Desde 2010, en Chile, los abogados y abogadas celebran su día el 21 de mayo. Esta fecha no es antojadiza, sino que busca reconocer la profesión de Arturo Prat, quien fue el primer oficial de la Armada en servicio activo que estudió Derecho.

De acuerdo a la académica Carolina Araya, directora Derecho de la Universidad de Las Américas, sede Concepción, no podemos recordar este día sin reflexionar sobre los "Mandamientos del Abogado", obra del destacado profesor uruguayo Juan Eduardo Couture, que aún sigue vigente, y que invita a estudiar, permaneciendo atentos a los constantes cambios que experimenta la sociedad y legislación. Hoy, la invitación es aún más amplia, ya que se debe sumar al estudio el conocimiento de las tecnologías y plataformas virtuales a las cuales han migrado los antiguos formatos de expedientes.

También, se debe ejercer la profesión pensando y trabajando al servicio de la justicia con lealtad a lo más conveniente para los clientes y sociedad. Tampoco parece ajeno ejercer la profesión con paciencia y con fe de que el Derecho es y debe ser el medio idóneo para la convivencia del ser humano, descartando mecanismos autotutelares, como las modernas funas en redes sociales. Invita, además, a olvidar y a mantener dentro de los muros de cada juicio lo que ahí ocurre, dejando el corazón y conocimiento abiertos para nuevos aprendizajes, y recordando que los abogados permanecen y que se volverán a encontrar pronto.

Couture finaliza su listado de mandamientos señalando que se debe amar la profesión, siendo esta la herramienta que permita a las personas solucionar sus problemas.

A través de la historia se dice que: "la enfermería es una ciencia y es un arte". Lo afirmó hace más de un siglo, Florence Nightingale, quien fue una enfermera, escritora y estadística británica, precursora de la enfermería profesional contemporánea. Se considera a enfermería, como "la más antigua y bella de las artes"; en la cual, se mezcla el conocimiento, el corazón, la solidaridad y vocación de servicio hacia las personas, su familia y comunidad.

Enfermería como el arte del cuidado; es la capacidad del profesional de aceptar la expresión de sentimientos de nuestros pacientes, escuchar, mirar a los ojos, demostrar empatía, dar una atención de salud integral que contemple cuerpo, mente y espíritu; lo cual constituye la base de nuestra profesión.

Enfermería como la ciencia del cuidado; se sustenta en modelos teóricos disciplinares que se adaptan a la realidad actual y avances científicos de la medicina. Con una sólida base científica sustentamos las acciones y decisiones en la gestión autónoma del cuidado de nuestros pacientes.

Durante la pandemia covid-19 a nivel mundial y nacional; se visibilizó la labor de enfermería y equipo de salud. El profesional enfermero(a) como líder del equipo, gestionó el cuidado de sus pacientes y se enfrentó duramente a esta batalla que cobró no solo la vida de pacientes de diferentes grupos etarios, independientes de su sexo y condición socio económica; sino que también sufrimos la pérdida de colegas que se contagiaron de la enfermedad por cumplir con su labor.

Nuestros futuros profesionales universitarios de la carrera de enfermería reciben una sólida base ética y humana en su gestión del cuidado; somos una profesión capacitada en atender a la persona en todas sus etapas de vida, desde recién nacido hasta adulto mayor; también posee las competencias requeridas para valorar todas sus necesidades y poder objetivarlos a través de sus intervenciones para su bienestar individual, familiar o comunitario.

La Enfermería se basa en el amor y respeto a la dignidad humana, en trabajar en equipo, en adaptarnos a los cambios y perfeccionarnos cada día. Somos parte de una comunidad y seguiremos dignificando nuestra profesión.