Internet: un aporte que se consolida
Los años más críticos derivados de la pandemia por Covid-19, permitieron valorar la real influencia de la red. En pandemia, Internet tuvo una prueba de fuego que fue conectar a las personas y cumplió con su objetivo.
La irrupción de Internet en todo el mundo se ha transformado en un punto de inflexión para el ser humano, especialmente en términos de comunicaciones y relaciones con su entorno. Los cambios han sido profundos y vertiginosos. En sólo dos décadas, el mundo virtual se ha instalado paralelamente junto a la vida real y cotidiana.
Los años más críticos derivados de la pandemia por Covid-19 permitieron valorar la importancia de Internet en el teletrabajo y el teleestudio, que habían tenido un lento avance en el mundo, pero que durante la emergencia permitió a los trabajadores y estudiantes desarrollar sus labores a distancia, sin asistir en forma presencial, lo que significó además reducir los contagios. La actividad en el trabajo a distancia implicó el uso frecuente de métodos de procesamiento electrónico de información y algún medio de telecomunicación para el contacto entre el empleado y la empresa. Del mismo modo, permitió que los colegios y universidades continuaran las clases a distancia. Así, a raíz de la emergencia del coronavirus, el teletrabajo y la educación a distancia dieron un gran salto.
Esas conexiones han significado que el concepto de distancia se haya relativizado, y puede decirse que desde su aparición, el mundo está a un solo click, desde donde el usuario lo esté operando. Durante ese período Internet tuvo una prueba de fuego y cumplió con su objetivo, al mantener conectadas a las familias, a los trabajadores con sus empresas, a los estudiantes con sus colegios y universidades, a los usuarios con los servicios públicos y la banca, y al mundo en general. Ahora, pasada esa emergencia, los planes se enfocan en mejorar la calidad y la rapidez de las conexiones.