Sergio Silva Vásquez
Un aviso en la red social Instagram acerca de una fiesta clandestina para el viernes 2 de diciembre, y que contaría con varios Djs, puso en alerta a los funcionarios de la Patrulla de Alcoholes de la Prefectura de Carabineros de Osorno, quienes se instalaron en un discreto punto fijo en la ruta U-55, a 10 kilómetros de Osorno, durante la jornada de este viernes.
Los asistentes a la fiesta, según el aviso en redes sociales, podrían llegar incluso en un vehículo Uber que los esperaba en avenida René Soriano y que los trasladaría hasta el mismo lugar del evento. La entrada, eso sí, debía ser previamente adquirida mediante depósito a una cuenta bancaria habilitada para la ocasión y el comprobante del pago de $3.000 debía ser mostrado al llegar a la fiesta, que sería en un galpón ubicado a metros de la ruta U-55 a Puerto Octay.
Todo fluía a la perfección para los organizadores, que sólo esperaban bailar y divertirse hasta la madrugada, no obstante, cerca de las 23.50 horas el personal de la Patrulla de Alcoholes allanó el lugar con un fuerte contingente policial, además de personal del Servicio de Impuestos Internos (SII) y de Seguridad Ciudadana del municipio de Osorno.
"Teníamos información del desarrollo de esta fiesta clandestina, donde había un administrador que cobraba la entrada mediante previo depósito bancario. Al momento del allanamiento había cerca de 20 personas y pudimos decomisar diversos tipos de bebidas alcohólicas. La persona que actuaba como regente quedó citada al Juzgado de Policía Local", indicó el subprefecto de Carabineros de Osorno, Marcelo Salas Carvacho.
El comandante indicó que "es la primera fiesta clandestina que se detecta, pero desde septiembre a la fecha hemos decomisado alcohol en lugares que no cuentan con la respectiva autorización para la venta, de los cuales hay un local que en dos oportunidades ha sido infraccionado y se ubica en calle Ramírez, muy cerca del llamado Eje Bohemio".
Este operativo fue resaltado por el encargado de Seguridad Ciudadana, Leonel Morales, quien manifestó que "nos sumamos a esta ronda preventiva autorizada por el alcalde Carrillo y se acudió a esta fiesta clandestina, donde se pudo establecer que el organizador no contaba con permiso de alcohol o municipal, evadiendo a su vez el impuesto. Los antecedentes fueron puestos a disposición del Juzgado de Policía Local de turno, ya que no tenía el respectivo documento para la realización de un evento que además carecía de los resguardos necesarios. Esta práctica de hacer fiestas ilegales sería habitual, con información anticipada y reservada, para no generar mucha alerta en la comunidad", señaló Morales.
Los funcionarios del SII también cursaron la infracción respectiva por la evasión de impuestos.
Ronda
Entre las 20 horas del viernes y la 1.30 de la madrugada de ayer se realizaron diversos controles coordinados por la Delegación Provincial, donde participó Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI), Senda, el SII y la municipalidad.
El comandante de Carabineros Marcelo Salas detalló que dicho servicio dejó como saldo cuatro detenidos por orden judicial vigente y uno por conducir en estado de ebriedad.
"Además, se cursaron 14 infracciones al tránsito y a la fiesta clandestina. En total, fueron controladas 308 personas y 518 vehículos", indicó.
"Teníamos información del desarrollo de esta fiesta clandestina, donde había un administrador que cobraba la entrada mediante previo depósito bancario".
Marcelo Salas, Subprefecto de Carabineros