Migraciones climáticas
Pensar en trasladarse de un lugar a otro supone una serie de planificaciones que permitan poder llegar a destino de manera adecuada. Pero ¿qué sucedería si debes abandonar tu hogar, comunidad o país de manera abrupta por factores ambientales?. Evidentemente no es algo que esté en nuestros planes. Sin embargo, hoy en día miles de personas y familias completas viven esta realidad a causa del cambio climático.
Los llamados "migrantes ambientales" son cada vez más frecuentes en la región, destacando su desplazamiento forzado a lo largo del continente y país. De esta forma la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) propone una definición operativa para designar los migrantes climáticos: "Los migrantes por motivos ambientales son personas que, debido a cambios repentinos y graduales en el medio ambiente que inciden negativamente en sus condiciones de vida, se desplazan de manera temporal o permanente a otras partes de su propio país o fuera del mismo" (OIM, 2011).
La sequía y el clima extremo han sido la causa de que miles de compatriotas migren internamente de una región a otra y esto ha impactado no sólo en la economía, sino que en las vidas y dinámicas familiares.
La escasez hídrica ha provocado que las personas migren de la zona central a regiones del sur, y comunas como Valdivia, Puerto Montt y Puerto Varas han sido unas de las principales receptoras de migrantes internos en busca de mejor calidad ambiental. De hecho, en mayo de este año el Municipio de Puerto Varas declaraba que a la población de la comuna se han sumado al menos entre 6 mil y 10 mil familias nuevas.
Por ende, la planificación de los territorios en las ciudades es importante. Con la llegada de nuevos habitantes debe haber un ordenamiento de servicios, pero también mejores herramientas de integración, porque salvaguardar los derechos de las personas nunca debe ser factor de indiferencia. Por eso no hay tiempo que perder.
Carla Fierro Retamal, académica de la Escuela de Trabajo Social Universidad Austral de Chile
Deserción escolar en Chile
La deserción escolar va en aumento en nuestro país, así lo señalan las cifras del Ministerio de Educación, donde 50.529 niños y adolescentes no se matriculan para continuar sus estudios. La pandemia y el distanciamiento dejaron consecuencias en todos los ámbitos, pero pareciera ser que en educación su impacto ha sido más complejo.
Tras la escuela on line, la vuelta la presencialidad nos daba esperanzas de mejorar los procesos de aprendizaje-enseñanza y la contención emocional que tantas personas necesitaban, pero la expresión de violencia que hemos vivido durante 2021 ha impactado la continuidad de estos mismos procesos.
A la fecha, un gran número de estudiantes aún no asiste con regularidad de forma presencial a sus escuelas, viéndose interferido el desarrollo de distintas habilidades y competencias. En este marco, el cierre de escuelas durante la pandemia ha agudizado la problemática, donde se han quedado sin centros educacionales, han debido cambiar de establecimiento y alterar la logística familiar en torno a la educación de sus hijos.
Lo anterior no hace sino profundizar las brechas educativas, especialmente en los grupos sociales con mayor vulnerabilidad, lo que se traduce en una mayor desigualdad en el acceso a una educación de calidad.
Si bien la deserción escolar es preocupante, la alta inasistencia también lo es, ya que puede ser un precursor a la salida del sistema educacional. Esto trae una serie de consecuencias cognitivas, sociales, pero también sicológicas, siendo compleja la reinserción posterior.
La escuela debiese ser un espacio seguro, un factor protector para las infancias.
Francisca Cifuentes, académica de Psicología U. de Las Américas
Cuidarse para cuidar
El refrán suele decir: "Para cuidar a los demás, empieza por cuidarte a ti mismo". Esto es especialmente cierto para los que deben compatibilizar el cuidado de los padres y seres queridos mayores con otras responsabilidades. Los cuidadores deben ser defensores de su propia salud para ofrecer a su vez una atención de calidad.
Cuidar la salud personal es crucial en el cuidado de personas y esto implica mantener los músculos fuertes. Para los cuidadores cuyas responsabilidades diarias implican una energía y fuerza continuas para levantar y trasladar constantemente a los pacientes o seres queridos, dar prioridad a la salud muscular puede ser esencial.
La fuerza muscular es un indicador clave de la salud general y desempeña un papel integral en la fuerza, la energía, la inmunidad y la salud ósea que nos permite movernos, levantar cosas, bombear sangre por el cuerpo e incluso ayudarnos a respirar. Sin embargo, como algunas personas pueden experimentar una pérdida muscular natural que viene con la edad, es importante prestar atención a nuestros músculos y mantener nuestra fuerza.
Aunque la esperanza de vida de los chilenos es cada vez más alta -llegando a casi 82 años para las mujeres y 77 para los hombres- es posible que los años ganados no se disfruten al máximo, ya que se suele pasar más tiempo enfrentando problemas de salud relacionados con la edad. Entre éstos, los problemas músculo esqueléticos son los más frecuentes. La sarcopenia, o pérdida de masa y función muscular relacionada con la edad y que en Chile se presenta en 1 de cada 5 adultos mayores, puede comenzar a partir de los 40 años, con una pérdida muscular de hasta el 8% cada década.
Aunque el envejecimiento es inevitable, la pérdida de músculo relacionada con la edad puede prevenirse con la intervención adecuada a través de lo que comemos y de cómo utilizamos nuestros músculos. El consumo de una dieta equilibrada con alimentos ricos en proteínas ayuda a desarrollar la salud muscular. Una ingesta adecuada de vitamina D también puede contribuir a una función muscular normal y a mejorar la fuerza muscular. Para aumentar la ingesta de vitamina D, pase algún tiempo al aire libre bajo el sol y añada a sus comidas alimentos como los pescados grasos, los mariscos, las setas y los huevos.
Satisfacer las necesidades diarias consumiendo adecuados nutrientes puede ayudarle a mantenerse fuerte durante más tiempo y a conservar sus fuerzas cuando cuide a sus seres queridos a lo largo del día. Para los cuidadores mayores que no se alimentan bien, el consumo de suplementos nutricionales especializados puede favorecer su salud muscular.
Para evitar el debilitamiento de la fuerza muscular, los cuidadores también deben hacer ejercicio con regularidad. Las actividades cotidianas más sencillas, como caminar, subir escaleras y levantar objetos, también pueden ayudar a mantener los músculos activos.
Oscar Hincapié, médico