Una fundación lidera la recuperación de los humedales en la comuna de Llanquihue
URBANOS. A partir del año 2016 que en Legado Chile están enfocados en la labor de restaurar 16 cuerpos de agua, que se han empobrecido desde el punto de vista hidrológico y ecológico, al interior de la ciudad lacustre.
Luego de ser conocida por años como la "ciudad industrial" de la región, en el contexto de la crisis climática que vive el mundo, en la que el medio ambiente se ha transformado en un tema político de relevancia mundial, es que tanto líderes, como la sociedad civil de la comuna de Llanquihue están empeñados en revertir ese calificativo, por uno más acorde a los tiempos actuales y que, en definitiva, resalte los atributos naturales del territorio.
Es que la ciudad del mismo nombre de lago, posee características de sobra a partir de su ubicación geográfica-espacial. Por un lado, es fragmentada por el nacimiento del Santuario de la Naturaleza, río Maullín; por otro, se encuentra emplazada, precisamente, a orillas del segundo lago más grande de Chile.
Pero eso no es todo.
A esas condiciones hay que sumar que, esta comuna reúne un complejo sistema de humedales urbanos, pudiendo identificarse alrededor de 16 cuerpos de agua de ese tipo, que en total suman cerca de 80 hectáreas de superficie.
Los humedales urbanos, explican desde el Ministerio del Medio Ambiente, "son todas aquellas extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial (…), cuya profundidad en marea baja no exceda los seis metros y que se encuentren total o parcialmente dentro del límite urbano, según plano regulador comunal".
Amenazados
Sin embargo, en las últimas décadas debido al crecimiento urbano de Llanquihue se estima que el 47% de la superficie original de estos humedales se ha perdido, lo que ha empobrecido múltiples aspectos de su funcionamiento hidrológico y ecológico.
Las principales amenazas que se han identificado son: rellenos y modificaciones de cauces, vertimiento de residuos industriales líquidos, vertimiento de aguas servidas, contaminación difusa por aguas lluvias, extracción desrregulada de recursos forestales y especies exóticas invasoras.
"En Llanquihue, los humedales están pasando por distintas etapas no necesariamente favorables. Eso se debe principalmente a la degradación ecológica y a las acciones antrópicas", explica Verónica Irarrázabal, directora ejecutiva de la Fundación Legado Chile.
Salud ecológica
Esa organización se encuentra trabajando desde el año 2016 en la comuna, con el objetivo de mejorar la "salud ecológica" de estos humedales.
Para ello, están ejecutando el plan denominado "Restauración de Humedales Urbanos de Llanquihue", que reúne una serie de estrategias y acciones enfocadas a recuperar "los ecosistemas de humedales que se encuentran en un estado preocupante de degradación".
El plan aglutina una serie de estrategias priorizadas de acuerdo a la experiencia de la fundación en el territorio, las que incluye, entre otras medidas: un programa de educación socio ambiental, instrumentos legales de protección, divulgación comunitaria de la biodiversidad y el patrimonio, plan de infraestructura verde, restauración ecológica verde y gobernanza comunitaria de humedales.
De acuerdo a cifras entregadas por la fundación, en estos ecosistemas acuáticos conviven más de 100 especies de aves; cinco especies de anfibios; una de mamífero y 53 de flora. Además, en Llanquihue se pueden encontrar siete tipos distintos de humedales: lagunas, vegas, hualves, ríos, canales y esteros, ribera lacustre y quebradas.
En cuanto a los humedales más afectados, la directora de la fundación, señala que estos son: la laguna El Loto, ubicada a pasos del centro de la ciudad. "Tiene una coloración verde en sus aguas producto de la invasión de especies de aves que han llegado a convivir en ese ecosistema".
Otro ejemplo claro con daño es el del humedal Teodosio Sarao, "que producto de las acciones antrópicas ha sufrido un constante deterioro, perdiendo su flora característica y la presencia de fauna".
Irarrázabal da cuenta que para prevenir estas amenazas, "la comunidad junto al municipio y a instituciones sin fines de lucro han tenido un actuar continuo, priorizando los lugares afectados con acciones de limpiezas, reforestaciones, censos de avifauna para evaluar los números de especies, entre otras actividades", enfatizó.
Referentes
En esta línea, Olivia Oyarzo, encargada de Medio Ambiente de la Municipalidad de Llanquihue, reconoce que la labor de Legado Chile en la comuna ha permitido visibilizar este tipo de recursos naturales y ha incentivado a la población a su cuidado. "El trabajo de concientización que se ha llevado a cabo conlleva a que nuestra comunidad se haga partícipe en los procesos de arraigo de Llanquihue, como una ciudad de cuidado y protección de los recursos naturales que tenemos y sobre todo del recurso hídrico", resaltó.
La secretaria regional ministerial (seremi) del Medio Ambiente, Carola Iturriaga, enfatizó que Legado Chile se ha convertido en un referente regional de la sociedad civil en materias ambientales. "Ha hecho aportes importantes en temas como recuperación de humedales, educación ambiental y apoyo a organizaciones sociales", resaltó.
La directora de Legado Chile complementa señalando que "el trabajo ha sido constante y cercano, aunque no ha estado exento de desafíos, porque coordinarse, organizarse y tener objetivos comunes no es fácil. Sin embargo, es un trabajo que se está haciendo. Hay interés, pero aún queda camino por recorrer. Ahí el llamado que hacemos es a unirnos para hacer de la conservación de los humedales una actividad cotidiana e importante para la comuna".
Humedales
En cuanto a los humedales más representativos de la ciudad, desde la Fundación Legado Chile explican que estos son: la laguna El Loto, Teodosio Sarao, Baquedano y las Ranas, debido a que poseen una mayor cantidad de presencia de avifauna y donde se puede apreciar que la flora está intentando restaurar el ecosistema.
El humedal Las Ranas, agrega Irarrázabal, "es el que presenta, por sobre los demás, un mayor número de especies de aves a lo largo del año, siendo un ecosistema escondido y rico en flora palustre".
Mientras que el humedal Baquedano "es uno de los más emblemáticos, dado el tiempo que llevamos trabajando en él y los proyectos asociados, con un gran foco en restauración ecológica. En este humedal los vecinos han ayudado a proteger la rana chilena".
La profesional cuenta que los desafíos para el año 2023 son "múltiples y colectivos", indicando que uno de ellos es la articulación entre los distintos actores.
Irarrázabal especificó que "actualmente, se ha visto avances con la Mesa Provincial de Humedales, la que trata de aunar esfuerzos y generar ideas para la conservación. Pero se necesita un apoyo más transversal".
Añadió que "tenemos un Ministerio del Medio Ambiente que no tiene capacidad para, primero, procesar todas las solicitudes de reconocimiento de humedales; y, segundo, para acompañar los procesos de levantamiento de modelos de gestión de los humedales".
"El llamado que hacemos es a unirnos para hacer de la conservación de los humedales una actividad cotidiana"
Verónica Irarrázabal,, Fundación Legado Chile.