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Pasó Semana Santa, todos volvieron a su rutina habitual en el trabajo o estudios; pero mientras unos reflexionaron sobre la espiritualidad de esta fecha, los más pequeños buscaron los huevitos de chocolate del conejo, también es necesario poner un punto en la alimentación. Y es que claramente este festivo marca -sin duda- la mejor época para quienes venden productos del mar. Los pulmay, empanadas de mariscos o caldillos abundan en este fin de semana largo, situación que a todas luces llama a reflexionar y asumir como sociedad que dichas preparaciones deberían ser parte habitual de la dieta de los chilenos. El país cuenta con un enorme Océano Pacífico con riquezas naturales que, o bien hemos explotado indiscriminadamente -como el loco- o simplemente le damos vuelta la cara.