Mayor uso de la bicicleta
Uno de los tantos efectos de la pandemia ha sido la masificación del uso de este medio de transporte en el planeta, lo que implica varios desafíos. No sólo la ley es la única razón para una adecuada convivencia vial en las calles; más que ello, la cultura es la que debería animar a usuarios de las vías.
Una importante alza ha registrado el uso de la bicicleta en el mundo como medio de transporte desde el inicio de la pandemia, ya que ha permitido reducir el riesgo de contagio con respecto a la locomoción colectiva. El mayor uso de bicicletas y ciclos se observa de preferencia en el segmento joven y de quienes distribuyen alimentos a través de aplicaciones.
Sin embargo, también existe preocupación por la cantidad de accidentes que se han registrado. Por ello, el Consejo Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset) elaboró una guía con consejos para la movilidad activa, el uso de la bicicleta y otros ciclos, con el fin de reforzar las medidas de autocuidado.
Algunas campañas han llamado la atención acerca de la situación vulnerable que enfrentan los ciclistas, que deben compartir el uso de las calles con automovilistas, conductores de locomoción colectiva y del transporte de carga. Según Conaset, el año pasado hubo 63 mil accidentes de tránsito, mientras que en 2019, previo a la pandemia, se registraron 89 mil. En dichos eventos murieron 1.479 personas, siendo la cifra más baja desde 1972. Sin embargo, el panorama es opuesto cuando se analiza la situación de los motoristas y ciclistas.
Una encuesta del Automóvil Club reveló que el 67% de los ciudadanos está fomentando su traslado a pie o en bicicleta. Eso genera una serie de desafíos que se tienen que pensar, pues la mayor utilización del automóvil trae externalidades negativas. La más importante es la congestión por la ocupación poco eficiente del espacio y por la contaminación.
A fines de 2018 se hablaba del nuevo escenario que traería la Ley de Convivencia Vial, con la reducción de la velocidad de 60 a 50 km/hr en zonas urbanas, y que habilitaba a las bicicletas a circular por el costado derecho de la calzada. Sin embargo, automovilistas, motoristas y ciclistas compiten por un espacio reducido y congestionado y no siempre se respeta la ley, tanto de parte de los conductores que adelantan en forma temeraria a los ciclistas, como de éstos cuando circulan por las veredas peatonales.
Es importante que los participantes de las vías públicas asuman la cultura del respeto a los demás actores, para evitar situaciones conflictivas o riesgosas.