Durante los últimos días hemos visto cómo distintas agrupaciones y asociaciones se han pronunciado respecto a la posibilidad de terminar con las restricciones sanitarias en nuestro país, situación que no es extraña pues somos conscientes, hace más de dos años, que hemos respetado y obedecido de forma irrestricta las medidas impuestas por el Gobierno con el objetivo de avanzar en reducir los contagios covid-19.

Así justamente lo han expresado también expertos quienes han llamado a la autoridad sanitaria a reconsiderar algunas restricciones, e incluso la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de resolución que pide al Gobierno eliminar el Pase de Movilidad.

Por lo anterior y considerando los perjuicios que esto ha provocado indirectamente al sector comercio y turístico, además de las pymes, consideramos que al alero de las cifras que vayamos registrando, sí se podrían comenzar a flexibilizar las medidas para llegar a un punto en que no sea perjudicial para la ciudadanía en lugares abiertos y cerrados estar sin mascarilla o no solicitar el Pase de Movilidad para ingresar a recintos con concurrencia de público.

No obstante ello, también debemos considerar algo muy importante, en el cual tiene participación directa la ciudadanía: el respeto y responsabilidad con el esquema de vacunación. Ya lo hemos dicho anteriormente e incluso hemos llamado en reiteradas ocasiones a cumplirlo, ya que como entidad gremial sabemos que esto será fundamental y trascendental para avanzar y obtener la opción de eliminar las restricciones sanitarias y enfrentar la pandemia de una forma eficaz y concreta en resguardo de nuestra salud.

Como Cámara de Comercio Osorno consideramos que si logramos ser capaces de asumir la relevancia de inocularse y cumplir con los planes anunciados por el Gobierno y la Autoridad Sanitaria, podremos ver poco a poco un camino donde existan libertades como las que gozábamos antes, beneficiando de paso a la economía que podrá generar más y mejores fuentes de empleo, combatiendo con ello la crisis económica.

Finalmente, será nuestra responsabilidad y capacidad de acatar medidas las que nos permitirán avanzar.

Rodrigo Ibáñez, presidente Cámara de Comercio

Siempre es buen momento para hablar de cultura tradicional. Pero en Fiestas Patrias se hace especialmente propicia la ocasión para mirar hacia la base de la identidad de una región y un país, expresada en las manifestaciones artísticas, gastronómicas, creencias, la forma de vincularse socialmente y de reconocerse en elementos comunes y únicos.

En estas fechas se multiplican vivencias significativas que muchos comparten. La reunión familiar en torno a la música y la cocina está llena de elementos simples de cohesión social y de lo que llamamos patrimonio inmaterial; ése que no vemos, pero que se nutre de costumbres que nos enriquecen y que dan sustento a lo colectivo, sobre todo al conmemorar fechas históricas. La de ayer, la de hoy.

En lo privado se cultivan esas tradiciones casi sin darnos cuenta. Pero también es necesario que exista voluntad de mantenerlas y llevarlas a lo público, enseñarlas a nivel escolar, conocerlas y valorarlas. Es ahí donde cobra especial importancia el trabajo de quienes realizan investigación y sistematizan ese saber para compartirlo; como también el de organizaciones como conjuntos que trabajan con las expresiones artísticas folclóricas y las difunden de diferente manera. Hacen proyección folclórica cuando toma un hecho y lo recrean en un escenario (una fiesta religiosa por ejemplo); hacen aplicación folclórica cuando agregan otros elementos (coreografías de cueca todas las parejas iguales) o incentivan la creación, como sucede con las competencias en festivales a lo largo del país.

En ese contexto es que debe comprenderse el trabajo realizado en la zona -entre muchos ejemplos- por los ballets folclóricos, el Festival de la Leche y la Carne en Osorno, el Salmón de Oro en Puerto Octay, los recordados festivales de la Cereza y las Bayas en San Pablo y Río Negro, respectivamente, además de Puihua Cultural en Puyehue.

Todas las mencionadas -entre muchas, insistimos- son iniciativas que contribuyen en la preservación de los distintivos chilenos y, por lo mismo, merecen respaldo y reconocimiento en todo momento. Pero en particular en Fiestas Patrias, cuando los ojos se vuelven hacia ellos con especial atención.