Correo
Discapacidad en Osorno
La pandemia ha dejado nuevamente al descubierto el problema de la accesibilidad a la Salud. El escuálido presupuesto asignado para la salud mental, la cual ha empeorado enormemente con esta situación, no alcanza para mitigar todo lo adverso de esta enfermedad. Ello tiene que ir de la mano de un aumento significativo del presupuesto para tener más profesionales e insumos, a fin de contar con infraestructura acorde a los tiempos que estamos viviendo.
Pero dentro de muchas necesidades de la comunidad, una es tener ya con mucha urgencia un nuevo hospital en la comuna de Osorno, específicamente en el sector de Rahue, que ya cuenta con más de 70.000 habitantes.
Esta pandemia aún no ha terminado y se ha generado una crisis en la atención hospitalaria con la falta de camas UCI-UTI en casos de gravedad.
Por ello, se hace urgente ahora más que nunca descentralizar la atención del Hospital Base y construir un nuevo recinto que sea capaz de atender a casi un 50% de la población de nuestra comuna.
Rahue cuenta al día de hoy con más de 70.000 habitantes. Si fuese comuna sería la tercera más grande de la Región de Los Lagos. Ya el Cesfam de Rahue Bajo está dando muestras de quedar chico para atender a tanta población. ¿Qué duda cabe que el acceso a la salud es uno de las más urgentes de la población osornina?.
La Salud es un derecho y de acuerdo a las circunstancias y al creciente aumento de habitantes, creemos necesario contar con un nuevo hospital. Nuestros Cesfam están colapsados y otro (el de Chuyaca) está a medio terminar. No podemos seguir esperando.Juan Reyes Guajardo, ex presidente del Consejo Comunal de la Discapacidad de Osorno
Hablemos con nuestros niños
Un reciente estudio de la Universidad de Los Andes acaba de sumar un nuevo antecedente sobre los desastrosos efectos de la pandemia y el cierre de establecimientos educativos en los niños de Chile. Se indica que el 96% de los estudiantes de primero básico no conocen las letras del alfabeto, que los de segundo básico muestran retrocesos en cuanto a lectura y que el vocabulario de los niños de kínder ha disminuido en comparación a 2018.
Estos datos coinciden con las investigaciones que hemos hecho en la Fundación Familias Power en este periodo y que revelan que niños de entre tres y seis años presentan niveles muy por debajo a los esperados para su edad en cuanto a comunicación. Esto incluye la habilidad pre lectora y la capacidad de conocer, retener y repetir un vocabulario más nutrido.
¿Qué medidas se pueden aplicar para elevar estos niveles?. Estrategias hay varias y van desde la política pública hasta lo que pueden efectuar, en lo inmediato, los padres, cuidadores y centros educativos. Me centraré en lo segundo.
Primordial es leerle todos los días a los niños antes de acostarse. Se trata de poner los libros al alcance de los niños a través de la lectura que hacen los papás y también mediante las imágenes que se van sucediendo para vayan intuyendo, desarrollando, pensando y relatando historias que hagan sentido con lo que están viendo.
Junto con ello, es cómo nos comunicamos con nuestros niños, de qué forma nosotros le contamos las cosas. Hoy nos estamos comunicando con formas "express". En cambio, tenemos que volver hablarle con frases largas y bien construidas, ojalá pidiéndoles su opinión, usando variados verbos y adjetivos calificativos, nutriéndolos de tiempos verbales y distintos sustantivos en una oración, que las hagan más completas y complejas, de manera que el niño pueda ir adquiriendo y manejando una mayor cantidad de vocabulario.
Lo tercero y tremendamente relevante es dejar las pantallas de lado para permitirles acercarse a los libros y diálogos y así habilitar el desarrollo de la creatividad. Por último, es muy importante ir desarrollando lo que se llama juntar letras. De a dos, de a tres y así. La idea es ir repitiendo esas sílabas hasta que los niños las vayan entendiendo y haciendo suyas.
Es urgente tomar acción. El nivel de la lectura y el vocabulario es uno de los principales predictores del desarrollo futuro de las personas.
Anne Traub
Calentamiento global y COP27
El 15 de noviembre recibimos la información de las Naciones Unidas de que ya somos 8 mil millones de habitantes, y en América Latina y el Caribe solo somos 662 millones, franca minoría. Toda esta gran cantidad de humanos vive en centros urbanos llamadas ciudades, lugares que se han convertido en fuente de extracción energética, ya que recordaremos que como especie humana no producimos oxígeno como las plantas ni poseemos atributos como otros mamíferos como una cobertura de pelos y piel que nos proteja del frío o el calor.
Entonces, lo extraemos de la naturaleza y lo convertimos en energía. Todo bien verdad. Lamentablemente esta energía que sacamos de la tierra como carbón o petróleo ya desde la Revolución Industrial se ha adherido a nuestra atmósfera, contaminando el aire que respiramos y convirtiéndose en una capa que no deja que el planeta pueda enfriarse naturalmente, lo que se conoce como efecto invernadero. Me pregunto todas estas reuniones donde participan muchos países, incluso el nuestro viaja en aviones que dada la distancia más contaminan que nada, en la era del Teams y el Zoom porque no hacen las reuniones por esta vía y disminuyen la tremenda huella de carbono que esta reunión genera.
Desde el año 2015 (COP21) seguimos con la esperanza que el Acuerdo de Paris sea tomado en serio, especialmente por China con más de 10 millones de ton de Co2, Estados Unidos con 5.416 millones, India con 2.654 millones, Rusia con 1711 millones, Japón con 1162 millones y aunque no lo creamos, Alemania con 759 millones de toneladas de CO2. Con ese pesimista escenario, el paisaje, los diseños y soluciones basadas en la naturaleza, acciones de restauración de ecosistemas, tener ciudades verdes y resilentes le darán un respiro a las personas que vivimos aquí en este hermoso planeta. No esperemos a las grandes potencias, seamos nosotros el cambio y compremos solo a mercados que respeten al medio ambiente.
Jadille Mussa, académica Arquitectura del Paisaje UCEN
Boric y su coalición
Tal parece que el Presidente Gabriel Boric encontró el tono para conectar con la inmensa mayoría de chilenos que quiere avanzar, pero con responsabilidad. El problema, no obstante, es su propia coalición, que sigue embebida en el resultado del lejano plebiscito de entrada y haciendo caso omiso a lo que fue el plebiscito de salida.
Esteban Meza