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Turra además indicó que "ese análisis tiene un tiempo establecido de duración dependiendo de la base de datos a que sea destinado, ya que no existe un banco único donde ingresan todos los casos de personas desaparecidas a nivel nacional. Pedimos que se haga rápido, porque a lo mejor la persona que buscan puede aparecer en otra zona y ya la información va estar en línea. Sería más fácil para los familiares y las propias entidades lograr una respuesta más ágil".
En el caso de Alicia Turra, le tomaron muestra de ADN un mes después de la desaparición de su hijo Christian Cárdenas en el año 2020. Sin embargo, hay casos donde han pasado años para efectuar esta prueba. Testigo de ello es Marcela Nactoch, madre de Hasper del Río (desaparecida en 2008), que le hicieron el examen diez años después tras la insistencia de un funcionario de la PDI.
"El caso de mi hija lo asumió un detective que venía del norte, con experiencia en personas desaparecidas. Al ver la carpeta encontró varias diligencias pendientes, por lo que pidió al fiscal Matías Montero autorizar dicho peritaje, lo que se concretó hace algunos años atrás. Es algo que no entiendo, no sé por qué no lo hicieron al comienzo. Ahora cuando se pierde alguien y me piden ayuda, les digo que exijan de inmediato este examen de ADN", señaló Marcela.
La madre Luis Felipe Álvarez Bello, el joven conserje desaparecido hace seis años en el sector de Ovejería, se sometió al examen de ADN recién en febrero de este año.
"En febrero me hicieron el ADN y porque se lo pedí al fiscal. Los resultados quedaron en el Servicio Médico Legal, en los registros nacionales y locales, ya que existe una presunta desgracia de mi hijo. De encontrarse algún resto humano en alguna parte del país o la zona, la muestra que me tomaron se podrá comparar con los análisis de esas osamentas", dijo.
Casos
El fiscal José Vivallo, uno de los abogados que lleva adelante algunas de las investigaciones por presunta desgracia en la jurisdicción del Ministerio Público de Osorno, comentó que en la semana se reciben varias denuncias en los cuarteles policiales, aunque muchas de ellas quedan sin efecto porque las personas aparecen.
"Desde 2021 a la fecha hemos recibido 17 denuncias, pero la lista baja, porque aparecen las personas. Pero tenemos otros casos, conocidos públicamente, cuyas investigaciones han obligado a realizar diligencias especiales, como el caso del joven conserje, la estudiante Hasper del Río, la señora Elsa Cárdenas, Pablo Hurtado y Sergio Alejandro Igor Barría. Son casos de mayor complejidad", precisó.
Sobre la petición de familiares de desaparecidos para agilizar la toma de exámenes de ADN, el fiscal indicó que "existe un registro nacional de huella genética para imputados condenados, así como para muestras de perfiles genéticos de investigaciones, ambos asociados a presuntas desgracias. Eso se coordina en la medida que hay algún antecedente sobre la hipótesis de muerte de la persona. Todo depende de la naturaleza de la investigación y coordinación con la familia, ya que se debe trabajar el tema afectivo, porque hay muchas personas que esperan encontrar con vida a sus parientes extraviados".
Centro de referencia
El médico legista y jefe provincial del Servicio Médico Legal de Osorno, Felipe Céspedes, señaló que este año se han desarrollado 13 pruebas de ADN a familiares de fallecidos que han ingresado sin identificación al recinto.
"Son muestras que vienen con autorización de la Fiscalía local. El año 2021 fueron 10 casos. Se trata de exámenes de comparación genética de un cadáver no identificado o que no se puede reconocer por huellas dactilares u otro proceso, ya sea clínico, tatuajes o dentales, con familiares con vínculo directo", explicó.
Las muestras que se toman en Osorno son enviadas para análisis a la ciudad de Concepción, donde funciona el laboratorio de genética forense del SML.
"El servicio tiene tres centros a nivel país para abarcar los peritajes de análisis de ADN. Nosotros, muchas veces, le pedimos a familias que tienen personas desaparecidas que completen una ficha con detalles del extraviado. Nos sirve tener la mayor cantidad de información posible y queda todo archivado. Para tomar muestras de sangre o cotejo de ADN se requiere la autorización de la fiscalía", añadió Céspedes.
2008 desapareció la joven Hasper del Río. Su madre, Marcela Nactoch, fue sometida al examen de ADN 10 años después.
6 años desapareció Luis Felipe Álvarez, el joven conserje que fue visto por última vez en Ovejería.Le hicieron el examen de ADN a su madre recién en febrero de este año.
13 pruebas de ADN ha realizado este año el Servicio Médico Legal (SML) de Osorno a familiares de fallecidos que han ingresado sin identificación al recinto de calle Angulo.