Los escoceses despiden con emoción y serenidad a Isabel II en su cortejo fúnebre
REINO UNIDO. Trasladaron los restos mortales desde el castillo de Balmoral a Holyroodhouse. Hoy habrá un servicio religioso en la catedral de ST Giles.
Los restos mortales de Isabel II yacen desde ayer en la sala del Trono de la residencia real de Holyroodhouse, en Edimburgo, tras recibir el homenaje de miles de personas que salieron a la calle al paso del cortejo fúnebre que los trasladó desde el castillo de Balmoral hasta la capital escocesa.
Desde Balmoral, donde la reina murió, el cortejo fúnebre inició el domingo por la mañana el trayecto de unos 200 kilómetros para llegar a la capital de Escocia, tras pasar por pueblos y localidades, entre ellos Ballater, Aberdeen y Dundee.
A lo largo de este recorrido, miles de personas se situaron a ambos lados de las carreteras para aplaudir y tomar fotografías del ataúd, cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de flores.
Detrás de la carroza fúnebre iba la limusina real con la hija de Isabel II, la princesa Ana, y el marido de ésta, Tim Laurence, mientras que en Holyroodhouse estaban dos hijos varones de la soberana, los príncipes Andrés y Eduardo.
En la avenida Royal Mile, en el centro histórico de Edimburgo, que une el castillo de la ciudad con el palacio real, miles de ciudadanos se apostaron en las barreras montadas por la Policía para aplaudir.
Una vez dentro del patio de Holyroodhouse, el féretro fue recibido por el Real Regimiento de Escocia, con sus faldas verde tartán, para llevarlo hasta la sala del Trono, donde permaneció toda la noche hasta hoy por la tarde.
Después de que el ataúd entrase en el palacio, el Regimiento Real de Escocia y miembros de la Guardia Real desfilaron en silencio en el patio antes de irse del recinto.
Hoy por la tarde, el cortejo fúnebre saldrá de Holyroodhouse hasta la catedral de St Giles, donde habrá un servicio religioso al que asistirán miembros de la familia real, entre ellos el rey Carlos III y la reina consorte, Camilla. El ataúd permanecerá unas 24 horas en la catedral donde estará la capilla ardiente que permitirá a la población rendirle tributo.
Mañana, los restos mortales serán llevados a la capital británica en un avión de la Real Fuerza Aérea (RAF) de cara al funeral de Estado que tendrá lugar el día 19 en la Abadía de Westminster, junto al Parlamento británico.
200 kilómetros recorrió el cortejo fúnebre ayer para llegar a Edimburgo, capital de Escocia.