Reforma sin apoyo ciudadano
La última encuesta Cadem fue lapidaria con el destino de la cotización adicional del 6% que está proponiendo el Gobierno, donde sólo un 10% apoya la idea de destinarlo en su totalidad a un fondo común solidario, mientras que un contundente 56% quiere que la cotización adicional vaya íntegramente a la cuenta del trabajador; y el 33% restante piensa que debe distribuirse. Por otra parte, un 80% quiere libertad de elegir donde administrar sus ahorros previsionales.
Una reforma previsional sin apoyo ciudadano es una reforma que lamentablemente no verá la luz, por lo que los datos de la encuesta son una alerta para el Gobierno, el cual debe entender que las cotizantes están en una vereda diametralmente opuesta, pues quieren propiedad sobre los fondos de pensiones, y en particular, que no sea el Estado quien administre y controle el ahorro.Eduardo Jerez Sanhueza
Oportunidades para 2023
A pesar de los malos pronósticos, el país tiene las posibilidad de que 2023 sea un año mejor en materia de inversiones. Los "acuerdos políticos" en torno a la Nueva Constitución podrían mostrar una base de entendimiento y proyectar un marco institucional estable y reconocido por todos.
En el ámbito económico, tal vez la mayor dificultad será aumentar la actividad. Si bien seguiremos contando con un déficit fiscal importante, el ajuste de 2022 ha sido suficientemente drástico como para asegurar la responsabilidad con la que se ha asumido el manejo de las finanzas públicas, lo que es valorado por las agencias de calificación de riesgo. Por otra parte, el desequilibrio en cuenta corriente ha sido cubierto en buena parte por la inversión extranjera, lo cual es una señal de confianza.
El gobierno tampoco ha olvidado la importancia de incentivar el crecimiento. Un "crecimiento que genere riqueza, al mismo tiempo que distribuya", como ha señalado Mariana Mazzucato. Para ello se han tomado medidas significativas. En cuanto a inversión pública en diferentes áreas -incluyendo vivienda-, se genera un gran desafío de ejecución. A su vez, hay un número importante de proyectos en su fase de puesta en marcha que deberán contar con el apoyo del Estado para activarse lo más rápido posible, evitando la "permisología".
Además, la autoridad presentó una atractiva cartera de concesiones a licitar a partir de 2023, por US$ 13 mil millones, la que genera nuevas oportunidades de inversión. Es de esperar que la readecuación de algunos proyectos postergados el año pasado lleguen a término y se pueda convocar a inversionistas a participar de las licitaciones con un alto grado de competencia.
Desde el punto de vista privado, es evidente que los sectores energético y minero siguen concentrando la atención. El impulso que han tenido la Energías Renovables No Convencionales (Ernc) debería seguir, en la medida que se resuelvan problemas regulatorios y haya certeza respecto del involucramiento del Estado en facilitar la inversión en líneas de transmisión al menor plazo posible.
A la vez, surgen nuevas apuestas como el hidrógeno verde. Se vislumbra un tremendo potencial en la medida que se complementen esas iniciativas con una mayor claridad de los permisos que se requieren y con las inversiones públicas que le entreguen el soporte necesario. El sector de las comunicaciones también se proyecta con dinamismo. Existen dos millones de usuarios del 5G en Chile, los que seguirán aumentando en forma acelerada.
El cobre seguirá siendo un destino de importantes inversiones y se proyecta que el litio tendrá un impulso relevante. Quizás, más relevante que la constitución de una empresa nacional del litio sea seleccionar un buen socio para el Estado que sirva para que se aproveche la oportunidad de ser uno de los países con gran potencial en esta materia.
La inversión no sólo repara déficits del pasado, sino que genera oportunidades para el futuro y en eso el sector público y privado cuentan con diversas modalidades de trabajo y colaboración que bien podrían desplegarse durante 2023.
Carlos Cruz, director ejecutivo Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI)
Proyecciones para este año
No cabe duda que 2022 ha sido un año atípico en muchos aspectos, considerando que se han vivido cambios políticos, sociales y económicos que se han arrastrado desde antes de la pandemia, esto a nivel local pero también en el resto del mundo.
En cuanto a las proyecciones para el 2023 para el país, se puede destacar que, de acuerdo con la Encuesta de Expectativas Económicas de diciembre, realizada por el Banco Central de Chile a un grupo de académicos, asesores y ejecutivos de instituciones financieras relevantes, la economía retrocederá de modo más profundo que lo previsto por el último Informe de Política Monetaria. Mientras en la pasada emisión de este informe el Banco Central proyecta que el PIB de nuestro país para 2023 tendrá una caída de entre -0,75% y -1,75%, en promedio un -1,3%, el consenso del mercado apunta más bien a -1,5%, pero con un tercio de ellos inclinados a que la recesión será de -1,8% o peor. Por otro lado, más del 35% cree que el retroceso será de -1,2% o ligeramente mejor. La demanda interna de Chile condicionaría el 2023 hacia la baja al PIB, mientras el consumo retrocedería 3,9%. Según las proyecciones, la inversión variaría en -4,5%. Dentro de las últimas cifras observamos que el Imacec de noviembre marcó la peor contracción del 2022: -2,5%, este índice confirmó que la economía sigue desacelerándose comparada con el año anterior.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha insistido en que lo peor de la recesión ya lo estamos viviendo y que para el segundo trimestre de 2023 la economía debiese comenzar a repuntar. En cuanto a la inflación, el consenso del mercado es que cerraría alrededor de 12,9%, confirmando su tendencia a la baja. Para 2023 el consenso es que las presiones inflacionarias sigan descendiendo. En la última Encuesta de Operadores Financieros, la inflación anual se ubicaría en 4,5% en un horizonte de 12 meses. De qué dependería esta proyección, entre otros factores externos, de la guerra en Ucrania, los precios de la energía y, obviamente, de que si China logra contener la nueva arremetida del Covid para que no vuelva a afectar las cadenas de suministros globales.
Chile es un país que se ve altamente afectado por el concierto económico internacional, esto nos ha beneficiado mucho en períodos de bonanza, pero ya vemos lo que ocurre en períodos de vacas flacas, al ser un país pequeño nada podemos hacer ante estos shocks externos, no obstante, eso no quita que nuestras autoridades moderen lo más posible estos ciclos. Por esto, el ministro Mario Marcel tendrá un rol trascendental para 2023 y de su buen manejo, dependerá si volvemos a ver las cifras que teníamos en periodos anteriores.
Manuel Cea, Facultad de Economía y Negocios de la UNAB sede Viña del Mar