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de un emergencia. La idea no es alertar tanto a la población, pero sí tenerla preparada", sostuvo el jefe comunal.
En efecto, la localidad de Las Cascadas por su ubicación tan cercana al volcán Osorno, pero con los planes de emergencia que han ensayado en reiterados simulacros que involucran a toda la comunidad, solo son monitoreados para revisar esos planes de acción.
"Hemos hecho varios simulacros y hay un grupo de emergencias bien activo. Ojalá que todo siga con normalidad, pero la situación verde no es tan compleja aún y desde Sernageomin siempre nos han comentado que generalmente los volcanes que empiezan a avisar de a poco algunos movimientos, no indican un signo de catástrofe propiamente tal, porque generalmente este tipo de catástrofes que han sucedido en todo el mundo, prácticamente llegan sin aviso", concluyó el alcalde Gunkel.
Sismicidad
Sobre la realidad del volcán Osorno, el director del Departamento de Obras Civiles y Geología de la Universidad Católica de Temuco, Cristian Farías, indicó que este macizo lleva más de 150 años sin una erupción, lo cual para los expertos genera muchas interrogantes, porque por un lado hay muchas dudas sobre cómo se va a comportar cuando despierte nuevamente y, por otra parte, el que haya mucho tiempo entre la última erupción, ayuda a que la gente se olvide de este peligro.
"Ha habido mucho desarrollo inmobiliario en la zona, que muy probablemente no tiene mucha conciencia de que el volcán puede hacer erupción y que pueden tener aluviones que van a bajar por donde siempre han bajado", manifestó.
Farías agregó que el hecho de que el volcán Osorno no haya tenido una erupción en más de 150 años no quita que siga siendo activo, de hecho siempre tiembla, aunque no tanto como el Villarrica por ejemplo, pero sí se producen sismos prácticamente todos los días.
"Hay sismos de distintos tipos, algunos pueden estar ligados a que hay fluidos dando vueltas y ese movimiento genera vibraciones que se capturan con sismómetros. Hay otros que son rupturas que se dan debajo del volcán, que son muy chicas, pero que también son normales de un volcán", explicó el experto.
Farías añadió que el Osorno se comporta como un volcán normal, que no ha presentado alguna señal que llame mucho la atención, aunque el año 2018 sí tuvo una crisis, donde se presentaron muchos temblores, por lo que la gente que vive en la zona de Las Cascadas sentía temblores muy seguido.
"Aparentemente han habido momentos donde existen más sismos que otros, entonces y precisamente el 2018, el volcán estuvo en alerta amarilla. Es un volcán que hay que mirarlo siempre. Hay que tener lo siempre en la mente. Lo de estos días es un sismo, como parte de muchos que han ocurrido, solamente que este es más grande", indicó.
El experto añadió que en general, en los volcanes los sismos son muy pequeños, pero como este fue un caso grado 3 y en general ha habido algo de más sismicidad este mes.
"El momento de la reflexión tiene que ir por el lado de cómo nos estamos parando frente al volcán, qué estamos construyendo, dónde estamos construyendo, porque por más que el volcán hace muchos años que no hace erupción, la evidencia geológica demuestra de manera muy clara dónde se generan los sismos, por donde bajan los aluviones. Lo importante es que tratemos de no estar exponiéndonos más a eso y creo que en eso estamos fallando, porque da la impresión de que nos estamos olvidando de que ahí hay un volcán", concluyó.
1835 el 20 de marzo de ese año fue la última erupción del volcán Osorno. Se trata de un estatovolcán, de 2.652 metros de altitud y fue formando en cuatro etapas sucesivas en los últimos 200 mil años.
2018 fue el último episodio que alertó a la comunidad, ya que una gran cantidad de sismos se presentaron diariamente, lo que llevó a decretar una alerta amarilla, que no pasó a mayores posteriormente.
3 fue el grado de intensidad del sismo que ocurrió al interior del volcán este sábado, y es una magnitud que obliga a activar el protocolo para activar un monitoreo permanente del macizo.