Fraude con las licencias médicas
En el Parlamento se encuentra un proyecto de ley que pretende regular de mejor forma el otorgamiento de estos permisos. Las irregularidades que se detectan regularmente en torno a las licencias médicas obliga a una mejor legislación que evite los abusos.
Cada cierto tiempo irrumpen las noticias sobre fraudes vinculados a la emisión de licencias médicas y sorprenden las cuantiosas sumas de dinero involucradas. Parece ser una mala práctica socialmente tolerada. En ocasiones, se señala que unos pocos profesionales extienden miles de licencias y, por lo mismo, cada vez aumenta el número de permisos médicos y los millonarios recursos que significan su pago.
En el Congreso Nacional está el proyecto que modifica la ley sobre otorgamiento y uso de licencias médicas, para fortalecer las facultades de los organismos reguladores y fiscalizadores, y aumentar las multas y períodos de suspensión de los emisores. La iniciativa viene a actualizar la Ley N° 20.585 publicada hace nueve años y apunta a aumentar las multas y períodos de suspensión de médicos cirujanos, cirujano dentistas y matronas que emiten licencias médicas, muchas veces de manera sistemática, beneficiando a personas que no están enfermas. Hoy la emisión de éstas con evidente ausencia de fundamento médico implica multas que van desde 7,5 a 60 UTM y se propone aumentarlas de 30 a las 250 UTM. A la vez, se extiende el período de suspensión de la facultad de emisión de licencias médicas para los profesionales de la salud que incurran en conductas abusivas, pasando de un año a dos años de duración.
La licencia médica, cuya tramitación se hace vía electrónica desde hace unos años, utiliza un sistema de información que permite emitir el documento a través del computador del consultorio u hospital, la que luego será recibida por el empleador adscrito al sistema. Esta emisión electrónica se inició en el año 2007 para cotizantes de isapres y años más tarde se fue ampliando en forma progresiva para los trabajadores afiliados a Fonasa, hasta entrar en plena vigencia desde enero del año pasado.
Es de esperar que la licencia electrónica dé finalmente los resultados y que se sumen las fiscalizaciones más efectivas consignadas en el proyecto en estudio, para que el sistema se consolide y permita un mejor control de los permisos por enfermedad, evitando el abuso del mecanismo, en el que, finalmente, pagan justos por pecadores.