Crisis con Argentina
En relación con el diferendo marítimo austral entre Chile y Argentina que nos tuvo al borde de la guerra en 1978, leí en una reciente columna -de Marcial Robledano Perucich publicada el 17 de enero en El Día de La Serena, bajo el título "Recuerdos de un testamento de guerra"-: "Cuando vemos en la TV lo que sucede en Ucrania, damos gracias a Dios por lo que Él evitó para nuestros dos países".
Sin negar una eventual intervención divina, la guerra con Argentina se evitó gracias al fervor patriótico de los chilenos; al exitoso efecto disuasivo que produjeron el apresto y la decidida actuación de nuestras Fuerzas Armadas y Carabineros; y a la serena, inteligente y prudente conducción política de la crisis por el Gobierno de la época.
Adolfo Paúl Latorre
Valoración de la democracia
Recientemente hemos visto cómo tras un largo desgaste de sus instituciones, el Estado democrático de Derecho se rompe en Perú. Sea cual sea el color político o la forma del quiebre, son siempre oscuras noticias para Latinoamérica.
La democracia como concepto político no siempre se ha entendido de la misma forma. Desde su origen griego, cuando los partícipes en ella eran solo unos pocos hombres con cierto estatus, excluyéndose mujeres, esclavos y otras personas sin riquezas, hasta nuestros días, en que significa algo muy distinto, donde el quién y el cómo se toman las decisiones democráticas apunta al pueblo en procedimientos con voto universal, con ampliación de la participación ciudadana y donde la protección de los derechos fundamentales se ha convertido en la sustancia de las democracias, en palabras de Ferrajoli.
Así, la democracia se ha convertido, más allá de un procedimiento, en un principio. Se trata de una aspiración jurídica y política para la regulación de la convivencia en sociedades complejas y, por tanto, de un consenso social.
Una encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) da cuenta que pese a la desconfianza en las instituciones, en Chile aún un 61% de personas cree que este sistema es preferible a cualquier otra forma de gobierno, aunque un 53% estima que la democracia chilena funciona de manera solo regular (Estudio Nacional de Opinión Pública, agosto 2022).
Sin embargo, hay que agregar que la democracia no es un principio o una forma teórica de gobierno, sino que es también un proceso social y político, que se perfecciona y profundiza en tanto se le atribuya un valor central en el espacio público. Por ello, la valoración que le dé la sociedad es clave. Distintas actitudes pueden ir socavándola, desde quitarle valor o cuestionar la elección democrática en la configuración de órganos generadores de consensos políticos, hasta la valoración de la fuerza por sobre el diálogo.
La democracia como principio debe ser valorada en la esfera pública y como mecanismo institucional puede y debe ser profundizada, para evitar caer en la deriva de la deslegitimación de las instituciones y procesos democráticos.Priscilla Brevis, académica de Derecho
El artefacto
Son conocidos algunos famosos desaciertos al cambiar títulos del inglés al español, como por ejemplo el de la película "Ice Princess", que aunque con algo más de tino en Chile se llamó "Sueños Sobre Hielo", en España se bautizó como "Soñando, soñando… triunfé patinando", nomenclatura que no sólo era ingenua y deslucida, sino que además revelaba el final de la historia.
En el caso de las memorias del príncipe Harry la situación podría solo ser anecdótica, pero de todas formas hay bastante grados semánticos de diferencia entre contar una historia "Desde las sombras" (título en español) a que el relato sea presentado por un príncipe que dentro de la monarquía fue señalado como un "Artefacto" ("Spare" en inglés).
Si la corte real inglesa ya creía que había sido suficiente con las declaraciones en vida de Lady Di, los diálogos telefónicos privados de Carlos y Camilla o la entrevista de Oprah Winfrey a Harry y Meghan, ahora tendrán que tragarse nada más y nada menos que 560 páginas que recrean cada detalle de un ex integrante de la realeza que, al más fiel estilo de su tío bisabuelo Eduardo VIII, dejó todo con tal de permanecer unido a su amada Wallis Simpson. Las historias se repiten, qué duda cabe.
Pero Harry, con una mente arraigada a su tiempo y a la luz de no tener más herramientas y recursos que la atracción que genera en el público, decidió ir un paso más allá. Recordemos que todos sus privilegios reales se fueron perdiendo en cuanto se afincó en los EE.UU., mientras la necesidad de proveerse un espacio propio e independencia económica se hacían urgentes.
Biografiar la vida es un ejercicio diferente a dar entrevistas, la palabra escrita queda plasmada para siempre, como registro documentario meditado y sujeto a muy poca interpretación, más aún si el escritor es talentoso. Y en este caso, la pluma de fondo claro que lo es. Joseph Moehringer es el premiado "ghostwriter" que ha vaciado con sagacidad y estilo fluido, propio de los bestseller y de un ganador del Pulitzer, las experiencias más felices y trágicas del desdichado príncipe.
Son pocos los casos de un texto que a horas de ser publicado se agota en librerías y sitios on line, lo que demuestra una vez más ese interés de las audiencias por saber más detalles de las vidas ajenas, esa "otredad" es un signo de nuestros tiempos que las editoriales y medios de comunicación han sabido siempre explotar. Un millón de dólares por adelantado, según la BBC, fue lo pagado a Moehringer por el texto, una ganga, considerando los millones ya facturados. Dinero más que necesario para quien ha perdido toda clase de protección y privilegios reales.
La historia de Harry y Meghan no es todo lo glamorosa que el mundo imagina. La realidad siempre ruda y descarnada se hace notar sobre los hombros de un chico inglés huérfano a temprana edad, y que por esos misterios providenciales nunca se sintió cómodo en las cortes reales, tal cual su famosa madre. Ya lo dije, las historias se repiten.
Maciel Campos, director Escuela de Publicidad y Relaciones Públicas Universidad de Las Américas
Crisis de las isapres
El plazo de seis meses que dio la Corte Suprema al Gobierno para pronunciarse sobre la crisis de las isapres tiene a las autoridades de salud trabajando muy cómodas (aunque ellas informan que lo están haciendo "en forma prudente y responsable", como si eso fuera algo excepcional).
En términos jurídico-bíblicos, el plazo indicado es del tipo juicio final: llegará cuando los actores ya estén muertos.
José Luis Hernández