontera entre las dos Coreas.
Pionyang, no obstante, estaba en contacto con EE.UU. sobre la situación del soldado, quien se creía que estaba detenido por el régimen desde que cruzó la frontera, según habían señalado el Pentágono y el Mando de la ONU en Corea, y como confirmó el Norte.
Travis King "entró de forma ilegal en el territorio" de Corea del Norte el pasado día 18 y "quedó bajo control de soldados" norcoreanos tras haber entrado deliberadamente en la zona norcoreana al otro lado de la línea de demarcación militar, según la KCNA.
El soldado estadounidense "expresó su deseo de pedir asilo" en Corea del Norte "o en un tercer país", señalando su "desilusión por la desigualdad en la sociedad americana", según el medio propagandístico de Pionyang, que añade que la investigación sobre King "continúa".
Al cierre de esta edición Estados Unidos seguía centrado en repatriar al soldado, porque no había podido verificar la veracidad de la petición de asilo que dio a conocer Pionyang.
"Cualquier cosa que venga de Pionyang hay que tomarlo con escepticismo. Es de Kim Jong-un de quien estamos hablando, así que no le damos mucha credibilidad a las declaraciones que salen de Pionyang", dijo el vocero del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby.
El portavoz recalcó que el Gobierno de Joe Biden todavía quiere saber "dónde se encuentra y bajo qué condiciones está" el soldado Travis King desde que entró el mes pasado a territorio norcoreano.
"Tenemos muchas razones para temer por su seguridad. Hemos dejado claro a Pionyang que lo queremos de regreso. Es un soldado estadounidense y lo queremos de regreso", afirmó Kirby.
Prioridad: a casa
Previamente, un vocero del Departamento de Estado explicó a la prensa que "la prioridad" de la diplomacia estadounidense es llevar a King a casa y que lo está intentando "a través de todos los canales disponibles. No podemos verificar las palabras atribuidas a King. Seguimos enfocados en que regrese sano y salvo".
El soldado, de 23 años, iba a ser repatriado a EE.UU. como medida disciplinaria tras haber pasado 48 días en un taller penitenciario de Corea del Sur por haber golpeado un vehículo de la policía, pero huyó del aeropuerto de Seúl, donde debía tomar el vuelo a casa.
Un portavoz de la familia de King pidió a las autoridades norcoreanas que dejen al joven hablar con su madre y que lo traten con humanidad.
Los analistas señalan que Corea del Norte podría utilizar al soldado con fines propagandísticos o como moneda de cambio con Washington, en el contexto de diálogo bilateral roto desde 2019 y en pleno repunte de tensiones en la península coreana.
El Norte "sólo ha revelado parte de su investigación" sobre la supuesta deserción de King y "sin alcanzar una conclusión", con lo que parece querer decir a Washington "que tiene en su mano la resolución de la cuestión", dijo Yang Moo-jin, de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl, a la agencia Yonhap.
El próximo lunes, además, comenzarán los ejercicios anuales conjuntos Ulchi Freedom Shield entre Corea del Sur y EE.UU., criticados por Pionynag por considerarlos un ensayo de invasión de su territorio.