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Crece demanda de usuarios que asisten a los comedores abiertos

ALIMENTOS. En la parroquia San Lepoldo Mandic o en el recinto de las Hermanas Siervas de Jesús -en Quinto Centenario- ha aumentado el número de personas que necesitan este tipo de ayuda, como también el perfil de usuarios, pues se han sumado muchos jóvenes en busca de raciones.
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Pablo Obreque Echevería

"Crecí en una familia donde mi padrastro me golpeaba, por lo que me fui de niño a la calle. Caí preso muchas veces y si bien pude formar en algún momento mi familia, por culpa de mi dependencia al alcohol y las drogas perdí todo".

Así comienza su relato mientras toma una taza de café, Iván Macías, quien es uno de los usuarios del comedor abierto de la parroquia San Leopoldo Mandic que se ubica en calle Queilen de Rahue Alto.

El hombre de 54 años y quien vive en una carpa instalada en un campamento del sector de Rahue Alto, confiesa que su adicción a la pasta base es tan severa, que lo poco que gana realizando trabajos esporádicos, lo gasta para drogarse.

"Esto me tiene atrapado, pero no he podido dejarla porque me gana. Ojalá nadie caiga en esto. Por lo mismo, vengo todos los días a la parroquia para poder comer algo, porque acá la gente es buena, se preocupan mucho por nosotros y además se puede conversar con otros que tienen vidas similares a las nuestras", manifestó Iván Macías, quien quiso relatar su historia para luego seguir conversando con sus compañeros de mesa.

Y en el comedor abierto de la parroquia que dirige desde hace algunos años el padre Felipe Fernández, son decenas las historias que en su mayoría son bastante tristes, donde el desamparo producto de los excesos, la falta de oportunidades y la vulnerabilidad -sobre todo de algunos adultos mayores-, los ha hecho buscar apoyo en este lugar que funciona como tal hace más de 30 años.

Almuerzo

La jornada de ayer estuvo sirviendo el almuerzo un grupo de voluntarios y voluntarias de la Agrupación de Adultos Mayores "Caminando junto al Señor", quienes han visto un aumento importante en el número de personas que están acudiendo por sus raciones de alimentos.

"Este año se ha visto un aumento considerable de personas que están asistiendo al comedor. El año pasado teníamos en promedio la asistencia de unas 50 personas entre las que comen en el comedor y que sólo van a buscar sus porciones; pero ahora estamos llegando en promedio entre 70 y 90 personas presenciales e incluso a más de 100 algunos días", comentó el sacerdote Felipe Fernández.

Añadió que uno de los factores en este aumento en el número de beneficiados puede tener directa relación con el alto costo que implica comprar alimentos, pero también porque a diferencia de años anteriores, están llegando más jóvenes a buscar su alimentación.

"Antiguamente llegaban a nuestro comedor más adultos mayores o personas adultas de arriba de 40 años con algún problema de consumo de alcohol y drogas, pero ahora esto ha ido cambiando porque estamos recibiendo a personas